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¿Cómo negarse a esos dulces labios? Esos labios que se habían vuelto su adicción, labios que desde que los vio le gustaron, labios que no podía dejar de probar.

- Espera Itachi – Naruto intentaba alejar al azabache, no quería que nadie los viera, no en la escuela.

- Naruto – lo soltó molesto, sentía que el rubio se avergonzaba de él, siempre que intentaba acercarse, el menor se alejaba, o le decía que no era buen momento, esa situación comenzaba a molestarle bastante – nunca es buen momento – el azabache abrió la puerta de su auto y se subió, habían quedado en ir juntos al hospital con su tío, desde la primera vez que supo de la enfermedad del mayor, y al ver el estado de Naruto, se prometió que nunca lo dejaría solo en esas visitas, no podía imaginarse todo el dolor que sentía al estar ahí, solo.

Naruto lo miró enojado, hasta cierto punto entendía la molestia de Itachi, pero él fue muy claro, nada de mostrarse cariñosos delante de los demás, menos en la escuela, no quería que Shisui los viera, si ya se sentía mal. Siguió su camino, no hizo el intento por subir al auto, no iba a permitir que el azabache le hiciera ese tipo de escenitas, no cuando todavía no dejaba a Deidara.

Itachi suspiro y bajó de nuevo del auto, está bien, ya había entendido, ahora tenía que rogar, rodó los ojos por ser tan débil delante del rubio, nunca, pero nunca había rogado, ni había pedido perdón, ni nada, pero Naruto lo valía, y por eso dejaba de lado su orgullo y altanería, todo por él.

- Naruto sube por favor – pero el aludido siguió su camino – oye – el azabache corrió para tomar de la mano al menor y detener sus pasos – por favor amor – era lo que necesitaba escuchar, se detuvo y volteó a ver ese hermoso rostro que lo traía como idiota, el azabache lo tomó del rostro y le dio un pequeño beso, haciendo al menor estremecer con el rose de sus labios.

- No es que me dé pena que me vean contigo, es por Shisui, ya lo sabes –

- Perdóname, es solo que no puedo evitarlo, me gustas tanto, te amo con locura –

- Vamos al auto – el rubio no dudo en aventársele como pudo al pelinegro, plantándole un beso en los labios – te amo, me encantas, me fascinas – le dijo con amor y ternura al azabache – pero debemos terminar nuestros compromisos, o ¿te gustó que Shisui me besara y dijera "te amo"? – El mayor negó, era obvio que en ese momento quería golpear a su primo – entonces hagamos las cosas bien, habla con Deidara y yo hablaré con Shisui, te amo, te amo como no tienes una idea, nunca dudes de lo que siento por ti –





Todos se encontraban alrededor del enorme comedor, la cena transcurría entra platicas, pero Sasuke se sentía aburrido, así que miraba alternadamente a su hermano y primo, no sabía todavía con quien empezar, sonrió de lado, tenía a su víctima – Shisui es bueno tenerte en la casa después de mucho tiempo ¿por qué no has dormido aquí? –

- Es verdad – Naruto miró interesado a su "novio", los días que no había llegado a casa, le había enviado mensaje diciendo que estaba en casa de un amigo, pero ¿qué amigo? – ¿Con cuál de tus amigos? –

Sasuke quería soltar la carcajada en ese momento, recibiendo una pequeña patada de su primo, pues estaba sentado junto a él – Kakuzu, le he estado ayudando a un proyecto de la empresa donde trabaja medio tiempo –

- Que buen amigo eres- Naruto le sonrió.

De verdad el rubio era idiota o bastante inocente, pensó Sasuke – Si, que buen amigo eres – repitió el pelinegro con sarcasmo – sabes primo, yo también necesito ayuda, requiero de una musa que me inspire a escribir una canción ¿te gustaría ayudarme? – Preguntó sin poder descifrar la cara de su primo, era majestuoso divertirse con esos dos – puedes quedarte a dormir conmigo –

MisunderstoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora