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No podía moverse, nunca imaginó encontrarse a Naruto durmiendo en el sillón, cuando llegó de la universidad, ahí estaba sentado, con la cabeza hacia atrás, viendo su pecho subir y bajar  cada que respiraba, estaba admirando la belleza del rubio, se sentía celosos de Shisui, el solo hecho de imaginarlo besando esos dulces labios rosas, se acercó un poco más, solo para poder verlo dormir, era como un ángel, uno que había iluminado la vida de su tío, ya que desde la llegada del rubio, su tío sonreía, pasaba más tiempo en la casa y procuraba al menos dos veces por semana platicar con ellos, todo eso era por él, se arrepentía de haberlo insultado, ahora sabía que su tío lo veía como su hijo, el hijo del amor de su vida.

Escucho la puerta cerrarse, corrió a la cocina a esconderse, se sirvió un poco de jugo y salió cómo si no se hubiera dado cuenta de la presencia del rubio, no caminó más al ver a su primo abrazarlo por detrás, entregándole un regalo, se detuvo ¡Idiota! bufó por lo bajo, estaba enojado y verlos juntos le molestaba demasiado, pero sonrió, una idea se le vino a la mente.



- Hola peque – saludó Shisui, estaba atrás del sillón, se agacho a besar la frente del rubio con suavidad, para despertarlo, pero sin espantarlo, se quedó en esa posición, apreciando los hermosos ojos del menor – toma – le extendió un pequeño regalo – ábrelo –

Naruto quitó la envoltura de la pequeña caja, abrió sus ojos por la sorpresa, se volteó quedando hincado sobre el sillón de frente al pelinegro – No debiste hacerlo Shisui – sus ojos se cristalizaron un poco, nadie había tenido un detalle de ese tipo, a excepción de su papá – de verdad no es necesario –

- Es mi primer regalo como novios, no puedes despreciarlo, así sabré que haces a todas horas – el pelinegro se acercó dándole un pequeño debo en la nariz al rubio.

- Enfermo – Naruto rio, cuanto deseaba que su novio fuera otro pelinegro, pero eso nunca iba a pasar. – gracias –

- Oye no llores – Shisui secó sus lágrimas con su dedo pulgar – te lo regalo de corazón –

- Es solo que nadie había tenido un gesto así conmigo, gracias –

- Hola Shusui – Itachi decidió entrar a la sala, antes de presenciar el tan anhelado beso que quería su primo, rodó los ojos al ver que el más alto abrazaba al rubio ¿quería restregarle en la cara que él lo había ganado? ¿Recordarle lo idiota que fue al secundar a Deidara? – Hola Naruto – pero no recibió respuesta del rubio, ok, oficialmente se sabe odiado por el menor.

- Hola Itachi – dijo Shisui regalándole una sonrisa

- Mañana Deidara y yo iremos al cine y a comer ¿les gustaría ir? – preguntó mirando al rubio, el cual solo miro a Shisui suplicándole que dijera que no.

- ¿Ya regresaron? – preguntó dolido el pelinegro.

- Si, creo que siempre hemos sido el uno para el otro, ¿ustedes son novios? – preguntó lo obvio, si no había dejado de ser un maldito acosador.

- Si, Naru me dio una oportunidad –

- Felicidades – apretó sus puños, tenía ganas de romperle la cara a su primo, y quitarle a Naruto de sus brazos, pero iba a esperar un poco más, sabía por dónde darle el golpe bajo a su primo, y cómo hacerlo enojar – entonces ¿vamos? –

- Está bien iremos – Shisui no se iba a dejar, sabía lo que su primo tramaba y también jugaría sucio – Vamos peque – le dijo a Naruto mientras rodeaba el sillón para quedar de frente al rubio, darle la mano y dirigirse a la recamara del rubio.

MisunderstoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora