14

344 30 2
                                    

El paseo por el pueblo era de lo más incómodo, al menos para Naruto, el ver la cercanía de Itachi con Deidara, incluso en ocasiones Shisui se acercaba a esos dos, aunado a que le dolía el brazo y rostro por la caída que sufrió cerca de la alberca. - ¿Te sientes bien? – preguntó Madara.

- Si papá – mintió, claro que no se sentía bien, claro que estaba molesto, dolido, tanto física como emocionalmente – Podemos ir a tomar un café –

- Claro bebé – se acercó a sus sobrinos – Iré por un café con Naruto mientras ustedes siguen viendo el pueblo, los veo en la cafetería "La tentación" –

- Yo voy con ustedes – dijo Itachi, era su oportunidad de tratar de remediar las cosas - ¿Te molestaría ir solo con ellos amor? – le preguntó a su rubio novio.

¡Claro que no! estaba esperando estar con Shisui a solas – No bebé, me voy con el idiota de tu primo –

- Entonces nosotros seguimos viendo el pueblo – dijo Sasuke aferrándose al brazo de Genma - ¿También te quedarás Kakashi? – sonrió de medio lado, aguantándose las ganas de reírse de su primo, que no sabía cómo ocultar sus celos.

- Voy con ustedes – siguieron su camino, mientras Madara, Itachi y Naruto se adentraban a la cafetería.




Lo primero que pidió Madara fue un vaso con agua, su hijo necesitaba tomar su medicina, enseguida el rubio sacó una pequeña pomada, tenía que ponerla sobre su mejilla cada cierto tiempo, tenía dificultad para abrir el frasco.

- Te ayudo - Itachi no perdió oportunidad de ofrecerse a ponerle la pomada, Naruto no podía negarse, no delante de su papá.

- Claro, gracias –

Con cuidado y con mucho amor el azabache untó la pomada en el lastimado rostro de Naruto, era su culpa que este se hubiera lastimado de nuevo, el moretón se veía mucho más grande, el rubio se quejó un poco – lo siento ¿te lastimé? –

- No, es solo que todo el rostro me duele –

- Mi pequeño, iré al baño, vayan pidiendo, ya sabes cómo me gusta mi café – le dijo a Itachi, se puso de pie, alejándose de ambos chicos.

- Suéltame – el rubio aventó la mano de Itachi, no quería que lo tocara.

- Por favor Naruto, no me hagas esto – suplicó, es solo que él no sabía cómo actuar ante todas las emociones que sentía, jamás había estado tan enamorado de alguien, jamás había rogado, jamás había tenido la necesidad de declarársele a nadie.

- No Itachi, no te bastó con que me lastimara de nuevo, finges muy bien el seguir amando a Deidara –

El azabache suspiró de frustración, ¿qué podía hacer para que el menor lo perdonara? – hoy lo dejaré –

- No veo el por qué debas dejarlo, tú y yo ya no somos nada, podría perdonarte muchas cosas, pero no el humillarme y hacerme sentir mal a propósito, eso nunca, porque tú sabes que te amo, y si decidí entregarme a ti fue porque te creía diferente –

- Por favor Naruto –

No pudieron seguir hablando ya que su tío había llegado – En seguida traen los cafés –

Naruto sonreía cada que Itachi decía algo, pero claro, debía mostrarse a su padre feliz y contento, no quería que el mayor se preocupara más de lo debido, pasaron más de dos horas en aquella cafetería, entre las pláticas emocionantes de Madara, el tiempo no se sentía.

MisunderstoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora