El diario de... ¡¿Ranma?!

Día 6

Creo que he encontrado el lugar perfecto para esconder mi diario, he notado que en el muele de la habitación hay una pequeña abertura, no se ve si hay ropa lo cual es un punto a favor, ya que en esa abertura hay suficiente espacio para guardar la libreta y Kasumi es la única que entra a dejar la ropa que a lavado. Es un buen sitio ¿no lo creen?

Por si se lo preguntan, Akane a estado muy distante, desde que llegue ayer a la casa no se atreve a ver me a la cara, honestamente no quise molestar la con el tema ya que sabía que las cosas no le habían salido bien.
De hecho cuando volví, traté de hablar con ella en la tarde.
Akane estaba sentada viendo el manantial del jardín, se veía muy preocupada.

- hola - la salude pero igual me ignoro - no sé que habrá leído Ryoga pero estoy seguro que tu secreto está a salvo, no es como si...

- tú no lo entiendes - me interrumpió - aunque no diga nada, eso no cambia el hecho de que sepa lo que he escrito - dijo con preocupación - tengo miedo de que en algún momento diga algo sobre lo que leyó

- Akane no te preocupes por eso

- ¡ay tú no entiendes y jamás lo harás! - gritó viendo directamente - el leyó sobre mis pensamientos y sentimientos ¡no puedo creer lo insensible que puedes ser!

- no tienes porque hablar me así - trate de mantener la calma - solo quería animar te, pero si te pondrás de ese modo entonces no puedo hacer gran cosa

- mejor deja me sola

Fue lo único que dijo y me fui a mi habitación a dejar mi diario, después tomé una ducha para tratar de tranquilizar me y pensar en donde esconder la libreta.
Cuando regrese a la habitación mire cada espacio en el, buscando alguna abertura o espacio donde pudiera esconder lo. Así fue como di con la abertura del mueble, noté que que al quitar toda la ropa da el suficiente espacio para guardar algo, lo cual se me hizo perfecto, al menos por el momento.

- Ranma ¿puedo pasar? - escuché del otro lado, era Kasumi

- claro - conteste

- hola Ranma, disculpa que te venga a molestar, pero ¿podrías hablar con Akane?

- ya lo intente, no acepto mi ayuda

- bueno, podrías intentar lo más tarde, siento que contigo es más abierta con respecto a otros temas

- Kasumi no puedo ayudar la, se trata de su diario, donde escribe lo que siente, está claro que no querrá hablar lo conmigo

- ¿al menos podrías hacer que piense en otra cosa? - suplicó Kasumi

- no creo poder ayudar mucho - confesé

¿Cómo me puede pedir algo así? Sabe cómo es Akane conmigo, pero tampoco me podía negar, Kasumi a hecho cosas por mi y se lo debo.

- haré lo que pueda - conteste

- Gracias Ranma - dijo y se fue de la habitación

La verdad no sabía que hacer, no tenía idea de cómo ayudar a Akane a pensar en otra cosa.

De hecho ya son las 12:04 de la noche, hace como una hora atrás había tratado de hablar con ella, sería muy incomodo, aun así espere un poco más. 
¿Qué podría decirle?

¿podemos hablar? que pregunta más tonta, aunque creo que sería algo bueno para empezar. 
No quise pensar lo mucho, me a pasado que las mejores palabras salen de la nada, así que me dirigí a su habitación y toque la puerta.

- déjame en paz - me dijo 

- solo quiero hablar contigo 

- ya hablamos hace rato, ahora déjame 

- escucha, no hay mejor manera de desahogo que hablar con alguien más - dije y me recargue de espaldas en la puerta - no ten idea de como te sientas - mentí - pero tu sola no lo podrás sacar, sabes que mi padre nunca me a dado una privacidad, así que en algo puedo ayudar 

No escuche respuesta, solo unos pasos que se dirigían a la puerta. 

- ¿en serio quieres ayudar? - pregunto 

- si - conteste

Creo que hacer bromas en ese momento no era adecuado, así que solo abrió la puerta y me dejo pasar. 

Nos sentamos los dos en la orilla de la cama sin decir nada. 

- ¿no piensas decir nada? - pregunto incomoda 

- solo dime como te sientes - dije sin ver la 

- ¿eso en que...

- a veces no es necesario hablar, simplemente es cosa de escuchar - la interrumpí 

Akane me miro sorprendida, incluso yo estaba sorprendido por lo que dije, ella soltó un suspiro y comenzó a decir me muchas cosas que pasaron por su mente cuando perdió su diario. Hubo momentos en que no dijo nada, solo apretaba los puños, luego empezó a decirme lo que pensaba de Ryoga, cosa que por un momento me puso tenso, imaginaba algo de "es un chico maravilloso, amable y me gusta como es conmigo" eso me habría echo enojar, pero  solo me dijo que se sentía decepcionada y apenada, que ya no sabía como ver lo sin poner se roja. 

No dije nada por un rato, solo la veía pasear de un lado a otro, a decir verdad no había puesto atención en los gestos que hacía, muchas veces veía como se le iluminaba la mirada, como movía su boca de acuerdo a los sentimientos y emociones que iba reflejando, de hecho note que en algunos momentos que me volteaba a ver, se ponía roja de las mejillas y desviaba la mirada. Pero solo fueron como en 3 o 4 ocasiones, pero la mayor parte del tiempo se la paso triste de hecho se desvío del tema, comenzó a hablarme de lo pesada que pensaba que era Naviki. 

- solo le importa el dinero y no los sentimientos - se quejo 

- eso mismo pienso - dije al fin - es muy astuta pero eso no le quita lo aprovechada 

- exacto - dijo Akane y por fin se sentó - pero él más molesto de la casa es el maestro 

- ni que lo digas, es un mini monstruo que solo vino a la tierra a arruinar la vida de los inocentes

Los dos solo asentimos con la cabeza y soltamos un suspiro, nos miramos un momento y luego sonreímos.

- gracias por escucharme 

- de nada 

dije y me fui directo a la puerta, le di las buenas noches y salí al pasillo. 
No fue tan malo como creía.