I

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- ¿Enserio? - Preguntó el albino

- ¿Qué ridículo no? - Rodó los ojos - Jeanne no está interesada en mi y eso es lo que más me atrae de ella.

- ¿Por qué? - Ladeó la cabeza sin entender sus razones - ¿No se supone qué cuando sientes amor lo único que quieres es que este sea correspondido?.

- En teoría - Miró hacía la chica que bailaba en brazos de Dominique - Pero en realidad no tengo interés en una persona que me ame.

¿Por qué? Aún no lo entendía.
Vanitas era un tipo sumamente extraño, lo cual lo hace más interesante, causando más curiosidad en el moreno.
Siguieron bailando sin decir alguna palabra más, pues Noé se sentía incómodo ante la situación.
¿Por qué le molestaba la idea de que Vanitas ame a Jeanne?
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- ¡Me gustas! - Confesó la vampira de cabellos rosa pastel con un sonrojó que cubría todo su rostro

- Jeanne - Se acercó a ella apunto de besarla - Lo has cagado todo - Susurró antes de dejarla ahí sin más

El pelinegro volvía a aquel hotel donde se hospedaba, antes de entrar a su habitación se cruzó con su compañero, tal parece iba a salir.

- ¿A dónde? - Pregunta Vanitas alzando una ceja

- Al bar.

Últimamente Noé lo pasaba de largo, lo trataba fríamente e incluso llegaba a ignorarlo, eso molestó al de ojos azules, pues su actitud no era tan cálida como antes, a decir verdad, le comenzaba a agradar su compañía, sus preguntas idiotas y sus momentos infantiles.

- Solo iré al baño, espérame - Tocó su hombro y paso a dicho lugar

El de cabello largo se miró al espejo como si dudará de la gran belleza que portaba, cómo si quisiera destacar está noche, Jeanne se le había confesado arruinando así la emoción del amor que comenzaba a sentir por ella.
Tal vez ahora solo quería pasarla bien, pues no había nadie en su corazón, aunque técnicamente nunca nadie lo había estado.

Salieron del hotel topadose con el aire frío de la noche, las luces de los faroles, carruajes y personas platicando eufóricamente.
Caminaron por las calles sin cruzar alguna palabra, sin mirarse.

- Jeanne gusta de mí - Habló tratando de romper aquel muro

Los ojos violetas se llenaron de asombro ante ésto y después de varios días volvieron a mirar a Vanitas.

- Se ha ido la magia - Dijo algo burlón el humano

Noé volvio a su posición anterior, sin mirar a su amigo.

- ¿Ahora qué harás? - Por fin le dirigió la palabra

- Nada ¿Tendría que hacer algo? - Alzó sus hombros en forma de desinterés

- Típico de tí - Sonrió levemente - Dominique me besó.

- ¿Qué? - Esa confesión golpeó sin avisó a Vanitas - Creí que, creí que su relación era como de hermanos - Llevo una mano a su frente

¿Molesto?

- Fue extraño, nunca había besado a nadie.

- Mira ya llegamos - Cambio el tema pues le incómodaba

Aquellos hombres entraron al bar, se sentaron en una de las mesas donde no pudieran ser molestados fácilmente, una mesera les llevo un par de tarros y unas nueces de dudosa calidad.

- ¿Qué mierda te pasa? - Preguntó sin mirarlo - Deja de ignorarme - Tomó un sorbo de su bebida - Primero te quedas a mi lado sin mi consentimiento y ahora actúas como sino existiera, nadie te está obligando a seguir aquí.

Noé quitó su expresión de asombro y paso a una de malicia, tal parece su plan había tenido frutos.
Se acercó a él dejando una no tan pequeña distancia.

- Quería comprobar algo.

- ¿Qué? - Frunció el ceño

- Nada de tu interés - Se alejó y comenzó a beber

- Cómo quieras.
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El alcohol había logrado alterar un poco al vampiro, pues había vuelto a hablarle como amigos de siempre.
Mientras el famoso doctor de vampiros seguía enfadado, no era de su agrado beber, pero quería saber que sucedía con el albino.

- Yo se que tú quieres pasarla bien con alguien ¿Cierto? - Noé lo acorralo en aquel sillón de cuero

- ¿A qué te refieres?

- A que estoy dispuesto a que me uses como se te dé la gana.

- ¿Qué? - Alejó el rostro del moreno con una de sus manos

- Yo tampoco tengo interés en una persona que me ame ¿Por qué no solo pasarla bien? - Mordió su mano encajando sus colmillos en ella - Solo usame como se te venga en gana - Susurró de manera provocativa
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A solas en aquella habitación de hotel Vanitas se encontraba quitándose cada una de sus prendas junto a su amigo.
¿Cómo se había dejado convencer de ello? Ni idea.
Sus besos eran mojados y desesperados, cómo si fuera la única y última vez que harían algo así.

- Está noche usame como si fuera tu juguete preferido.

Dicho esto Noe comenzó a besar y lamer su cuello, dejando chupetones e incluso una que otra mordida pues siempre quiso probar la sangre de este.
Vanitas dejaba salir suspiros de placer, en su vida se hubiera imaginado estar en una situación así, busco los labios de su acompañante mientras comenzaba a rozar sus intimidades, su ego no permitiría que fuera el sumiso, así que también comenzó a morder y besar la piel morena que lo acompañaba.
Unas manos ajenas comenzaron a juguetear con sus pezones, estimulandolos.

- Aquí no eres el líder - Dijo Noe con voz áspera acostandolo debajo de él

- Mierda - Miró sus ojos, había perdido, pues ahora eran de un rojo rubí

Con la punta de su lengua rodeaba sus botones para después morderlos con con delicadeza.
Con sus manos delineaba cada curva y detalle que había en su cuerpo causando que se estremeciera, tenía que admitir que a pesar de nunca haber besado a nadie, el vampiro sabía lo que hacía a la perfección.
Al llegar a sus glúteos los apretó como si de una esponja se tratarse, de un momento a otro sus piernas ya se encontraban en los hombros del contrario, las besaba con delicadeza y lo miro por varios segundos contemplando aquella vista tan magnífica.

- Oh no - Se alejó de él - Tú me dijiste que te usará pero parece que es al revés - Hizo su cabello para atrás e hizo que Noe se acostara ahora él quedando arriba

Vanitas nunca había tenido sexo con un hombre así que no sabía que hacer ahora, el nunca había visto pornografía de ese estilo, así que solo sabía coger con mujeres debido a lo que la vida le enseñó.
Se dejó llevar por la exitación de su cuerpo y el ambiente, de una se acomodo en el miembro del peli blanco mientras soltaba unos quejidos, pues para nada era lo suyo.
Bajaba lentamente y casi sin moverse mucho hasta que unas manos tomaron su cadera causando que su entrada se viera completamente invadida.

- Aaaaaah - Gimió con el rostro completamente sonrojado - Eres, un, idiota - Trataba de decir pues la molestia de algo nuevo en él no le permitía hablar bien.

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Holaaaaa raza
He aquí un nuevo Fanfic jajsjak
La verdad voy a experimentar el escribir algo como esto, así que por ahora lo dejaré hasta aquí.
Tal vez lo continúe en el siguiente capítulo o haga un salto de tiempo, pasando a otra escena XD
En fin, espero que les guste esta nueva historia y la disfruten, prometo hacer lo mejor que pueda. ( ◜‿◝ )♡
En fin, gracias por decidir leer mi historia y por apoyarme.
Nos leemos en el siguiente capítulo, bye bye. 💗

𝕻𝖔𝖗𝖓𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora