Por fin el perdón, por favor, ya era hora.

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Narra Clara, la madre de Dereck.

Estaba trabajando tranquilamente en mi despacho, cuando el teléfono de mi oficina suena.

-Aquí Clara, directora y creadora de abogados y abogadas Clara. ¿En qué puedo ayudarle?

-Lamento no haber llamado a su secretaria, pero este caso es muy importante y necesito su ayuda. No importa lo que tenga que pagar.-la voz de una mujer de mediana edad, se escuchó muy urgente y preocupada.

-Por supuesto. Ahora mismo no tengo ninguna reunión. ¿Podemos reunirnos en mi despacho?

-¡Gracias, gracias! Ahora mismo voy, ¡Gracias!

15 minutos más tarde, llamaron a la puerta.

-Adelante.

James, mi secretario de 37 años, entró con un bolígrafo en la mano.-Hay una mujer de mediana edad que afirma tener una reunión contigo. ¿La hago pasar?

-Sí, por favor.-le sonrío y él me devuelve la sonrisa antes de irse.

Unos segundos más tarde, una mujer morena aunque con un poco de canas disimuladas al estar el pelo atado en un moño, con ojos negros y un poco achinados adornados con solo un poco de rímel, de nariz un poco aguileña y labios gruesos pero sin maquillar, apareció por la puerta.

-Gracias por recibirme tan rápido.-agradeció cerrando la puerta.

Me levanté y me senté en uno de los sillones.-Tome asiento.

La mujer me obedeció y se sentó con brusquedad y nerviosismo.-A ver... No sé cómo se lo va a tomar, pero... Mi hijo es gay. Tiene 14 años, y es la flor de mis ojos. Estoy muy orgullosa de él, pero...-suspiró triste.-Mi marido-mi futuro ex marido, es homofóbico. Cuando se enteró de la sexualidad de su hijo.. E-Empezó a pegarle...-dijo con amargura y dificultad.-Yo estaba de viaje, así que no pude hacer nada. C-Cuando volví, mi niño estaba cambiado. Sus ojos ya no brillaban, y ya no sonreía... Cuando me enteré de que Roderick le pegaba, fui directamente a hablar con él. Empezamos a discutir, y rápidamente... Llegamos a las manos...-ahogó un sollozo.-¡Quiere denunciarme por maltrato doméstico! ¡Solo porque le estampé la lámpara de la mesita de noche cuando intentó golpear de nuevo a nuestro hijo!

Le pongo una mano en el hombro, y ella me mira.-Tranquila, prometo que haré todo lo que esté en mi mano para hacer justicia.

Narra Álex

Por desgracia es lunes. Y como cada maldito Lunes, tengo que ir a la maldita escuela.

Sin ganas, y con un dolor en el pecho indicando el miedo que sentía, fui al instituto.

Como siempre, llegué diez minutos temprano. El tiempo suficiente para quedarme leyendo en un rincón, y tranquilizarme.

-Álex.-levanté la mirada de mi móvil y vi que se trataba de Dereck. Lo miré a los ojos y vi que él me miraba con... Lástima. Odio que me miren así.

-¿Qué quieres?-pregunté molesto.-Te dije que no me miraras con lástima. Me da mucha rabia.

-Lo-Lo siento. Solo quería pedirte perdón.-tragó saliva nervioso. Parecía que tuviera miedo de que me enfadara con él.

Suspiré. No quería asustarlo.-No pasa nada, solo es que odio que me miren así.-le sonreí. No me respondió. Nos quedamos largos segundos mirándonos a los ojos. Eso solo me puso nervioso. Pues no estaba acostumbrado a que me miraran así.-¿Ha-Hablamos luego? T-Tengo que irme ya a clase.-dije nervioso, antes de irme a paso rápido.

Mi hijo gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora