Narra Dereck.
Cuando empecé a llorar, hice lo primero que se me ocurrió. Salí corriendo de allí hacia mi casa.
Me podréis llamar cobarde o exagerado, pero realmente no quería que me viera llorar.
Llegué a casa, y a través de un camino de portazos, llegué a mi habitación para echarme a llorar en mi cama.
Narra Clara, la madre de Dereck.
Estaba hablando por teléfono con Nadia, mi amiga del trabajo, cuando entra Dereck dando un portazo y corre a su habitación.
-¿Qué ha sido eso?-preguntó mi amiga preocupada.
-No lo sé. Dereck ha entrado corriendo a su habitación dando portazos. Creo que estaba llorando.
-Entonces será mejor que vayas a ver qué le pasa. Luego te llamo, suerte.
Me guardé el móvil en el bolsillo delantero de mis pantalones, y fui a la habitación de Dereck.
Llamé a la puerta, y como no respondió nadie, entré sin permiso. A ver, mi hijo estaba llorando, tenía todo el derecho del mundo a entrar.
Cuando entré, se me rompió el corazón al verlo de esa forma. Estaba hecho volita en la esquina de su cama, llorando.
-Dereck pequeño, ¿Qué te pasa?-pregunté sentándome a su lado.
Este levantó su cabeza que la tenía escondida entre sus piernas, y me miró con los ojos llorosos.-Ma-Mamá...-dijo con la voz rota, para abrazarme y llorar sobre mi hombro.
-¿Qué ha pasado, peque?-pregunté cuando lo vi más tranquilo.
Él me miró y bajó la mirada a sus pies.-A-Álex...-susurró con la voz rota, aguantándose las ganas de llorar. Lo abracé con un brazó y dejé que apoyara su cabeza en mi hombro derecho. Nunca lo había visto tan destrozado, ni siquiera cuando rompió con Scarlet.
-Soy una mala persona.-dijo de improvisto, antes de llorar un poco de nuevo. ¿Cómo que una mala persona? Ningún hijo mío será nunca una mala persona.
-¿Por qué dices eso?
-A-Álex está enfadado conmigo, por-porqué no lo he ayudado nunca. Vale que nunca le he hecho nada malo, pero tampoco he hecho nada para ayudarlo. ¡Soy un hipócrita,-se levantó de la cama y se quedó de espaldas a mí.-solo me importa lo que le pase porqué de pronto me interesa!-dijo y vi como apretaba los puños de pura frustración con sigo mismo. Entonces se giró y me miró con ojos vidriosos y tristes.-¿Cr-Crees que soy mala persona?
Rápidamente lo estreché entre mis brazos.-Oh cariño, claro que no eres una mala persona.-me separé de él y lo miré a los ojos.-Todos cometemos errores, pero lo que diferencia a las malas personas, es cuanto empeño pongan en remediarlas, ¿Vale? Así que arregla las cosas con Álex y nunca vuelvas a pasar de largo cuando veas una situación similar, ¿De acuerdo?
Dereck asiente lentamente y se seca las lágrimas.
-Siempre se pueden arreglas cosas. Por muy feas que se pongan y aunque parezca que ya no se puede hacer nada, siempre se puede hacer algo, SIEMPRE ¿Entendido?
Realmente quería asegurarme de que lo entendía. No quería dejar que cometiera el error de pensar que no se puede hacer nada con un problema.
Él volvió a asentir más rápido, un poco intimidado.
Le sonreí.-¿Quieres que llame a los chicos?
Inmediatamente se le formó una radiante sonrisa.-¡Sí, sí!-dijo emocionado para después pasar rápidamente a una mirada de cachorrito abandonado.
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Mi hijo gay
Rastgele-Mamá, ¿P-Puedo decirte una cosa?-pregunta mi hijo Dereck nervioso. -Claro, sabes que puedes contar conmigo siempre.-le respondo con una sonrisa pese a notar la tensión del hambiente. Dereck traga fuerte, y no dice nada. Provocando un incómodo silen...