Blanco y Negro

Capitulo 2: La luz

Eran las siete y media de la mañana y por entre las cortinas se colaban unos leves rayos de tenue luz de la mañana. La chica se levantó de la cama con cierta dificultad, le dolían los músculos del entrenamiento de baloncesto del día anterior. Fue directamente al baño y media hora después salió vestidas, maquillada y preparada para salir al instituto.
Bajó a la cocina donde sus padres y su hermana ya la estaban esperando. Como era el día libre de su padre, este había hecho tortitas. Después del breve desayuno su madre se dispuso a ir al coche para llevar a su hija al instituto.
-Esto... mamá, podría ir con Lara en moto, no tienes por que molestarte.
-Todo lo contrario cariño, no me molesta. Vamos. - La chica no quería decepcionar a su madre así que la siguió hacia fuera donde estaba el coche. De camino sacó su móvil para avisar a Lara de que no tenía que recogerla.
Cuando ya estaban en el coche de camino al instituto, mientras que esperaban en un semáforo la madre miró a su hija y soltó un suspiro.
-¿Qué te pasa Alexa, va algo mal? Has estado muy rara esta semana. ¿Pasa algo en el instituto?
-No pasa nada mamá, es que se acercan los exámenes trimestrales y bueno, me preocupa, eso es todo.
Su madre no dijo nada al respecto y estuvo callada todo el trayecto restante al instituto. Cuando llegaron Alexa se despidió de su madre con un beso y salió del coche. Fuera, en la entrada del instituto la estaba esperando su novio. Saludó a la madre de Alexa, que le devolvió el saludo.
-Bueno,¿qué es lo que toca hoy?-preguntó su novio con una ligera sonrisa asomando por las comisuras de sus labios.
-Hoy toca ir a clase y aprender.- La semana anterior ambos se habían saltado las clases juntos, simplemente por diversión. Pero después de cada día qué habían pasado fuera del centro educativo Alexa se sentía culpable, pero al día siguiente se le pasaba. Esta semana ya no le hacía gracia saltarse las clases ya que se acercaban los exámenes. Ella sabia que podría sin problemas recuperar una semana perdida, no le costaría nada ponerse al día, pero esta semana tenía que adelantarse y subir las notas, aunque algunas no podía subirlas más.
Su novio puso mala cara a la respuesta, que obviamente no esperaba que fuera así .
-Venga Kiko, no podemos perder más clases, con una semana fue suficiente.
Al final el chico cedió y juntos, cogidos de la mano, entraron al recinto.
A los ojos de todos eran la pareja perfecta. Salían juntos casi desde que entraron al instituto en primero de la ESO(séptimo grado), y desde entonces han estado juntos excepto por las dos veces que cortaron en octavo, aparte de eso siempre se llevaban bien y sabían como escuchar y ayudar al otro. Físicamente parecían perfectos también. Los dos tenían ojos azules, ella lucía una larga melena castaña oscuro que le caía por debajo del codo. Él sin embargo tenía el pelo rubio oscuro mas corto por los lados y mucho mas largo en medio. Muchas chicas se morían por estar con él. Al igual que los chicos con Alexa.
Entraron en el aula de matemáticas de la segunda planta y se sentaron uno al lado se otro. Apenas habían sacado el libro el profesor apareció por la puerta y al parecer no venia de buen humor. Alexa se preparó para un duro y largo día. Echó una última mirada a su novio antes de sumirse en el mundo de los logaritmos y sus derivadas. No sabía cuanto le iba a durar la paciencia ese día pero pensó en lo positivo que podría sacarle a todo aquello. Suspiro y empezó a atender al profesor y cuando se dio cuenta de que la lección no era tan difícil como parecía, sonrío levemente y pensó que no el día no tendría que ser tan malo después de todo.
Siempre miraba la parte positiva de las cosa y casi siempre que lo hacía las cosas le salían bien.
Era prácticamente la chica perfecta. Siempre bien arreglada, inteligente, atractiva, simpática y popular. Todo intentaban pasar tiempo con ella y contagiarse de esa positividad que parecía no agotársele nunca. Ella intentaba que todo fuera perfecto siempre, pero no sabía lo poco que le iba a durar eso.