Se levantó en medio de la noche jadeando. Otra pesadilla. Ya se había acostumbrado a su rutina habitual de pesadillas de cada noche, pero esta era diferente. Desde que empezó a tenerlas pasó de tener terror a un simple escalofrío cada vez que se despertaba de una. Pero esta, esta era diferente, era más que aterradora, y lo que más la asustaba era saber que todavía no ha llegado a su límite de terror en ese tema, sabía que le esperaban más sueños perturbadores, y que cada vez serían más y más aterradores.
Decidió levantarse de la cama y salir a el pequeño balcón de su habitación. Cuando estaba fuera, inundada de aquella fría pero acogedora oscuridad no pudo evitar pensar lo bien que estaría si permaneciera así de pie, mirando hacia la nada, sin nada en lo que pensar ni de que preocuparse para siempre, pero eso, a la vez, le asustaba de la misma manera que la tentaba. Así ,apartando esos pensamientos de su mente, permaneció durante un minuto más.
Volvió a entrar en su pequeña habitación rodeada de penumbra, y sabía que ya no podría volver a dormirse, por lo que se sentó en el suelo al pie de su cama. Los recuerdos del terrible sueño que había tenido la perseguían.~~~
Recordaba como en el sueño era perseguida por alguien que llevaba una máscara completamente negra y donde tenían que estar los ojos, solo había destellos de luz blanquecina. La chica no estaba asustada de la desconocida figura que la seguía de cerca, pero sentía como poco a poco el aire alrededor de ella se volvía más frío y pesado. Se paró y se dio media vuelta, quedando así cara a cara con su perseguidor. Simplemente estaban los dos parados uno en frente de otro. Se percibía un ligero movimiento en la misteriosas figura, entera cubierta de negro. Levanto una mano lentamente y la llevo a su cara y despacio, se quitó la máscara. La cara que la chica vio la dejo petrificada. Era ella. Se encontraba ante su reflejo y se preguntó por que estaba tan aterrada hasta que la figura de negro movió la otra mano y sacó un arma y apuntó hacia ella. Después de unos momentos sonó un fuerte disparo y ambas estaban en el suelo.
~~~
Se arrancó a si misma de esos recuerdos y se volvió a levantar. Se sentó en la cama y miró el reloj donde ya eran las siete y media. No se había dado cuenta que se había vuelto a quedar dormida en el suelo recordando el terrible sueño.
Oyó como alguien subía por las escaleras. Se metió debajo de las sabanas. Un minuto después alguien llamó a la puerta y una voz femenina dijo desde el otro lado de la puerta:
-Elisa, despierta, el desayuno te espera abajo.
-Ahora bajo mamá.
Oyó como su madre bajaba las escaleras y entraba en la cocina. Con su estómago pidiendo comida y su cabeza menos preocupaciones se levantó cogió su bata se la echó por encima y bajó a desayunar.
Cuando entró en la cocina no había nadie. Se llenó su taza de café. No había ningún mal sueño que no se arreglara sin café.
Se sentó en la encimera mientras que se tomaba el café. Un rato después su hermano entró por la puerta de la cocina con cara de recién levantado. Se nota que había llegado tarde anoche.
No se llevaba especialmente bien con su hermano, nunca habían sido muy unidos y menos después del divorcio de sus padres , y menos aún cuando su madre les dijo que se iba a casar con el horrible de Jonah.
-Buenos días enana.- Elisa simplemente levantó los ojos del punto fijo en el suelo en el que estaba concentrada.
-Hola.
-¿Qué tal tu finde?- Eso era raro, muy raro de echo.
-Bueno, lo sabrías si estuvieras más por casa y, además, ¿desde cuando te interesa mi vida?
-Bueno, enana, a veces aunque no lo parezca, me preocupo por ti.- Eso era sospechoso.
-Ajá.- Hizo una pausa antes de continuar- ¿Qué quieres?- Esperaba que su hermano le pidiera algún favor o dinero.
-Mira, se que esto es raro, pero desde que ese cerdo vive aquí, creo que deberíamos aliarnos contra un enemigo común.- A la chica se le escapó una pequeña sonrisa.- Mira por donde, si la cosa sabe sonreír.
La sonrisa desapareció tan repentinamente como apareció.
Elisa saltó de la encimera dejó su taza en el fregadero y empezó a dirigirse hacia la puerta. Su hermano se interpuso en su camino.
-Enserio, deberías sonreír más.
Ella lo apartó y salió de la cocina. Subió a su habitación para prepararse para ir al instituto y como siempre le tocaba fingir que era feliz, que sonreía, pretender ser algo que no es. Como siempre.

ESTÁS LEYENDO
Blanco y Negro
Teen FictionDos chicas,un destino. Una llena de luz, la otra de oscuridad. El destino las pone en el mismo camino y su vida cambia. Cada una cambia a la otra. Muchos problemas y dificultades las hacen más fuertes. Y se convierten en lo que ellas siempre han que...