Capítulo 4: Los verdaderos amigos.

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Elisa se sentía un poco rara con la ropa de Alexa, no estaba cómoda con toda aquella situación.
Entró en su clase de literatura de quinta hora y esperó a que el profesor no se diera cuenta de nada, pero como era de esperar, lo hizo.
Elisa se dirigió al final de la clase, se sentó en la última mesa y sacó el libro. Alexa también estaba en esa clase, pero ella nunca se había fijado en la chica. Sabía que era casi siempre mejor en todo, y la creía igual como una de las pijas de la cafetería que siempre acababan riéndose de los demás.
La clase pasó como siempre, tranquila pero interesante, o al menos eso es lo que pensaba ella. Estaba segura que a los demás no les interesaba lo más mínimo. La literatura era una de las pocas asignaturas que le gustaban y además se le daba bien.
Cuando sonó el timbre todo el mundo salió dando empujones y en unos minutos en la clase solo estaba Elisa y el profesor. La chica se levantó de su asiento y se dirigió hacia la puerta pero una indicación del profesor le hizo volverse, de modo que estaba en frente de su mesa.
-¿Qué es lo que te pasa Elisa?
-Nada señor Sundewall.
-Oh, venga ya, crees que no me he dado cuenta. Y puedes dejar de hablar así, nadie va a venir por aquí ahora.- Elisa soltó un pequeño suspiro.
-Solo he tenido un pequeño accidente en la cafetería.
-¿Accidente?
-Bueno vale, me choque con un chico en la cafetería y le tire toda la comida encima, haciendo el ridículo delante de toda el mundo y luego cuando pensaba que no podía ir a peor esa chica me tiró su bebida encima. ¿Contento?
-Un poco. Pero no me lo estás contando todo.
-¿Cómo lo haces?, ¿Cómo lo sabes siempre?
-Te conozco mejor que tu misma,¿qué clase te toca ahora?
-Inglés.
-Entonces no te preocupes yo te cubro, y ahora, cuéntame esa historia tan interesante de tu doble accidente de la cafetería, que por desgracia me he perdido.- Elisa sonrió un poco. Siempre le hacía sonreír. Él en realidad era su único amigo de verdad.
El señor Sundewall o como lo llamaba ella, Niko, no era mucho mayor que ella, unos cinco años. Nunca habría pensado que su únicos amigo sería el profesor de literatura. Ella estaba feliz de tener un amigo como él. Siempre la escuchaba la entendía y la ayudaba, pero sobre todo la guiaba.
Una amistad entre profesor y alumna no era muy bien vista, pero por q todo el mundo piensa que nunca es 'solo una amistad' , pero la relación que mantenían Niko y Elisa era solo amistad, aunque cueste creerlo. Todo empezó hace un año, cuando Elisa empezó cuarto de la ESO. Niko iba a ser el nuevo profesor de literatura y por alguna razón aquel día para la chica fue horrible y cuando a última hora estaba ya saliendo de la clase, el profesor le pidió si se podía quedar un momento a lo que ella no podía decir que no. El hombre le pregunto por qué no había estado atenta, que no quería empezar el año así con ningún alumno. Elisa no sabe que es lo que le paso entonces pero, se hecho a llorar. Nunca lloraba delante de nadie. Ella le contó el mal momento por el cual estaba pasando en casa, el divorcio, las peleas con su familia constantemente y lo incomoda que se sentía en el instituto por el mal trato que recibía. Niko la escuchó y cuando terminó, se acercó a ella y le dio un abrazo. La chica se sorprendió mucho con aquello pero no se soltó, necesitaba apoyo por algún lado. Y así todos los días después de clase se quedaban hablando sobre problemas, penas y todo en general, y no solo Elisa, él también te contó lo dura que había sido su vida, y así poco a poco fueron entablado amistad y dos años después, Niko era el mejor amigo de Elisa. Confiaban el uno en el otro pero tenían que tener cuidado, ya que no todo el mundo podría aprobar aquella amistad y si la gente pensaba otra cosa, ambos podrían meterse en líos.
Pero dos años después todo iba bien, y seguían mantenidolo en secreto.
Elisa se sentó en la mesa de en frente y empezó contándole todo lo que había pasado en la cafetería. El escuchaba atentamente, sin apartar ni un segundo la mirada de los ojos de Elisa.

~~~

Kiko salió del instituto y se dirigió a su moto. Se sentó encima y sacó su móvil mientras esperaba a Alexa. A los cinco minutos la chica salió por la puerta y se acercó a su novio .
-¿Nos vamos? - preguntó el chico. Alexa echó una mirada hacia el edificio y se volvió hacía Kiko.
- Si, vámonos. - Se puso el casco, de montó en la moto y se agarro fuerte a su novio.
Se dirigieron a la casa de Kiko. Tenían que prepararse para un examen y Kiko necesitaba ayuda.
Cuando llegaron a casa no había nadie. Se pusieron a estudiar después de comer.
A Kiko nunca se le había dado bien la física pero por el contrario a Alexa se le daba muy bien.
-Vamos a empezar con la energía cinética, que es más fácil.
-Eso dirás tú, yo no le veo la parte fácil por ningún lado.- Alexa río muy flojo. - Sabes, ha estado muy bien lo que has hecho por esa chica.
-Tenía que hacerlo, y tu sabes por que. - Kiko asintió ligeramente con la cabeza y sacó los apuntes de clase.
Estuvieron haciendo problemas de física durante la siguiente hora. El chico ya no podía aguantar más y dejó de prestar atención a lo que su novia le estaba explicando. Se quedó distraído mirando a los ojos de la chica, luego los labios, sin poder apartar la vista se acercó un poco más. Ahora la estaba mirando más descaradamente. La chica no tardo en darse cuenta.
-¿Has oído lo que he dicho?- el chico no respondió, simplemente se quedo mirando fijamente los ojos de Alexa.- Claro que no lo has oído.
-Lo siento, me he distraído.
-Ya, ya veo.- Alexa intentó reprimir una sonrisa. Entonces su novio se acercó más, hasta quedar a penas unos pocos centímetros que los separasen.
-¿Cómo es que tengo tanta suerte?
-No empieces con ese truco otra vez. -Kiko colocó un mechón de pelo de la chica detrás de la oreja.
-¿Qué truco?
-Lo sabes perfectamente. - El chico sonrió y finalmente besó a su novia. La quería mucho, y más que su novia era también su mejor amiga, y es lo que más apreciaba de ella.
La chica se dejó llevar con el beso. Kiko acabó encima de la chica mientras que ella le acariciaba la espalda con los dedos. Y entonces sonó el móvil de Alexa. Él se apartó y se sentó a un lado, mientras ella cogía su teléfono.
-Dime Sandra.- En el otro lado de la línea se oían sollozos fuertes.
-Alexa tienes que venir a mi casa ya. Lara tiene un problema, es urgente.
-Esta bien, ahora voy. En unos minutos estoy allí.- colgó, dejo el teléfono en la cama y miró a su novio.-Lara me necesita.
-Y yo también.
-Es serio Kiko, estaba llorando.
-Vale, vamos te llevo.-recogieron las cosas y salieron de la casa. Alexa montó en la moto y se agarró. No sabía lo que la esperaba en casa de Sandra y no sabía que pensar pero nunca le había oído llorar así.

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⏰ Última actualización: Apr 19, 2015 ⏰

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