Intermedio

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Lex frunce el ceño mientras aguarda fuera de la habitación de su hermana, moviéndose inquietamente frente a la puerta mientras ella acaba de ducharse. Quizás los Luthor no tienen fama de ser la familia más cariñosa, pero definitivamente está preocupado por el bienestar de su hermana pequeña. Lena es todo lo que tiene en la vida, aparte de su madre, claro. Pero ella es genuina, es su compañera de laboratorio, es inteligente, audaz y no le teme a él, lo cual es extraño porque cada persona a su alrededor le tiene al menos una pizca de miedo a la figura poderosa de Lex Luthor. Por su dinero, por su humor, por ir por la vida con el ceño fruncido. A veces también por hacer declaraciones cuestionables en contra de los alienígenas, aunque eso quedó atrás, muy atrás.

Lena será grande, él lo sabe bien. Tan bien como sabe que sin Kara, su hermana va a hacerse pedazos a sí misma, porque su inteligencia de alguna forma muy poco recomendable, está estrechamente relacionada con su terquedad. Hablando de la novia de su hermana, con una mierda que esa chica no tiene parentesco alguno con Superman, Lex no es estúpido, el brillo singular de su mirada azul sólo lo ha visto en los ojos del hombre de acero. No hay forma de equivocarse, pasa mucho tiempo con él, es prácticamente su mejor amigo (por descarte, porque no tiene muchos más amigos) y si Lena sabe quién es realmente Superman él debería saberlo también. ¿No es su mejor amigo? Le parece una ofensa personal.

La puerta se abre, Lena lo mira con sorpresa, como cada vez al demostrar un mínimo de interés genuino en ella. Le sonríe. —Hola.

—¿Hola? ¿No tienes una tarea ultra importante de pura casualidad? —aunque intenta bromear su humor no le basta para ocultar los desperfectos de su aspecto, como las ojeras o la pérdida de peso por estrés y por no comer también.

—No, estoy libre para cuidarte.

—¡No necesito que me cuides! —alega, encaprichada.

—No te escuché —molesta él, empujándola rumbo a la cocina. —Olvidé tu platillo favorito, entonces pedí mi favorito.

—Odio el filete, Lex —le hace cara de asco. —Y el brócoli.

—Yo debería odiarte a ti —arrastra el plato fuera de la encimera, el chef privado le arquea la ceja en consulta: ¿a quién no le gusta su filete?

—Comeré un sándwich.

—Inaceptable —rebusca dentro de la nevera. —Sopa de verduras, eso vas a comer.

—Te detesto —toma asiento en uno de los bancos, apoyando la barbilla en su mano, la ducha relajó cada uno de sus músculos y tiene los ojos a medio cerrar. —Sopa suena bien.

—Claro que sí —Lex le hace un gesto ambiguo al chef, él lo entiende como su señal de salida. —Pregunta casual.

Mmh.

—¿Sabes quién es Superman? —le espanta el sueño a Lena en un instante.

—¿Qué? —lucha por mantener los ojos justamente abiertos. —No.

—¿Por qué? —suena genuinamente confundido.

—¿Por qué lo sabría? —ella le frunce el ceño. —¿Qué sabes tú? —él se encoge de hombros, no puede perder su ventaja así de fácil.

—Nada.

—Lex —él obtiene un plato hondo, ignorándola. —Alexander Luthor —advierte.

—Iugh —qué elocuente. —Suenas como mamá.

—¿Qué sabes? —repite.

—Nada.

—Mientes.

People are complicatedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora