𝐈𝐍𝐓𝐎𝐂𝐀𝐁𝐋𝐄｜hyunlix

♡⃕ O8 ʾʾ𓈒᮫

Hyunjin estaba nervioso, y no entendía el por que, Felix ya había estado en su casa antes, aunque, en ese momento, se sentía diferente. Niki estaba pasando la tarde con su amigo Jake, así que estaba solo a la espera de que el alfa llegara para acabar el trabajo. Mentiría si dijera que aquellas magdalenas recién horneadas descansadas sobre la mesa de centro por casualidad. Le encanto ver como Felix disfrutado de sus galletas, y quería que probara otras de sus especialidades.

Cuando el timbre sonó, salio disparado hacia la puerta, tropezando con unos de los juguetes de su hermano pequeño por el camino. Antes de abrir, se detuvo frente al espejo de la entrada intentando organizar sus rebeldes rizos azabaches. Se dio por vencido justo antes de que el timbre volviera a sonar. Felix estaba tan imponente como siempre con sus ajustados jeans negros con rotos en las rodillas, y una sudadera del mismo color, siempre fiel a sus botas.

Le dedicó una suave sonrisa que le aceleró el corazón, y que Hyunjin, devolvió con una mucho mas grande y brillante.

—Pase.

Se hizo a un lado, permitiendo que el alfa entrara a su casa. Al hacerlo, una fuerte oleada de olor a bosque le hizo suspirar. Debía comprar supresores pronto.

—Niki esta celebrando el cumpleaños con su amiguito  en su casa, así que estamos solos.

—Mejor.

Felix habló sin pensar y al ver los ojos abiertos del omega, se apresuró a arreglarlo.

—Quiero decir, así podremos trabajar ,as tranquilos.

Maldijo mentalmente. Felix era una persona que alardeaba de tener siempre le control de las situaciones, pero todo eso se iba al traste cuando estaba con Hyunjin y sus irresistibles ojitos brillantes. Se sentía tímido y torpe, y el nunca fue ninguna de esas dos cosas. El filtro cerebro-boca de Felix desaparecía cuando estaba junto al omega, y lo ultimo que queria era espantarlo. Lo que el no sabia era que, quizá solo quizá, aquella matización había decepcionado a Hyunjin.

Los chicos entraron al salón donde, al igual que el día anterior, les esperaba una mesa llena de libros. Hyunjin no tardo en adoptar una postura estudiosa y responsable, y se concentro en el trabajo, mientras que las palabras "estamos solos" se repetían en la cabeza de Felix como en un viejo gramófono estropeado impidiéndole centrarse.

Hyunjin llevaba una camisa blanca, con el ultimo botón despasado y unos ajustados jeans descoloridos, y Felix solo podía pensar en lo que le gustaría barrer todas las hojas de la mesa con su brazo y tumbar a Hyunjin sobre ella. arrancarle la camisa esparciendo los bonotes por toda la estancia y amasar ese trasero que tan perfecto se veía bajo esos pantalones apretados.

—Hyung, ¿esta bien?

La preocupada voz de Hyunjin, lo llevo de vuelta al mundo real.

—Claro, ¿Por qué lo dices?— respondió haciéndose el desentendido.

—Estaba gruñendo.

—¿Gruñendo?

—Si, ¿en que pensaba?

Felix se lamento, ¿Por qué no podía mantener el control en presencia del omega? ¿Por que tenia que dejar que sus instintos animales lo dominaran?. Era patético.

—En nada, no te preocupes, Jinnie.

Y volvió a maldecir, esta vez, en voz alta.

—Mierda.

Hyunjin creía no haber oído bien.

—¿Acaba de... acaba de llamarme Jinnie?— preguntó entre asombro y divertido.

—¿No?

—¡Si lo ha hecho!— exclamó risueño.

Realmente, Felix era un idiota.

—Yo... yo lo siento. Ha sido sin querer, no queria hacerte sentir incomodo. Antes estaba pensando en tu, y así es como em refiero a ti en mi...

Mierda.

El se callo, Hyunjin se callo, en aquel momento sentía como si todo el maldito vecindario se hubiera callado. No estaba acostumbrado a hablar con personas que no fueran Chan, y con el no tenia que cuidar sus palabras. Definitivamente, con Hyunjin debía empezar a hacerlo, si no queria seguir cavando su propia tumba.

—Lo siento, Hyunjin. Soy un idiota, no queria molestarte y...

—Jinnie esta bien. — interrumpió Hyunjin muy avergonzado.

—¿Cómo?

—Puede llamarme Jinnie si usted quiere, hyung.

Felix sonrió, preguntándose que había hecho el para merecer estar hablando con una dulzura como Hyunjin. Debió ser algo mu bueno.

—Entonces te llamare Jinnie... si tu me llamas solo Felix.

Hyunjin ladeo la cabeza y frunció el ceño con confusión.

—¿Solo Felix?— preguntó, como si aquello fuera algo inconcebible.

—Si, solo Felix.

Hyunjin pareció pensarlo por un momento antes de asentir sonriente.

—Esto nos convierte en amigos, ¿verdad?

Felix no sabía que decir, Hyunjin parecía tan ilusionado. Aquel chico, definitivamente, era de otro mundo. El solo tenía un amigo y Hyunjin parecía llevarse bien con todo el instituto. A el nadie le hablaba, nadie se el acercaba, pero el omega de sus sueños, el chico del que estaba perdidamente enamorado, queria ser su amigo. Aquello era mucho más de lo que podía pedir.

—Claro, somos amigos.

—Genial.

El omega dio una palmada y un pequeño salto en su sitio, antes de abrazar a Felix. Un contacto rápido y breve, algo que había sido tan natural como el respirar para Hyunjin pero que había dejado a Felix pegado a la silla.

—Lo siento, a veces soy demasiado cariñoso...— se disculpó al darse cuenta de la parálisis del alfa.

Era verdad, a el le gustaba abrazar a sus amigos, y Lee Felix era uno de ellos. No importaba que pensara que era un alfa tremendamente guapo, no que su corazón se acelerase con su presencia, ni que, al abrazarlo, hubiera sentido como si un millón de mariposas revolotearan en su interior.

—No, no importa. Sera mejor que acabemos el trabajo de una vez— respondió Felix, sintiéndose avergonzado por primera vez en su vida.

Solo rezaba por que sus mejillas no estuvieran tan rojas como las sentía.

Los dos chicos terminaron el trabajo en un tiempo récord, a decir verdad. Pero es que Hwang Hyunjin era una de las personas mas inteligentes y trabajadoras que Felix había conocido. Lo bueno, era que había perdido el miedo a no volver a hablarle mas de una vez terminada la tarea.

Al fin y al cabo, ahora eran amigos.

—ANG3LIX1E