♡⃕ O4

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—Jinnieee... tengo hambreeee...

Los dos estudiantes sacaron la cabeza de sus libros cuando escucharon la voz del pequeño. Hyunjin le echo un vistazo al reloj de la pared y frunció el ceño.

—Lo siento, peque, se me ha pasado la hora de merendar. Hwang, ¿Te importa que tomemos un descanso? A nosotros tampoco nos vendría mal parar un poco.

Felix asintió y frotó sus ojos intentando despejar la vista, llevaban más de dos horas sumergidos entre documentos. Si bien no tenia queja alguna por haber tenido la oportunidad de observar a Hyunjin todo lo que había querido y más, el no estaba acostumbrado a trabajar tanto. Y, si aquella tarde había descubierto algo, no era de los autores del romanticismo vivían en un estado permanente de disconformidad, sino que Hyunjin, a parte de ser el chico ms bonito del mundo, era tremendamente inteligente. Quizás Felix no estaba poniendo toda su atención en aquel trabajo, pero como hacerlo si tenia sentado a apenas unos palmos de distancia al chico del que estaba perdidamente enamorado, Hyunjin siempre hablaba con dulzura y se explicaba con calma y paciencia, sonreía amablemente y arrugaba su pequeña nariz cada vez que algo lo confundía. Felix también pudo apreciar que el omega tendía a morder su labio inferior cuando se concentraba y, en esos momentos, el alfa no podía hacer mas que mirar embelesado como la tentadora carne era apretada entre los dientes blancos y perfectos. Realmente, nadie podría culparle por su falta de concentración. Hyunjin era el prototipo perfecto de omega, todo en el incitaba la atracción de los alfas; su mirada chispeante, sus labios grueso y apetecibles, su piel perfecta y su olor... su olor. Felix podría escribir mil y un poemas sobre la esencia del omega, y ninguno se acercaría siquiera a describir la perfección de aquel olor. Nunca había estado lo suficientemente cerca de Hyunjin como para apreciar su aroma de omega con exactitud, y una ver lo hizo, su lobo interior se volvió automáticamente adicto a el. Hyunjin olía a vainilla y chocolate, olía a infancia y a hogar, dulce y acogedor, suave y enloquecedoramente embriagador. Felix debía contenerse mucho para no deslizar su nariz por su esbelto cuello, bebiendo de aquella esencia con deleite. A ese paso, su lobo enloquecería.

—¿Qué quieres merendar?

Hyunjin había alzado a su pequeño hermano y lo mantenía sobre su regazo.

—Mmm... — el niño se llevó su pequeño dedo indice a la barbilla y miro el techo, meditando su respuesta. —¡Galletas con chispas de chocolate!— exclamó al fin, abriendo sus brazos.

Hyunjin rio y revolvió el cabello de su pequeño hermano en un gesto cariñoso.

Felix no podía hacer nada mas que contemplar la familiar escena, algo en su interior se revolvía al ver a Hyunjin siendo tan dulce con el pequeño, algo cálido y desconocido par el. La palabra "hogar" resonaba en algún rincón de su subconsciente, pero desconocía su verdadero significado.

—Bien, vamos a ver si mama no se ha comido las galletas que sobraron— dijo Hyunjin, dejando a Niki en el suelo. —Hyung, ¿Quieres galletas?

Felix contemplo la amble sonrisa de Hyunjin y asintió. Quizá, el sentido de la palabra "hogar" se escondiera tras aquella hermosa expresión.

Los dos hermanos se perdieron por el pasillo, dejando a Felix solo en el salón. El alfa se levanto de la silla y estiro su cuerpo, escuchando el crujir de sus articulaciones como respuesta. Dio un aleve vuelta por la estancia, deteniéndose a observar el muebla de la televisión y la decena de fotos que lo adornaban. En ella se veía a un Hyunjin mas joven, con un rostro mas aniñado y una figura memos marcada. Aún así, igual de hermoso a los ojos de Felix. También habían fotos de Niki de bebe, y otras tantas de los dos hermanos juntos, sonriendo alegremente a la cámara. Hubo una foto que llamó en especial la atención de Felix, en ella también salían los hermanos, pero no están solos. Una pareja se encontraba juntos los chicos, sonriendo con serenidad. La mujer era hermosa, con el cabello castaño y un rostro fino y elegante, de baja estatura y ojos grandes y despiertos. Entre sus brazos, envuelto en una manta azul celeste, sostenía a un pequeño bebé que alzaba su mantita intentando atrapar uno de los mechones rebeldes del cabello de su madre. Junto a ella un hombre de aspecto exótico, con un rostro marcado y rasgos americanos. Era alto, de piel pálida y ojos azules intensos, una espesa mata de cabellos rubios caían en ondas sobre su frente. El hombre rodeaba con uno de sus brazos la cintura de la mujer, mientras posaba su otra mano en el hombro de un muchacho, un chico sonriente de unos trece años, con cabello negro y mejillas abultadas. 

—Aquí están las galletas.

Felix se giró sobresaltado en cuento escucho la voz del omega.

Hyunjin dejó la bandeja que traía sobre la mesita de café y se sentó en el mullido sofá de estampado floral que prescindía en la sala. Su hermano prefirió dejarse caer sobre el parqué. Felix los miró, sin saber muy bien si debería acompañarles, hasta que Hyunjin palmeó el hueco junto a el en el sofá.

El alfa se sentó, bastante cerca de Hyunjin considerábamos que era un tresillo. A ninguno pareció importarle.

—He traído zumo de fresa, no se si te gusta.

—¡El zumo de fresa es lo mejor! ¡Es el favorito de Jinnie y mío!

Felix sonrió sutilmente mirando al pequeño.

—Así que es el favorito de Jinnie.

Niki asintió.

—Entonces me encantara.

Y el alfa tomó el vaso y se lo llevo a sus labios, ignorando el sonrojo que había aparecido en las mejillas de Hyunjin.

—¡Jinnie parece un tomatito!— exclamó Niki.

Hyunjin adoraba a su hermano pequeño pero, en aquel momento, bajo la divertida mirada del alfa que tan nervioso lo ponía, habría deseado tener algo de cinta para cubrirle la boca, o una bolsa para ocultarse de la tremendamente atractiva sonrisa ladeada de Felix.

Hyunjin adoraba a su hermano pequeño pero, en aquel momento, bajo la divertida mirada del alfa que tan nervioso lo ponía, habría deseado tener algo de cinta para cubrirle la boca, o una bolsa para ocultarse de la tremendamente atractiva sonrisa la...

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—ANG3LIX1E

𝐈𝐍𝐓𝐎𝐂𝐀𝐁𝐋𝐄|hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora