Dulce intoxicación (XiCheng)

Capitulo 26: Uniendo piezas

Jiang Cheng miro fijamente a su sobrino e inicio a explicarle los pormenores de como este se lo había llevado sin permiso, casi como un secuestro, también le contó que su abuelo paterno pedía verlo, pero que aún no sabía cuándo se daría esa reunión. Con un peso menos de encima se dirigió a su habitación y leyó el estado de la demanda, está aún no era válida pues Jiang Cheng aún estaba muerto, así que eso le daba tiempo valioso, tiempo que necesitaba. La jaqueca solo aumentaba frente al computador, todo se sentía tan doloroso, ojalá apareciera mágicamente una solución a todo esto, aunque esto era imposible.

Jiang Cheng se la paso entre idas al puerto y al bufet, solo podía interesarse en no perder a Jin Ling, el saber la verdad de su caso, se convirtió en algo de segundo plano, aun así, no dejaba pensar en la idea que su hijo podría ser amigo de su propio hermanastro y eso le dolía, más que molestarlo.

Jiang Cheng conducía sumido en sus pensamientos y observo a su hijo Jin Ling tomado de la mano con el Lan, los dos caminaban tomados de la mano y definitivamente la forma en que se despidieron no era de desconocidos, como se suponía debía ser, mientras JingYi iba detrás con otro alfa, Jiang Cheng se bajó de la camioneta iracundo y golpeo fuertemente la camioneta, haciendo que los 4 jóvenes lo miraran fijamente.

-Madre- Jiang Cheng miraba con asombro e ira a su sobrino, no le extrañaba que su hijo no le hiciera caso, pero Jin Ling no era así.

-Ustedes dos no me escuchan, ahora mismo, se suben al maldito carro – Jiang Cheng estaba furioso, sus ojos chispaban e hizo cuentas, si era el mayor de los hijos de XiChen, en definitiva, ya era mayor de edad.

-Señor, yo – El joven intercedió y Jiang Cheng lo miro con más furia.

-Tú te callas, mocoso, ¿eres consciente que tienes 18 años? y si quiero te envió directo a la cárcel –Jiang Cheng pensó en que esas leyes que una vez le hicieron daño, podría usarlas a su favor, todo fuera por alejar al Lan de sus hijos.

-Madre –Jiang Cheng se giró mirando al mayor de sus hijos.

-JingYi esta es la maldita forma en como cuidas de tu hermano ¿En qué piensas? – Observo que ninguno de sus hijos se había subido a la camioneta - Los dos se mueven a la camioneta y no volveré a repetirlo -Jin Ling y JingYi subieron en silencio mientras Jiang Cheng subió golpeando fuertemente la puerta y después apretó el manubrio.

-Estoy en contra de esa relación Jin Ling y mi amenaza de un momento se hará realidad si no te alejas de él, él menos que nadie se te debe acercar – La voz de Jiang Cheng temblaba sin saber si era por la ira o el dolor.

-Madre ¿Por qué? – Jiang Cheng podía verse reflejado en su hijo, pero no quería mas dolor, y un Lan solo provocaría esto.

-Basta, ustedes no lo entienden, pero me tienen que obedecer en esto - Las lágrimas se agolpaban la idea de que ese joven, fuera el hermanastro de JingYi le dolía, le partía su ser.

-De acuerdo madre- Jiang Cheng agradeció en silencio mientras su mente era una tormenta.

- Me alejare de él – Jin Ling hablo y Jiang Cheng arranco la camioneta, llegaron en un silencio sepulcral, Jiang Cheng llegó y azoto la puerta encerrándose.

Jiang Cheng nuevamente lloro, ahora se parecía a sus padres ¿Qué clase de karma estaba pagando? Toda su vida se iba cayendo a pedazos, sabía que volver sería difícil, pero no imagino que volvería a atravesar tanto dolor de esa forma, ya no sabía ni que más hacer, su alma dolía con sus decisiones.

Pronto escuchó el golpe en su puerta, era la hora de la cena, Jiang Cheng se lavó su cara, pero disimular sus ojeras ya era imposible, sus días era una constante tormenta desde que regreso, sus lágrimas volvían a agolparse.