Dulce intoxicación (XiCheng)

Capítulo 14: Promesas inquebrantables

Lan XiChen después de haber visto al joven tan ebrio y sufriendo supo que lo mejor era alejarse, dejarlo ser feliz, alejarse lo suficiente, donde nadie ni siquiera él pudiera lastimarlo. Nie MingJue había conservado el apartamento, pero ahora que la inminente boda que ya estaba a un día, le pidió que recogiese sus cosas, para iniciar a venderlo. XiChen hizo espacio en su agenda y llego en la tarde e inicio a guardar sus cosas, con melancolía veía la bata que Jiang Cheng uso, y así las sábanas y lo que de alguna forma u otra le recordaba el joven, el timbre sonó y creyendo que era su amigo abrió sin mirar

-Por favor, no te cases – Jiang Cheng estaba completamente empapado y en cuanto abrieron la puerta se lanzo a abrazarlo dejando caer más y más lágrimas, que iniciaron a salir por el camino.

-Jiang Cheng – XiChen lo abrazo fuerte sintiendo frio ese precioso cuerpo, pero incluso así, él sentía un maravilloso calor.

-Quédate conmigo – Jiang Cheng miro fijamente esos ojos color caramelo que lo abrumaron desde el primer día – Cásate conmigo – XiChen abrió los ojos sorprendido, mientras Jiang Cheng sujeto con fuerza el rostro del mayor, se paró en puntas e inicio a besarlo, XiChen sentía que su cerebro se salía pero correspondió el beso, pese a que las manos del joven estaban heladas, seguía sintiéndose cálido.

Jiang Cheng inicio a abrazarlo y lo empujo dentro del apartamento, XiChen abrazo su cintura y retrocedió siendo guiado por el menor, en algún momento los dos llegaron a la habitación y XiChen fue empujado a la cama, Jiang Cheng soltó su cabello mientras el hombre lo veía con un anhelo que ya no podía esconder más.

-Deberías quitarte la ropa, esta húmeda – XiChen hablo ya que la camisa que llevaba el joven se le pegaba a su cuerpo y eso lo estaba excitando

-Si estas tan preocupado ¿Por qué no me la quitas? -Sonrió divertido y el pobre hombre solo pasaba saliva ante esa preciosa vista, XiChen lo tomo de la cintura y lo acerco e inicio a lamer los pezones sobre la camisa húmeda haciendo que pequeños gemidos saliera de esa dulce boca.

Jiang Cheng se puso de rodillas, poniendo una a cada lado, quedando encima de XiChen, XiChen seguía lamiendo y mordisqueando los pezones y al sentir que este se sentaba en sus piernas, movió la cadera del menor haciendo que las erecciones se rozaran, aumentando el calor de los dos. Las feromonas iniciaron a extenderse, mientras ellos sentían el placer llegar, XiChen desabrocho los botones del joven y retiro la prenda que estaba completamente húmeda, paso sus manos acariciando la suave espalda del joven, el cambio de temperaturas hacía que el placer de Jiang Chen se extendiera, el joven se agacho e inicio a besarlo, XiChen se recostó completamente y el joven permaneció encima, sus besos se tornaban exigentes, el tiempo que se esperaron había sido demasiado, sus aromas los intoxicaban y no podían detenerse.

Xichen tomo la cintura del menor y lo giro invirtiendo los lugares, desabrocho el pantalón del menor y lo arrebato con fuerza, XiChen se quitó el suyo y solo miraba deseoso al menor, tal vez su conciencia se había ido, se rindió o simplemente incluso ella extrañaba desesperadamente al hombre, porque lo penetro sin miramiento, los gemidos del joven aumentaban mientras las diferentes fragancias se combinaban y extasiaba a cada uno, Jiang Cheng se aferraba al cuello del mayor mientras era besado

-Te amo – Los ojos de Jiang Cheng mostraban ese brillo de lujuria y de amor que solo llegaba a sentir cuando estaba junto a XiChen

-Yo también te amo – XiChen volvió a besar al joven aumentando sus estocadas fuertemente

Los dos continuaron deseosos de ese momento, sentían amor y lujuria, una urgencia desesperante por pertenecer el al otro, todo como un juramento de esta vez tratar de estar juntos.

Jiang Cheng sintió frio y busco el cuerpo del alfa, pero no lo hallo, abrió los ojos, sintiendo un fuerte dolor en el pecho, se había ido, no consiguió nada, se casaría, tomo nuevamente la sabana y se envolvió, camino por el apartamento y la soledad se sentía, la puerta sonó y Jiang Cheng giro.