Kurapika no sabía muy bien lo que estaba haciendo en ese momento, su mente le gritaba una y otra vez que era un pelotudo por haber tomado la iniciativa con Chrollo de esa manera, fue descuidado. Se gritaba a sí mismo que deje de besarlo, que deje de apretar los cabellos negros, que deje de moverse contra él, pero no podía controlar su propio cuerpo ni su propia boca (aunque digamos que no ponía resistencia alguna)
Tampoco lo admitiría ahora, pero esto le gustaba más de lo que debería, sólo que lo sentía demasiado acelerado para ese momento.
Pero bueno, es una lastima, porque ya tenía las manos sobre la masa y los labios ocupados en un beso demasiado bueno que no quería parar realmente. Así que mandaría a callar a su consciencia y disfrutaría aquello como se le plazca, eso no estaría mal.
Mas llegó un momento en el que le aburrió estar ahí parado recibiendo un chape, aunque sea el mejor que ha tenido en su vida. Dejó que sus manos exploren un poquito más, acarició el cuello del más alto despacio, asegurándose que sintiera que se estaba moviendo, que planeaba hacer algo, que espere algo más de él. Y parece que fue bien recibido, porque Chrollo se separo del beso por un momento para mirarlo a directamente a los ojos y soltar un suspiro de satisfacción que fue el pase para que Kurapika se anime a hacer más.
Los labios ajenos bajan a su cuello y Kurapika corre las manos más abajo, recorriendo el cuerpo más grande sobre la ropa hasta su estómago.
¿Sería correcto bajar más o ya se estaba tomando muchas libertades?
No piensa mucho en ello, porque todavía marcando su piel, Chrollo toma una de sus manos y la baja lentamente hasta su entrepierna, Kurapika puede sentir la erección del más alto directamente y se pregunta en que parte del mundo quedó su vergüenza cuando comienza a acariciarlo a través de la ropa.
Bueno, en ese momento se desconoce.
— Podes hacer más que eso. — Chrollo dice después de unos segundos que parecen eternos para ambos, lo mira a los ojos con intensidad, haciéndolo sentir demasiado expuesto e igualmente cumple el capricho, deslizando su otra mano también para desabrochar los pantalones del pelinegro.
Iba a ser más, pero Chrollo lo detiene enseguida llevando la extremidad ajena hacia su propia boca, escupiendo en ella de una forma tan atrayente que lo hace abrir los ojos algo sorprendido. El mayor lo soltó, dejando que vuelva a su erección, bajando un poco su ropa inferior para que la mano húmeda envuelva su pene.Kurapika no iba a mentirse aunque quisiera, le gustó, le gustó masturbarlo, mirarlo fijamente, hasta cada gruñido que salía del otro, le encantó cuando tironeó con algo de fuerza su cabello rubio y volvió a juntar sus bocas, obligándolo a tomar más valentía para acariciar su falo con más rapidez.
— Sí, justo así. — Chrollo le habla al oído entre más gruñidos, alentando todo lo que haga. Y Kurapika es débil ante la mirada que le da, ante su voz, sus labios, todo. Siente que podría derretirse cuando lo mira de esa manera. Su mente volando lejos, su cuerpo ardiendo y él simplemente quiere saciar todas sus ganas, tiene el pase libre para hacer lo que se le plazca.
Lo hace. Se arrodilla en el suelo sin despegar la mirada de esos ojos negros que lo miran con hambre, su cuerpo late en todas partes como respuesta. Chrollo se sorprende al principio, pero luego suelta una sonrisa, Kurapika siente un deseo inmenso por lo que tiene al frente.
Todavía con sus miradas conectadas, pasa la lengua por toda la longitud del pene ajeno, lo siente latir un poco más en su mano. No sabe donde carajo quedó su vergüenza al momento de envolverlo por completo. Chrollo todavía lo mira, con el rostro caliente, soltando uno que otro suspiro, su pecho subiendo y bajando y él siente sus propios pantalones más apretados, más húmedos, cuando una mano más grande agarra sus cabellos y lo obliga a recibir más dentro.
— Dios, Kurapika. —
No quiere quejarse de la rudeza con la que lo sostiene, escuchándolo gemir su nombre así hasta puede decir que le encanta.
Con el paso de los minutos Chrollo es el primero en apartar la mirada al tirar su cabeza hacia atrás por el placer inmenso que está sintiendo. El rubio continúa con un vaivén que lo hace sentir en las nubes y al mismo tiempo obligado a estar completamente inmóvil, como si el más mínimo movimiento mandara a la mierda esa sensación increíble. O como si Kurapika hubiese puesto cadenas alrededor de todo su cuerpo y ahora estuviera completamente a su merced.Se escucha la música abajo, las risas y los gritos, los cientos de pasos yendo de un lado a otro, mas el pasillo aún se encuentra desolado, nadie siendo complice de ellos. De todas formas, hacer esto con mucha gente bajo el mismo techo, sabiendo que cualquier persona podría subir y verlos era algo distinto, para Chrollo algo muy estimulante.
La sensación arrasadora en su vientre lo trae a la realidad otra vez, sabe que está cerca y Kurapika continúa haciendo un trabajo espectacular.Este sigue mirándolo, atento a cada gesto y movimiento, cree que si prestará más atención podría hasta escuchar sus pensamientos. Chrollo le pide que lo haga más rápido y lo hace porque quiere seguir escuchando lo bien que suena su voz en esa situación. Kurapika se permite cerrar los ojos y dejar el ritmo en las manos ajenas las cuales comienzan a tirar su cabello con una fuerza encantadora, obligándolo a moverse más rápido, más duro, tanto que la punta del miembro toca lo más profundo de su garganta y lo hace ahogarse un poco, pero no le importa, lo único que quiere es que el pelinegro tome el control y le haga lo que quiera.
Finalmente, su boca es separada de ese desastre. Abre un poco los ojos, encontrándose con Chrollo masturbándose a centímetros de su propia nariz, viéndolo fijamente, lo hace soltar un suspiro tembloroso. Su cabello todavía es sostenido por una mano grande y totalmente inmóvil acepta gustoso cuando el más alto acaba en su rostro con un gemido gutural.
Lo único que alcanza a hacer es recibir con su lengua lo que cayó alrededor de su boca, antes de atreverse a hablar:
— Ahora me debes algo mejor para la próxima.
Chrollo le sonríe desde arriba.
— Cuando vos quieras.
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(no tan) ANÓNIMO || AU kurokura
Fanfictionen donde kurapika jode con mandarle una foto en bolas a su mejor amigo, pero sin querer se la termina mandando al delegado de su clase. ---- • social media au full argentino • narraciones nsfw • au resubido de twitter • en esa con la portada ... 🏅1...