𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 5.
𝐈𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐕𝐢𝐬𝐢𝐭𝐚.
╬━━━━❪ ❦ ❫━━━━╬La condición de Eren poco a poco mejoraba. Intentaba alimentarse bien, beber mucha agua, tomar los medicamentos recetados, entre otros hábitos saludables. Intentaba no pensar en nada, pues de otra forma su corazón comenzaba a aletear con exasperación. Ya las obligaciones cesaban, no había necesidad de obligarlo a comer o a tomarse las medicinas. Seguía a raya y a tabla, con rigurosidad, las indicaciones del doctor y de los enfermeros. Motivado exclusivamente por la efervescente necesidad de volver a verla.
No sabía nada de ella, la información se mantuvo oculta. No le proveían de televisión ni de internet, ni de teléfono, ni de cualquier otro medio por el cuál pudiera hacerse de información. Eren no debía enterarse bajo ninguna circunstancia del asunto. Por otro lado, habían cancelado a los enfermeros culpables, le habían destituido del piso de Eren por si el evento llegara a repetirse. Por lo que tuvo que acostumbrarse a nuevos rostros de enfermeros, y a nuevos tratos. En general, Eren se aburría mucho, ahí, sin información y apartado del mundo. Imaginó cuán apartado del resto se encontraba una persona en prisión, en una cárcel. Y sin quererlo, la situación de Eren no distaba mucho de la situación de Mikasa. Ambos encarcelados. Bien, no sabía de Mikasa, pero no fue difícil inferir que se encontraba presa, de otra forma vendría a visitarlo. Entre esa espesura de aburrimiento, la única distracción fue el violín de Mikasa. Lo único que no habían alejado de su dominio. Lo tocaba día y noche, así, entrenaba su mente con actividad cerebral, remecía su corazón con emotividad y sentir, y hacía algo que le gustaba. No obstante, aunque al principio había tratado de una distracción, en los últimos días consistía en un letargo doloroso. El violín simbolizaba a Mikasa, la melodía emanante de sus cuerdas era simplemente el recuerdo elevado de la mujer rodeando la atmósfera. Y cada vez que pensaba en esto Eren se sentía miserable, se le apretaba el corazón en un puño, y su condición empeoraba. Fue por esto, que finalmente decidió abandonar la única distracción, la única opción de enfocar su mente en el mundo externo del hospital.
Así, fueron pasando sus días, postrado en una camilla, el corazón apretado y muriendo de aburrimiento.
Había perdido el sentido del tiempo, de la orientación, sin embargo, había perdido de todo menos la inspiración para seguir viviendo.
Eren quería verla, a pesar de todo.
Como podía inferirse, su corazón incitaba e insistía en amarrarlo a ella, tirar de ambos para que permanecieran impotentes unidos a ese lazo.
Era la vida un extraño juego cruel de tomas y dejas, amabilidad y hostilidad, ¿Acaso no lo era? El único motivo de Eren para seguir viviendo y continuar esforzándose por salir del hospital, robusto, saludable, como un tronco, era volver a reunirse con Mikasa, y empero, era la misma vida la mayor segregadora, alejándolos con múltiples intentos dolorosos. La situación actual podría describirse con una sola palabra: crueldad, o tal vez la palabra crueldad había sido originada para describir tal coyuntura lamentable. De una u otra forma, qué palabra se asemejaba más o era más apta para describir su situación no tenía real importancia.
Eren se mejoraba lentamente, a paso de tortuga, como se dijo, sin embargo, la lentitud daba grandes resultados, la paciencia era una buena herramienta para lograr grandes metas. Las metas más lejanas, eran las más duraderas y la paciencia era un factor importante para llegar a la meta sin fracasar o rendirse en el intento y en el proceso, a media carrera. En ese aspecto, Eren se sentía orgulloso de sus avances, y aunque por más aburrido yacía, sin ánimos de nada, Eren se animaba a sí mismo para surcar con éxito esa prueba del destino. Bueno, mucho no tenía que hacer, más que obedecer los mandos de su doctor, cuidar su salud en lo respectivo a sus hábitos, y entre otras indicaciones.
ESTÁS LEYENDO
EL MURMULLO DEL VIOLÍN. {𝐄𝐑𝐄𝐌𝐈𝐊𝐀}
FanfictionTres eventos suceden paralelamente. Mientras un hombre sufre un infarto en una academia musical, otro se arrastra moribundo por el piso, y una mujer acuchilla a su novio. Tres eventos sin aparente relación, sin embargo, el músico necesita un traspla...