Capitulo tres.

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Aun con el sabor de sus labios en mi boca, el miedo aun recorría mi cuerpo. Sentía al señor aquel que había aparecido mientras Dinah alumbraba con su teléfono toda la habitación. Ella no me soltaba para nada, el miedo en ella se podía sentir en su forma de sujetarme.
De repente se sentía como nos jalaban la cobija, es el momento de hacerse bolita.
Está encima de mi -susurro Dinah con cierto pánico, sostuve sus manos para que sintiera el apoyo que yo le daba, cuando me moví un poco hacia ella, la cobija fue retirada con todo y cojincitos, provocando que diéramos un brinco y que la soltara.
Justo cuando solté sus manos, la cosa que respiraba encima de ella la jalo lejos de mi.

¡MANI! -gritó ella desapareciendo en la oscuridad, madre santa, ¡¿por donde mierda entro?!

¡DINAH! -grite tratando de ir hacía ella, pero solo me caí de la cama quedando en plena oscuridad. Me sentía Welma en scooby-Doo, buscando algo con las manos, tenía miedo de encontrar algo que no fuera Dinah o algo con luz. Los golpes de una pared se hicieron presentes, y los seguí pasando mis manos por toda la alfombra- ¿Dinah?, ¿Dinah?, ¿Dinah? -preguntaba a cada rato, la habitación se me hacia enorme- Dinah... por favor -susurre casi sollozando. Un golpe algo fuerte se escucho a mi izquierda, entonces la vi, inconsciente pero arrumbada en la pared, iluminada con algo de luz de luna- ¡Dinah! -grite corriendo hacia ella, la abrace y la agite un poco- Despierta, por favor... Despierta -susurre mientras la tenía en mis brazos, acariciando su rostro, esperando a que solo abriera los ojos, o al menos una señal, no se, solo esperaba algo...

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