Capitulo Seis.

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El baile era agradable, su risa retumbaba en mi oído y mi sonrisa estaba de oreja a oreja mientras la miraba de reojo mas de una vez.

Era un sueño pero lo mas raro es que no era tan sueño como pensaba, pues ambas sabíamos que era real, cuando la canción acabo todos le aplaudieron a la banda y Dinah aprovecho para besarme, yo correspondí.

Eres la mujer mas bella de aquí -susurro haciendo que yo soltara una risita tan rara que solo me preguntaba que de quien sabe de donde había salido.

No, aunque tengas ese traje es obvio que tu lo eres -susurre en su oído sonriendo- no puedo dejar de verte.

Bueno, yo no puedo dejar de verte a ti también, quiero soñar con esto ahora yo -la música había parado de golpe y con eso el ruido de dos disparos se hicieron presentes con los gritos de personas, esto provocó que nos empujaran literalmente a la puerta, tratamos de salir sin soltarnos las manos y con todos los empujones , aplastamientos e incluso manoseos lo logramos y salimos corriendo en búsqueda de nuestra siguiente salida.

Ninguna casa tiene puerta ni nada -susurre al darme cuenta de eso, toda la gente corría despavorida sin rumbo y Dinah solo se quedo parada revisando si no había una puerta por ahí, me detuve también y me di cuenta que no había gente corriendo para un lado y camine hacia ahí, estaba llena de paja y se me hizo raro pues estábamos en una ciudad que no tenía esas cosas. Al pasar encima de esta me tropecé y encontré una puerta en el suelo- ¡Dinah! -grite abriendo la puerta la cual estaba oscura por dentro y la poca luz que la alcanzaba solo enseñaba un pequeño escalón. Ella llego rápidamente a tomarme la mano y tragando saliva entramos con cuidado, todo estaba oscuro y parecía que las escaleras no tenían fin.

Que mierda hay aquí -susurro Dinah después de unos largos y eternos minutos.

¡Silencio! -gritó alguien arriba de nosotras, provocando que bajáramos despavoridas hasta abajo, llegando al fin a una habitación que más bien parecía cueva. Al fondo había un hoyo con luz, por lo que tomando mi vestido, corrí con ella hasta ahí.


Al parecer los ladrillos se pueden quitar -Dinah veía como quitar los ladrillos tomando una palanca que casualmente estaba aún lado, yo no sabia que hacer porque tenía mucho miedo.


¿Eh-entramos? -tartamudee asomándome con un ojo un poco, todo era tan tétrico tanto afuera como adentro. El lugar que enseñaba el agujero, era parecido completamente como el sótano de un asesino en serie, tipo así como una habitación en donde encierran a sus futuras víctimas. La luz estaba prendida pero no había señal alguna de que hubiera alguien ahí, tenía miedo de asomarme y también de voltear, ya que todo estaba oscuro, la única iluminación era la luz de la luna pero era casi nula. Antes no me caí de los tantos tropiezos con las piedras del suelo o mi vestido enrollado por ahí- Di, creo que me voy a sacar el vestido, no lo aguanto más -susurré girando para verla, ella asintió y le di la espalda cerrando los ojos para que me ayudara con el cierre que tanto me aplastaban las costillas. Parecía que tenía un vestido del siglo en donde los corsé eran los antiguos sujetadores. cuando al fin me libré de eso, me quedé en una bata blanca y con más aire en los pulmones. giré viendo a Dinah y luego el hoyo que daba a aquella rara habitación.


Voy a quitar los ladrillos, ponte atrás de mi -Di tomó la palanca y yo me puse como me dijo mientras abrazaba mi vestido, todo estaba oscuro y había un cierto temor de lo que podíamos tener en nuestras espaldas, ya que podría ser cualquier cosa. A golpes tiró los ladrillos y algunos los empujó con la palanca de una manera rápida, para hacerme pasar. Ya adentro, se escuchaba la misma canción que se escuchaba en el club; moonlight serenate hacía acto de presencia nuevamente. Había recortes de periódicos de varios asesinatos por todos lados, un armario rojo cerrado con llave, un colchón con sangre seca y un espejo con un lavabo asqueroso. Detrás del armario estaba la puerta, pero ni con todas las fuerzas de Dinah y las mías pudimos moverlo.


Esto es estresante -me senté en el suelo encima de mi vestido, ella se sentó a mi lado y vimos el gran hoyo oscuro que habíamos dejado atrás, ruidos extraños empezaban a sonar, y con ellos una risa de una niña. Nos levantamos tan rápido y empezamos a tirar del armario de una manera mucho más desesperada, pero no logramos nada, giré y miré el espejo sorprendida, estaba Dinah de espaldas y yo mirándome, con nuestras pijamas puestas. giré para ver que Dinah seguía con su traje y su sombrero, entonces reaccione, tomé el espejo mirándome como lo hacía también en el otro lado, Dinah venía atrás de mi para ayudarme.


Por dios -miró Dinah el espejo jalando un lado también, hasta poderlos sacar finalmente de la pared, lo empujamos al hoyo cubriéndolo con éste- ¿Porqué estamos normales del otro lado del espejo? -susurro ella mirándome, yo me encogí de hombros, no sabía ni que había hecho.


No sé, es raro esto -arrugué la nariz viéndome aún en el espejo, notaba que cuando hablaba, movíamos la boca al mismo tiempo, pero estaba segura que no decíamos lo mismo. me acerque para ver si decía algo


¿Qué ocurre Mani? -preguntó Dinah parándose atrás de mi.


Algo raro -hablé sin dejar de ver mi reflejó en el espejo- digo algo diferente, es repetitivo -fruncí el ceño al notarlo.


Acabas de decir, o bueno en tu reflejo, que entremos -susurró Dinah, yo fruncí el ceño y acerque mi mano al espejo de manera lenta y con todo el miedo del mundo. cuando pegué mis dedos al espejo, mi otra yo tomó mi mano jalándome con la ayuda de la otra Dinah, ya que ella me estaba jalando también hacía ella, mi mano estaba cada vez más hacía allá, podía sentir el aire del otro lugar y la risa de la niña acercase.


ven conmigo -le susurré a Dinah y ella dejó de hacer fuerza, por lo que nuestros reflejos al fin pudieron meternos adentro de eso espejo.



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