Ju, de Julie.

1. Bohemia Disco.

Julie Franklin.

El agua caliente cae sobre mi cuerpo desnudo relajando mis tensos músculos casi al instante, he tenido un día agotador en Burguer 360, la hamburguesería donde trabajo desde hace casi un año.
Jason, mi compañero de trabajo, gran amigo y ex novio de mi mejor amiga Nadinne, ha faltado hoy al trabajo y me ha tocado a mí doblar turno, haciendo 12 horas en vez de 6. Estoy agotada.

Hace un año y medio que Jason y Nadinne empezaron una relación; al inicio parecía todo muy serio, incluso llegué a pensar que Nad le quería, que por fin había asentado la cabeza y solo tendría ojos para él, lo cual sólo duró unos cortos 6 meses; cuando estaban por cumplir su séptimo mes juntos, Nadinne dejó a Jason con la excusa de que quería centrarse en ella misma, lo cual era una completa mentira, yo sabía bien que había pasado: Se había cansado, así de fácil.
Pero así era ella, mi única amiga, han pasado tantos por su cama, que ni siquiera creo que ella pueda ser capaz de contarlos, no ha estado con el mismo chico por más de un mes, exceptuando a Jason, él fue un auténtico récord.

A pesar de que discutamos casi a diario, ya que vivimos bajo el mismo techo y ella tiene un serio problema con los hombres y el sexo, es una chica estupenda; desde que teníamos 5 años ha estado ahí para mí, me ha apoyado en absolutamente todo y lo que más valoro es lo paciente que puede llegar a ser, soy una persona muy cerrada y... tímida, sobretodo tímida.

–¡Juuu! ¡Cierra el maldito agua de una vez! ¡Pagarás tu sola este mes la dichosa factura!– Nad grita como una loca mientras abre la puerta del baño donde estoy duchándome casi de una patada, con total confianza. Me sobresalto y por poco me resbalo.
Consigo sujetarme y suelto un suspiro cansado, cierro el agua y salgo.

–¿Crees que podrías bajar la voz? Tampoco he tardado tanto– Me quejo secando mi cuerpo bruscamente con la diminuta toalla que me ha alcanzado Nadinne. Cuando termino, más rápida que una bala, enredo la misma toalla en mi cabeza haciéndome un turbante para secar más rápido mi cabello pelirrojo.

–Has estado ahí 30 minutos con el agua cayendo– Me fulmina mirándome a través del espejo, está pintando sus labios de color rojo muy oscuro.

–¿Vas a salir?– Cuestiono dándome cuenta entonces de cómo va vestida. Lleva una falda cortísima de color morado, junto a un top blanco que se le ciñe como una segunda piel. Tiene un cuerpo de escándalo, es alta y voluptuosa, todo lo contrario a mí.

—Pues claro que voy a salir, y tú vas a venir conmigo— La miro negando con la cabeza, son más de las doce y me acabo de poner el pijama, no puede estar hablando en serio. Nadinne sonríe al ver mi expresión. —Julie, me da igual lo que digas, esta noche vas a venir conmigo.

—Nad, ya hemos hablado de esto mil veces, paso de fiestas.— Es la verdad, odio cualquier actividad que incluya socializar con la gente, siendo sincera podría decir que hasta me aterra.

—Anda, por favor, Ju. Te prometo que sólo será un ratito, llevo toda la semana sin salir a ningún sitio, lo necesito. Además tú también, no puedes pretender quedarte aquí toda la vida, acabarás por volverte loca.— Me mira haciendo un puchero con sus labios ya perfectamente pintados.

—Nadinne, he pasado doce horas sin parar haciendo hamburguesas, sólo quiero irme a la cama.— Suplico con la esperanza de que se dé por vencido y me deje en paz. No tengo tanta suerte.

—Es viernes, mañana no tienes que trabajar y podrás estar todo el maldito día en la cama. Ahora vamos, te dejo algo para que puedas ponerte, vamos a ir al Bohemia Disco.— Me mira con una sonrisita inocente. El hecho de que haya dicho vamos en plural me da a entender que no tengo nada que hacer, ya está decidido y no hay nada que pueda decirle para que deje que me quede durmiendo, es capaz de sacarme a rastras de casa. Gruño fastidiada y la sigo hasta su dormitorio, el cual está hecho un desastre.