Julie Franklin
Palpo la cama con mi diminuta mano buscando la tercera almohada que me falta, gruño molesta al no encontrarla, abro un solo ojo y de inmediato la luz cegadora me golpea. Maldita sea. Anoche debí dejarme las dichosas cortinas subidas. Vuelvo a cerrar mi ojo, mi cuerpo está dolorido por la intensa jornada de trabajo de ayer. Debí quedarme en casa descansado en vez de ir a la estúpida discoteca a la que me arrastró Nadinne. Nada bueno me pasó allí.
En cuanto ese deprimente pensamiento llega a mi cabeza, es sustituido inmediatamente por aquellos ojos que encontré entre toda esa gente mirándome sólo a mí, la estúpida sonrisa que ha aparecido en mi cara sin darme cuenta, desaparece al recordar lo que pasó después de dedicarle la mueca más sincera que pude sacar de mí en aquel momento tan íntimo que compartimos. Sí, apenada puedo jurar que para mí ha sido el momento más íntimo que alguna vez he compartido con alguien, mirarnos durante minutos de esa manera... sólo de recordarlo mis mejillas se encienden como dos antorchas.
Después de aquella sonrisa que le ofrecí a aquel chico inmensamente guapo, él frunció el ceño hacia mí, se dio la vuelta y en apenas un segundo se esfumó perdiéndose entre la gente. Ni siquiera tuve tiempo de pensar qué demonios había sido aquello, Nadinne volvió a arrastrarme cruzando la discoteca entera, hasta llegar a la puerta de salida. La pobre estaba hecha una furia. Se ve que su rubio sexy llamado Will, también había desaparecido de repente, lo había encontrado de nuevo entre la gente, pero él la había mirado, sonreído cortésmente y vuelto a desaparecer. Estaba tan furiosa que decidió dar por terminada la noche y regresar a casa.
Con pesadez decido salir de mi cómoda cama y darme una ducha, después de que aquel borracho tirara su bebida sobre mí, ni siquiera fui al baño a limpiarme, cierto chico atrapó toda mi atención y olvidé por completo lo asquerosamente pegajosa que me encontraba. Ahora, después de haber pasado toda la noche, puedo decir que huelo como si en vez de bebida lo que derramaron sobre mí, fuese vómito.
Una vez estoy limpia y bienoliente, me visto con mi holgada y cómoda ropa, me pongo unos joggers grises y una enorme camiseta verde pantano con unas letruzcas blancas desgastadas en el centro.
Nadinne se encuentra en la cocina cuando salgo, me acerca uno de los dos sándwiches vegetales que ha preparado con una expresión ceñuda. Vaya, sigue enfadada.
—¿Sigues molesta con ese idiota de ayer?— le pregunto mientras saco mi zumo de pomelo de la nevera, es mi favorito. —Él se lo pierde, Nad. Anda, quita esa cara.—Me sirvo el líquido en un vaso y añado un par de hielos, mi amiga niega repetidas veces con la cabeza.
—No lo entiendo, Julie. Estuvimos toda la noche bailando, lo pasamos genial. Pero salió corriendo en cuanto intenté besarlo... me siento humillada. — Nadinne se pasa una mano por su cabello revuelto, todavía niega con la cabeza como si no fuese capaz de creerse que un chico la haya podido rechazar de esa manera.
—Bueno, Nad. ¿Qué es lo que te preocupa? Por lo general ningún chico te ha rechazado hasta ahora... pero es muy probable que jamás vuelvas a verlo.
—¿Pero qué dices?— Parece bastante ofendida y a mí me entran ganas de reírme. —¿Crees que estoy ciega? ¿Viste como me mirada? Ese chico quería desnudarme allí mismo y hacerme mil maravillas.— Asegura bufando —Es que no sé qué fue lo que pasó.
Nadinne continúa parloteando mientras yo devoro mi sándwich, quiero creer que se le pasará el disgusto, pero cuando pasa una hora y ella sigue con su expresión ceñuda y malhumorada, empiezo a preocuparme.
¿De verdad le ha afectado tanto? Ella no suele darle importancia a sus líos, cuando amanece es como si no recordara con quién ha pasado la noche, por eso me extraña que ese tal Will todavía se adueñe de su juicio.

ESTÁS LEYENDO
Ju, de Julie.
Teen FictionA sus 20 años, a Julie Franklin nunca la han besado, nunca la han tocado y por supuesto, nunca se ha acostado con un chico en la misma cama. Al contrario que la mayoría de chicas de su edad, Julie no está interesada en ningún tipo de relación que no...