d o s '第二章'

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Narrador:

Lisa no lo podía creer, aun estaba en shock, la chica del metro era más hermosa cuando la veías a los ojos, esos ojos gatunos qué tenían a Lisa suspirando.

El tiempo se le paso muy rápido, solo pensaba en esa chica, sus ojos, su piel, su rostro, su todo.

Y sin pensarlo, ya estaba a punto de salir de su oficina, esta vez no se sintió cansada y harta, estaba feliz, pues una mirada bastó para que su día se alegrará por completo.

El día era lluvioso y estaba a punto de llover, había llovido todo el día y Lisa esperaba, que para la hora de ir a casa, el cielo ya no goteara, pero falló, el cielo parecía que se caería.

Lisa se levantó de su escritorio, ordenando su área de trabajo, dispuesta a salir, tomó su paraguas y salió de la oficina.

Estaba a fuera del edificio y abrió el paraguas, miró al cielo y las gotas cayeron en su rostro, suspiró y miró a su lado, deseando qué alguien la acompañara en ese instante, el paraguas era muy grande y necesitaba compartirlo para sentirse bien y llena por dentro.

Pero no había nadie con quien podría compartirlo, o eso creyó.

Caminó mucho tiempo, ni siquiera sabía cuanto, lo único que sabia era qué ya estaba obscuro y caminaba por un puente donde los autos pasaban a toda prisa pero el lago debajo le daba un toque pacífico.

La lluvia persistir por todo el tiempo que caminó, su mente se perdió e incluso perdió el metro qué tenia que tomar para llegar a casa, no le importó, solo quería alejarse de ese mundo estresante qué la rodeaba.

Entonces, Lisa alzó la vista y vio a una chica en el barandal del puente, mirando hacia abajo, su ropa estaba empapada, tenia la capucha de su sudadera cubriéndole el rostro y apretaba fuertemente el metal del barandal, a tal grado qué la piel de sus nudillo se hacía blanca.

Tenia una falda escolar, así que Lisa supuso qué era una estudiante.

No supo que hacer, así que solo corrió a ella y la bajó del barandal lo más rápido que pudo, no le importó soltar el paraguas y mojarse, la vida de esa chica era más importante.

Ambas chicas cayeron al suelo, la luz de los faroles alumbraba sus rostros pero no los miraron porque ambas tenían los ojos cerrados debido al dolor de la caída.

- Mierda - Se quejó Lisa al sentir un dolor agudo en su espalda, pues el peso de la chica cayó completamente en ella - ¿Estss bien? - Preguntó Lisa abriendo los ojos lentamente.

Cuando logró abrirlos, vio algo que jamás imaginó, a la chica del metro encima de ella, mirándola y admirando su rostro.

El aire de los pulmones de Lisa desapareció, al parecer, su voz no salía y se quedó atorada en su garganta.

Parpadeo varias veces para comprobar qué no era un sueño o alucinación, sorpresivamente no era así, todo era real.

- T-Tu e-eres la chica d-del metro - Logró formular esa frase y la chica misteriosa, quien tenia los ojos enrojecidos y algo inflamados, soltó una risita nasal.

- Lo soy - Dijo con la voz rasposa, amenazaba con llorar de nuevo.

Lisa notó qué la hermosa cara de muñeca de porcelana, tenia un golpe en su ojo izquierdo qué parecía muy reciente, su labio estaba partido y una ceja le sangraba.

- ¿Te pasó algo?, ¿Estas bien? - Lisa se levantó, ayudando a la chica a levantarse también.

Ella solo bajó la cabeza y jugaba con sus dedos, comenzó a derramar lágrimas y de un momento a otro, abrazó a Lisa, escondiendo su cara en su cuello, murmurando algo.

- Llévame a un lugar donde las cosas no duelan... Por favor - Sollozó ella, abrazando muy fuerte a Lisa.

Entonces, en ese momento, Lisa quiso protegerla del mundo, de todos y todas.

ℒ𝒶 𝒞𝒽𝒾𝒸𝒶 𝒟ℯ𝓁 ℳℯ𝓉𝓇ℴ '地鐵' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora