t r e s '第三章'

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POV Jennie:

Estaba decidida a hacerlo, me lanzaría de ese puente, no tenia ganas de luchar, de seguir aquí, no tenia un propósito.

Según yo, mi propósito era estudiar y salir lo más pronto posible de mi casa pero ¿y después?, ¿qué pasaría?, mi vida sería un infierno por estar sola y seguiría extrañando a mamá, no tenia a nadie que me abrazara y me dijera que todo esta bien.

Mi vida no tenia sentido y probablemente nunca lo tendría, no tenia otra opción.
Pensé que así, tal vez mi padre ya no tendría que gastar sus energías pegándome y haciéndome la vida imposible.

Los golpes en mi cara no los causó mi padre esta vez, si no los idiotas en mi escuela qué sé la pasan molestándome solo porque dibujo y me alejó del mundo.

Siempre he pensado que es más fácil que las personas se enfoquen en su propia vida y dejen vivir la suya a los demás, pero tal parece que eso nunca sucederá.

Soy una pluma qué es arrastrada por el viento, nunca sabré a donde iré exactamente, soy un caso perdido, no tiene sentido seguir en esta vida si solo es para sufrir.

Así que, cuando llegué a casa, tenia planeado tomar una soga del porche qué mi padre utilizaba antes de que mi madre muriera, escribiría una carta para el y la dejaría junto a la barra llena de licores, era la única forma de que el la notara y después lo haría, me colgará en mi habitación.

Pero mi plan se vio arruinado cuando lo vi sentado en el sofá de la sala con una botella de vodka en su mano, parecía enojado por algo, entonces recordé, que esa mañana, olvide dejar la comida echa para él.

Abrí los ojos ampliamente, cuando pude reaccionar, tenía una bofetada en mi mejilla y estaba en el suelo.

Lo único que recuerdo, fue qué me abracé a mis rodillas y tapé mis oídos con las palmas de mis manos, lloraba sin control, pues no me gustaba cuando mi padre gritaba, me hacia sentir mal y mis tímpanos zumbaban.

Simplemente corrí, corrí sin parar y sin mirar atrás, me fui de casa y no sabía si volvería viva o muerta, en un ataúd.

Solo pide pensar en irme con mamá, en ser una estrella al igual que ella.

Y entonces llegué a ese puente, me quedé más de diez minutos ahí, pensando en como saltar, quería hacerlo, más no tenia las fuerzas, como siempre, fui una cobarde.

Hasta que llegó ella y me quitó la oportunidad de irme de este mundo, aunque cuando tomé su mano, sentí esa paz qué no sentía hace tanto tiempo, sentí que podía estar segura en este mundo con ella... La mujer del metro.

Caminamos durante mucho tiempo, no se cuanto exactamente pero fueron minutos eternos, en los que sentí que este mundo no podía hacerme daño, donde me sentí segura a su lado.

Compartimos su paraguas, aunque ella se aseguraba de que yo no me mojara y parte de su hombro estaba empapado, al igual que partes de su cabello.

Su olor era distinto a otros, ella sobresalía, tenia un olor a chocolate y menta, no muy convencional pero ante mi la hacía única.

Les dije que presto atención hasta a los pequeños detalles, ahora se como se llama, ya qué tiene una etiqueta en su traje donde dice "contadora Lalisa Manoban".

Su nombre es lindo y desconocido para mi, supongo que es de otro país, sus ojos me gustan, estos están rasgados pero no tanto como los míos, los suyos son más grandes y redondos.

También encuentro atractivas sus manos, son grandes y delgadas, al igual que si piel morena, me gusta demasiado eso.

Al final tomamos un taxi y ella me dijo que me llevaría a su casa y le contaría lo que me pasó, no estoy lista pero, extrañamente, ella me da una confianza extrema, siento que puedo confiar en ella.

ℒ𝒶 𝒞𝒽𝒾𝒸𝒶 𝒟ℯ𝓁 ℳℯ𝓉𝓇ℴ '地鐵' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora