Rimuru Ships

¿Quieres dormir conmigo?

Ship: RimuruxCarrera

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Carrera se encontraba en su oficina revisando, escribiendo y firmando papeles, el trabajo no la entusiasmaba para nada pero no podía dejarlo, Rimuru fue quien le dio ese importante puesto.

Soltó un largo suspiro y se apoyó en el respaldo de su asiento, cerró los ojos unos segundos y se acomodó nuevamente, pero notó una hoja en el suelo.

Frunciendo el ceño se puso de pie y caminó hasta la hoja y, al momento de tomarlo una mano se le adelantó.

Era su señor, la única persona capaz de ponerla nerviosa y sumisa, aunque claro, nunca han tenido mas interacción que la de amo-subordinado.

El estres y el malhumor que tenía la rubia desaparecieron al instante en que vio al peliceleste, lo que provocaba Rimuru en ella era increíble.

Rimuru:Hola Carrera[Sonrió entregando la hoja]¿Como has estado?

Carrera:B-Bien Rimuru-Sama[Tomó la hoja]¿A que debo su visita?

Rimuru:Bueno...puede sonarte extraño[Apartó la mirada sonrojado]¿Quieres...dormir conmigo?

El pedazo de papel se escapó de las manos de Carrera y un pequeño silencio se formó. Un fuerte sonrojo invadió las mejillas de la rubia junto a una pequeña sonrisa.

Carrera:Estaría...encantada[Murmuró]

Rimuru:Entonces..vendré a buscarte cuando termines tu trabajo

Dicho eso el peliceleste regresó a su propia oficina, Carrera por su parte se mantuvo de pie en el mismo lugar por varios minutos y luego volvió a su asiento.

Carrera:Dormiré con Rimuru-Sama[Murmuró sonrojada]

La rubia giró en la silla mientras gritaba en voz baja. Con las mejillas sonrojadas regresó al trabajo pero solo pudo firmar un par de cosas por la emoción y los nervios.

Las 6 horas que restaban de trabajo se le hicieron eternas, siempre ingresaba a las 8 Am y salía a las 20 Pm, había estado haciendo 12 horas de trabajo diario desde hace casi 1 año que terminaron todos los asuntos de guerra.

Pero en ninguno de esos días se había sentido tan emocionada y nerviosa, ahora que Rimuru apareció por 2da vez en el día en su oficina sus nervios aumentaron.

Rimuru:¿Terminaste?[Preguntó acercándose al escritorio]

Carrera:Sí, ya podemos..irnos[Se puso de pie]

Rimuru:¿Vamos entonces?[Le tendió la mano]

Carrera:...Sí

Tímidamente Carrera sujeto la mano de Rimuru y caminaron tranquilamente, la rubia tenía la mirada hacia abajo para que el peliceleste no notara su sonrojo. Y Rimuru miraba para los costados con un pequeño sonrojo.

Luego de un rato de caminar llegaron a una casa de gran tamaño, la casa de Rimuru Tempest.

Sin soltar la mano de la rubia Rimuru abrió la puerta y ambos ingresaron, lo primero que se encontraron fue con una sala completamente desordenada.