TREINTA Y CINCO

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Al día siguiente Ámbar se despertó un tanto tarde, eran las 10 de la mañana, ella solía dormir mucho menos, ella levanto con las náuseas de siempre, fue hasta el baño y vomito, sabía que era normal todo lo que le pasaba, al terminar fue hasta el lavamanos y se lavó la cara y los dientes, cuando salió vio a Luna en su cama pegada en su teléfono, ella si iba a juzgarla, era la mejor amiga de Simón y debería de estar pensando lo peor de ella, ayer no le dijo nada porque estaba Sebas y sabía que no sería tan tonta de juzgarla allí mismo.

- Hola prima – dijo ella apuntando a una bandeja con comida – tenemos mucho de qué hablar, todos ya comieron temprano

- ¿Cómo esta? – pregunto Ámbar sentándose para comer, antes de decir nada quería saber cómo estaba Simón – ay muero de hambre

- ¿él? Se seguro con resaca – dijo ella sonriendo, había llamado a su madre esa mañana y dijo que aún dormía – pero no me importa él ahora, anoche no pude hablar bien contigo

- yo estoy bien – dijo ella comiendo un poco de las frutillas que Mónica puso en la bandeja – muy triste y enojada conmigo, pero bien

- y con lo del bebé – dijo Luna pensando como preguntarle, o sea ya sabía que lo iba a tener, pero anoche igual estaba muy sensible – ¿Cómo estas con eso?

- bien – dijo sonriendo, paso por lo peor de todo, decir la verdad, ya solo bastaba esperar y conocer a su bebé – estoy deseando conocer a mi cerecita, que pronto será una uvita

- ¿cerecita? – pregunto Luna con una sonrisa –

- es el tamaño de como crece – dijo ella recordando lo que decían esas páginas de internet que visito, quería comprar algunos libros sobre maternidad, quería estar lista para cuando su bebé naciera – quiero que sepas que nunca quise lastimarlo

- lo sé – dijo ella, no tenía que decirlo, pero Simón creía otra cosa, él creía que Ámbar se había acostado con Matteo porque él sintió algo por ella, pero Luna creía que era el enojo de su amigo – sé que amas mucho a Simón, pero ¿Matteo?

- fue un desliz – dijo Ámbar parando de comer, solo fue un desliz, uno que arruino su vida – no preguntes como llegamos a eso, solo sé que él estaba triste por Mayra y bebió y cuando lo hace se vuelve muy insistente, yo también accedí no creas que abuso de mi

- ¿él sabe? – pregunto Luna

- sí y reacciono super mal – dijo Ámbar recordando la reacción de Matteo y como Sebas termino pegándole – Matteo me dijo que si era de él no se haría cargo, pero se hará los exámenes de ADN solo para salir de dudas, pero no estará cerca

- me refería a Simón – dijo Luna, si Matteo fue capaz de eso, a ella le alegraba haber terminado su relación con Matteo, pero Ámbar parecía super afectada – porque estas embarazada y te debe una disculpa por anoche, porque me conto todo

- no pude decirle – dijo Ámbar – ya estaba bastante molesto y temía que hiciera otra cosa conmigo

- ¿pegarte? – Ámbar asintió – Ámbar él no es así

- no viste sus ojos – dijo ella – me odia más a que cualquier persona en este mundo, temí que me levantara la mano, la manera en que me tenía contra la pared – dijo soltando unas lágrimas, le dolía el brazo, pero no habían marcas, él estaba herido – el llanto es parte de esto – dijo sonriendo, tratando de quitar ese ambiente que había hecho – uhm tengo que decirle, ya lo sé – dijo buscando en su bolso la fotografía de su bebé – este es mi bebé, es chico, pero ya lo es todo para mi

- ay dios mío – dijo ella mirando la imagen, Ámbar parecía feliz y allí estaba la prueba que algo estaba creciendo dentro de ella – te acompaño con Simón

On My Own- Ámbar SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora