Un campeón

capitulo 25

CAPITULO veinticinco

Harry estaba sentado alrededor de la mesa de estudio en sus habitaciones. The Daily Prophet había corrido y había revelado otra serie de ataques obviamente hechos por los mortífagos en un duelo en una aldea mágica muggle anoche. Harry estaba enojado por eso. Gabby se acercó y puso sus manos sobre sus hombros "¿Qué está mal amor?"

Harry se frotó la cara. "No estamos obteniendo información lo suficientemente rápido como para hacer algo sobre estas redadas. Estoy frustrado".

Hermione levantó la cabeza del libro que estaba leyendo "Ve a ver a Amelia y pide ayuda". Dijo Hermione. Ella le dio una sonrisa y luego le entregó dos cajitas. "Luego, mientras estás en la oficina, colócalas en lugares estratégicos. Creo que una encima del flú de emergencia y en la oficina de Amelia debería hacerlo".

Hermione volvió a su libro cuando Harry la miró y sonrió "Brillante. Te daré un masaje de una hora esta noche".

Hermione sonrió. "Entonces le debes una a Gabby. Ella reconoció la necesidad y me habló del problema y luego descubrí cómo hacerlo".

Gabby lo besó en la mejilla y se alejó tarareando para sí misma. Harry sonrió mientras salía por la puerta y se aparecía en el ministerio y más precisamente en la oficina de Amelia.

Harry se sentó en una silla frente a ella mientras lo miraba "¿Pudiste llegar a tiempo?" le preguntó a ella.

Amelia parecía irritada "No, siempre llegamos cinco minutos tarde sin importar lo que establezcamos".

Harry transfiguró la oreja extensible en un cuadrado y luego la colocó debajo del borde frontal de su escritorio mientras ella miraba por la ventana. Rápidamente lo desilusionó antes de que ella se diera la vuelta. "Mierda, esperaba poder intervenir y esperaba que pudieras tener una manera de llegar más rápido".

Amelia lo miró "Yo también, pero no puedo tener Aurores estacionados en todas partes." Amelia hizo una pausa "No apruebo el vigilantismo de ninguna forma".

Harry negó con la cabeza "Sé que tienes un trabajo que hacer, pero la gente tiene derecho a defenderse. El hecho es que, aparte de los vecindarios muggles, cuando Voldemort ataca, los mágicos lo superan en número casi tres a uno en cualquier lugar dado. . Sin embargo, de alguna manera se las arregla para matar y mutilar a muchos y escapa limpiamente. ¿Cómo es eso posible? "

Amelia parecía perpleja "La gente está asustada Harry y la mayoría no sabe cómo pelear".

Harry sonrió "Eso es gracias a las clases de defensa inadecuadas en educación mágica. Quizás es hora de empoderar a la gente para que recupere su país. Es hora de enseñar a la gente a defenderse y es hora de devolver el golpe a los seguidores de Voldemort con una ciudadanía que lo supera en número casi 50". a uno."

Harry se levantó de su silla y se volvió hacia ella. "Si eso sucediera, unos pocos Aurores podrían llegar muy lejos".

Amelia "Eso también causará muchas más muertes. Quizás en un solo lado."

Harry frunció el ceño "Lo siento, ¿ese informe decía que nadie murió porque no se defendieron?" Harry se burló "Los matan todos los días y se escapan sin un rasguño - Que eso suceda ahora es un crimen para mí".

Amelia se sentó pesadamente y sintió el peso de su posición sobre sus hombros. Harry tenía toda la razón. Murieron si no peleaban, morirían si lo hicieran, pero lo que es más importante, podrían llevarse algunos con ellos. ¿Qué tenían que perder por al menos intentarlo?

Amelia se volvió y gritó "Shack, te necesito". Mientras esperaba a que Shack entrara, escribió una nota para el profeta diario. Ella sonrió mientras lo terminaba y luego le dio la carta a una lechuza de correo para que la entregara.