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Para que los corazones de sus invitados pudieran tener su equilibrio nuevamente, tanto Wonderworld como sus guardianes, absorbían parte de las emociones de estos, para así, ayudarlos en su proceso de sanación y pudieran regresar a su hogar, sin embargo, esto solía romper ligeramente el equilibrio entre el negati, el positi y el mismo mundo de fantasía, por lo que, cada cierto tiempo, las tres entidades tenían un proceso de purificación, eso sí, cada uno era diferente entre si, mientras que el de Lance consistía en tocar bellas melodías en violín hasta que el exceso de emociones y sentimientos desapareciera, el de Balan consistía en bailar hasta hacer desaparecer la mayor parte de las emociones y sentimientos que había absorbido, pero, no estamos aquí para hablar sobre los métodos del negati o del positi, sino, para hablar de la entidad más poderosa, Wonderworld. Aquel país lleno de magia y maravillas tenía varias formas de liberarse, desde jugarle pequeñas, hasta grandes jugarretas a sus guardianes, hasta simplemente entrar en un pequeño estado de invernación, donde ni la magia o los pequeños Tims podrían atraer a nuevos invitados.
Tras la gran batalla que se abría librado hace poco entre la sombra de la negatividad y los corazones de los visitantes, Wonderworld quedó exhausto y lleno de tantas emociones y sentimientos que era sumamente doloroso para la entidad, por lo que, una vez que todos los visitantes salieron del teatro y solo quedaban sus guardianes, dio inicio a si proceso de purificación; una terrible tormenta empezó a caer sobre todo Wonderworld, mientras que poco a poco, las hermosas luces del teatro se iban apagando, una por una, hasta quedar en completa oscuridad. Ambos guardianes se miraron con confusión, pero rápidamente rompieron contacto visual, ya que, por los acontecimientos recientes, les resultaba algo incómodo el tan solo mirarse, por lo que, el negati estaba dispuesto a retirarse a las profundidades de Wonderworld y alejarse de su contraparte, dio un chasquido acompañado de un pequeño giro sobre sus talones, pero no pasó nada, extrañado volvió a intentarlo, pero obtuvo el mismo resultado.
–Parece ser que nuestro querido Wonderworld un descanso decidió tener. –Pronunció el de sombrero de copa con su típica sonrisa, pero con un tono de voz totalmente diferente.
–Eso parece. –Respondió el de los zarcillos con vetas multicolor. –Supongo que después de tales acontecimientos se lo merece.
Sin poder irse del teatro, Lance simplemente decidió empezar a caminar hacia su camerino, acompañado de algunos pequeños negatis que se encontraban ahí.
–¿A dónde vas? –Preguntó el de rastas color menta casi como si de un susurro se tratase.
–Es obvio que entre tú y yo hay un ambiente de incomodidad, por lo que me retiraré a mi camerino y te dejaré en paz, tómalo como un acto se solidaridad. –Respondió el de ojos zafiro sin siquiera mirarlo o detener su andar.
