Forever | Newt |

5.

Parpadeé un par de veces, sentía los ojos algo pesados. Volví a cerrar los ojos mientras tomaba la fuerza de voluntad para levantarme.

—Al fin despiertas.

Escuché decir al rubio muy cerca de mi oído, con una voz ronca, estoy segura de que —el también acababa de despertar.

Hundí mi rostro en su pecho, abrí los ojos y levanté la mirada para encontrarme con la suya viéndome. Reaccioné, tenía mis manos sobre su torso, quizá un poco más arriba, estaba casi abrazándolo, me senté abruptamente en la cama, como siempre Newt se rio. Con mis manos tapé mi rostro, tratando de ocultar la vergüenza.

—Tranquila, no fue incomodo dormir así.

—Lo siento —me disculpe aun con el rostro cubierto.

—¿Pero sabes que sí fue incómodo?

Me giré bajando las manos para poder verle, negué con la cabeza para que el siguiera hablando.

—Cuando te pegaste tanto a mí que casi me tiras de la cama, lo peor es que trate de despertarte y nada, por un momento creí que estabas muerta, pero, descarte esa idea cuando empezaste a balbucear y babear mi almohada —dijo. Una gran sonrisa apareció en su rostro, el chico estaba reprimiendo la risa.

Entrecerré los ojos, me estiré para tomar la almohada, efectivamente estaba un poco húmeda, por mi culpa, lo volví a mirar, pero, esta vez no se resistió y estallo en una carcajada, sin pensarlo una segunda vez le lancé la almohada directo al rostro.

- ¡Auch! —se quejó, era evidente que no le había dolido, aún tenía esa sonrisa burlona pintada sobre el rostro — De esta no sales —dijo amenazante, señalándome con su dedo índice, le dediqué una mirada retadora.

—¿En serio? —respondí divertida y confiada.

Vi como el rubio se levantó de la cama, ahí mi expresión cambio completamente, pasé de tener una gran sonrisa a tener los ojos tan abiertos como podía.

—Espera, espera —dije mientras me ponía de pie—. Yo no quería lanzarte la almohada, se me resbalo de las manos.

—Ya lo creo —dijo mientras se me acercaba peligrosamente.

—¿Debería correr? —cuestioné nerviosa.

—Así es.

No esperé ni un segundo más para salir disparada hasta la puerta, salí de la cabaña sintiendo el césped bajo mis pies, pero no tenía tiempo para pensar en eso, seguí corriendo por el área, me giré para buscar a Newt, estaba casi pisándome los talones.

No tardó mucho en alcanzarme y tirarme al suelo, se puso sobre mí haciéndome cosquillas.

—¡Rubio detente! —grité entre risas.

- ¡Discúlpate! —exigió.

—¡Jamás! —grité, el aire me empezó a faltar, mi estomago estaba doliendo. El rubio negó con la cabeza, sin parar de hacerme cosquillas— Está bien, está bien —lloriqueé. El chico alejó sus manos de mi abdomen, aunque no se quitó de encima mío.

—Te escucho —dijo mientras quitaba uno de sus mechones rubios que caía sobre su rostro.

—Losiento —murmuré en un tono casi inaudible. Newt alzo una ceja, esperando a que lo dijera de la manera correcta—. Yo lo

—¿Qué haces encima de mi hermana? —fui interrumpida por Gally, quien se encontraba mirándonos con los brazos cruzados y el ceño más fruncido de lo habitual.

—Esperando a que se disculpe —dijo sentándose a mi lado.

—¿Por qué tendría que hacerlo? —cuestionó aún con los brazos cruzados.