I.

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Forever.

Sin poder ver mucho me puse de pie tratando de entender que estaba sucediendo, tanteando a mi alrededor pude deducir que estaba en una especie de caja, la cual ascendía a una velocidad considerable. Perdí el equilibrio y me balance por la estructura de metal en la que me encontraba, haciéndome chocar abruptamente contra alguien, solté un chillido de sorpresa alejándome nerviosa.

—¿Qué está pasando? ¿dónde estoy? —pregunté alarmada. Preparada para golpear a quien quiera que fuera en caso de que se me acercara.

—Yo no lo sé. —contesto una voz masculina.

Por el tono que usó supe que estábamos en la misma situación y no era alguien de que preocuparme por ahora.

Desesperados iniciamos a pedir ayuda a gritos.

—¡¿ay alguien ahí? —grité esperando que algo sucediese.

Sin embargo, no hubo nada, el chico siguió gritando, yo deje de hacerlo cuando se escuchó una alarma sonar fuertemente, haciendo que por inercia llevará mis manos hacia mis oídos, cubriéndolos; una luz roja parpadeante comenzó a brillar, provocando que me marease, cerré los ojos tratando de volver a estar estable.

La caja de metal freno en seco, esto me hizo golpear mi frente contra alguno de los objetos que se encontraban ahí con un quejido.

Los rayos del sol entraron por arriba, parecía que la caja había sido abierta, se escuchaban voces de personas hablando al unísono, lleve una de mis manos hasta mi frente, tocando justo donde me había golpeado hace unos segundos, mire mis dedos, notando como algo de sangre corría por ellos, hubo un doble ruido dentro que la caja que me hizo sobresaltar, alcé un poco la mirada para darme cuenta que había tres varones dentro, uno de ellos el chico con el que había despertado, su cabello era moreno, pude notar un par de lunares en su rostro, y su expresión confundida debía ser igual a la que yo tenía. Frente a él un chico al que no pude verle el rostro por el ángulo en el que me encontraba, pero era alto y corpulento. Giré un poco la cabeza para encontrarme justo delante de mí a un chico alto y rubio de tez clara.

Como pude retrocedí hasta chocarme con las paredes metálicas de la caja.

—No, tranquila, no pasa nada —habló el rubio mirándome—. Ven, te ayudaré a salir de aquí.

—¿Quién eres? —pregunté aun con desconfianza.

—Soy Newt —me respondió con una pequeña sonrisa en su rostro.

—Soy Argelia —respondí casi por instinto.

—¿Recuerdas tu nombre? —cuestionó. Asentí lento con la cabeza— Ven, salgamos de aquí.

Me ayudó a salir de aquel cubo de metal, los otros dos chicos salieron detrás de nosotros.

El castaño que había estado conmigo al inicio parecía asustado y nervioso, yo también lo estaba.

Mi reacción fue quedarme de pie, estática en mi lugar, por el contrario, la reacción del castaño fue correr a toda velocidad, hasta que tropezó haciendo reír a todos, excepto a mí, que aún estaba tan confundida y nerviosa como para reaccionar, vi como un par de chicos iban a levantar al chico que recién había caído mientras el rubio volvía a hablar.

—Ella es Argelia.

Los demás iniciaron a hacer algo de bulla, un chico alto y castaño claro se abrió paso entre la multitud.

—¿Argelia? —preguntó.

Miré al chico. Un dolor en mi cabeza me hizo hacer una mueca que traté de disimilar, imágenes veloces pasaron por mi mente haciéndome reconocerlo.

Forever | Newt |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora