11.

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¿Acaba de pedirme noviazgo? ¿De verdad? 

Me quedo en silencio, pensando, como siempre, sobre-pensando en qué pasará cuando terminemos, cuando lleguemos a pelear, cuando ella ya no me quiera, cuando mis inseguridades salgan a la luz, cuando ella ya no esté en este mundo. Pero...

—Está bien, acepto, seamos pareja. —Por primera vez en muchos años dejo todos los pensamientos negativos a un lado y me dejo llevar, pues si bien ella me gusta, probablemente también logre ser mi escape de la realidad. 

La veo sonreír por mi respuesta, tiene una sonrisa tan radiante, capaz de iluminar el resto de mis días, o, los de ella; debía mantener esa sonrisa todo el tiempo que el destino me permitiera tenerla a mi lado. Se lanza a mi cuello, lo rodea con sus brazos, está abrazándome, en mucho tiempo nadie me había abrazado, nadie que no fuera Sofía; ¿debo corresponder el abrazo? Mis brazos tiemblan, dudo si hacerlo o no, lo levanto un poco, pero me arrepiento, entonces Renata me interrumpe. 

—Si no quieres abrazarme, no lo hagas. —Dice en mi oído. 

Entonces tomo valor y correspondo a su abrazo, ella sonríe más al sentir mis brazos en su cintura, se siente tan bien el dar y sentir calor de alguien que no sea una cobija en mi cama. 

Nos separamos unos segundos después, ya que nuestros demás compañeros comenzaron a llegar e iba a ser un poco embarazoso que nos vieran abrazados. 

Bueno, ahora tengo novia, ¿qué sigue? Hace mucho que no tengo una. 

Comenzaron las clases, una tras otra; en cada cambio de clases la tomo de la mano, pero, escucho susurros detrás nuestro, y entonces la suelto, no quiero hacerla sentir mal, pero no me siento seguro, sin embargo, ella vuelve a tomar mi mano, dándome así seguridad. Le sonrío a manera de agradecimiento. 

Llega el descanso y vamos a la cafetería, pedimos un frappé y nos sentamos en una de las mesitas del patio, las más apartada de los demás, donde siempre estaba yo, solo. Después llegan Danna y Sofía a sentarse con nosotros; Danna está callada y un poco tímida, como siempre, lo contrario de Sofía, frenética y extrovertida; Danna se sienta al lado de Renata y Sofía llega a abrazarme por detrás, luego de eso le da un sorbo a mi frappé , miro a Renata, quien está frente a mí, viéndonos... un poco extraño. 

—Quizá ya no deberías hacer eso, Sof. —Le susurro al oído. 

—¿Por qué? —Pregunta casi gritando. 

Miro a Renata de reojo y Sofía también lo hace, parece que logra comprender. 

—Aaaaah. —Mira a Renata. —Ahora tienes novia. 

Mi novia se sonroja un poco. 

—Sí, ahora tengo novia. —Alcanzo la mano de Renata y la entrelazo con la mía. 

Danna mira nuestras manos y agacha la mirada. 

—¿Ocurre algo, Danna? —Pregunto curioso. Me mira. 

✯ 𝘈𝘭𝘮𝘢𝘴 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘢𝘴.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora