Cuando terminé de desayunar con Thomas, dejé vagar mis pensamientos hacia Damiano. Las imágenes de él brotaron una tras otra en mi memoria: la curvatura de su nariz, la mirada intensa de sus ojos cuando los fijó en los míos anoche. Aparté todo eso de mi mente rápidamente, decidida a compartimentar mis sentimientos, fuera lo que fuesen, y ocuparme de ellos de manera lenta, a cuenta gotas. La fuerza de atracción que sentía por él me preocupaba. Sólo lo había visto dos días, y no podía sacármelo de la cabeza, incluso me había propuesto hacer que su vida sea menos solitaria o triste. ¿Qué pasaba conmigo? A mi entender sólo había dos respuestas posibles. Opción uno, (la más realista, por mucho): que él se sentía muy sólo, y yo también, por lo que ambos nos habíamos encaprichado con el otro. No lograríamos controlar nuestras estúpidas hormonas de jóvenes alborotados, y luego de dos o tres polvos, él se aburriría de mí. Lo que acabaría haciéndome sentir fatal y usada de muchas maneras. Opción dos: que se enamorara de mí por medio de una conexión divina, se diera cuenta rápidamente de que no cumplo con sus expectativas y me dejara por una chica que pueda ayudarlo de verdad, haciéndome sentir fatal y usada. Así que había una sola solución: disfrutar lo poco que dure, hasta que se dé cuenta de que soy un fiasco y tengo más mambos que ganas de vivir.
Aunque, a decir verdad, no quería enamorarme de él, ni de nadie. No estaba lista. Ya no contaba con la fortaleza mental necesaria para superar un desastre amoroso, y menos aun cuando apenas empezaba a vivir mi vida soñada. Estaba demasiado ocupada tratando de adaptarme aún.
Vamos, que todavía me debía una charla con el chico que me tenía atontada, tal ves ni se acoraba de su confesión de anoche.
Después de tomar esa decisión, me sentí un poco más tranquila. Contemplé al chico que se había apoderado de mis pensamientos caminando hacia el balcón, le seguí con la mirada, expectante de cada uno de sus movimientos.
Cuando salí a su encuentro, me encontré a Damiano apoyado a la baranda.
Me observó detenidamente mientras largaba el humo de su cigarrillo por la boca y tuve que obligarme a comportarme. Él silbó agarrándome la mano y dándome una vuelta.
- Bueno, estoy muy seguro de que mis remeras te quedan mucho mejor que a mí. Estás tan linda que voy a tener que perdonarte por rechazarme anoche.
Me ruboricé un poco, esto no podía ser real. Al parecer si se acordaba.
- Sólo no quiero que nos lastimemos italiano. Creo que ambos sufrimos suficiente ya. A demás no quiero invalidar tus sentimientos, pero creo que te estás apresurando. Sólo prométeme que vamos a tomarnos las cosas con calma italiano- No sabía cómo iba a reaccionar Damiano, así que permanecí callada esperando una respuesta. Los latidos de mi corazón sonaban tan fuertes que no me dejaban pensar con claridad. De pronto un miedo irracional me invadió todo el cuerpo, haciéndome erizar el vello de los brazos. No entendía qué pasaba conmigo, al fin y al cabo, era sólo un chico.
- La verdad creo que tienes razón Mars, me siento terrible por lo que te hice pasar anoche- su sonrisa se había borrado, estaba claro que mi silencio lo incomodaba. - Creo que estaba muy emocional y combinado con alcohol y este extraño magnetismo que siento hacia ti. Lo lamento si dije o hice algo que te haya ofendido. Pero prometo darnos espacio para tomar esto, lo que sea, con más calma.
Su discurso se sentía estudiado, como si lo hubiera ensayado un par de veces frente al espejo del baño. Me hizo sentir bien, había estado pensando en mí.
Noté su tacto en el mentón. Me movía el rostro en su dirección, obligándome a mantener contacto visual con esos ojos marrones tan profundos que portaba en su lindo rostro.
- Marlena, no puedo dejar de pensar en ti y lo que dijiste anoche. Nadie me había hablado así antes. No había conocido a alguien que dijera tan abiertamente lo que piensa, con tanta seguridad.
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Lost Cause (Damiano David)
Fanfiction¿Qué pasa cuando juntamos a una argentina con depresión y ansiedad que escapa de su pasado mudándose a Roma, con un joven rock star en crecimiento con una madre con cáncer? Esta es la historia de dos jóvenes que están descubriendo la vida adulta y l...