【Capítulo 3】

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Solo deseo que te quedes así para siempre.
—Intro Love By Chance.

Solté un quejido con asco y desesperación, ¿Porqué la comida del hospital tenía que ser tan mala? En mi casa yo no comía sopa para comer en el ridículo hospital. Alcé mi vista queriendo calmarme, dejé caer de una manera dramática mi cucharilla, no, no iba a comerme esa horrible comida, ¿Qué si la había probado? Pues no, pero con solo ver aquel color melón, ya no quería, me daba náuseas.

Quería comer desde hace días algo dulce, alguna comida dulce, ¿Pero que iba a encontrar de dulce en este hospital?

Vi como por las puertas de la cafetería entraba aquel chico con el que había hablado en la mañana, su pijama ahora era rosa pálido, y cada vez eso me estresaba más, ¡Eso es preferencia! Yo también quería una pijama de color.

Noté como alzó su mirada, retiró el flequillo de su frente y miró a su alrededor, ¿Me estaba buscando? Me metí un poco bajo la mesa no podía hacer mucho, mis piernas no me ayudaban, miré por encima de la mesa los movimientos de Hyeongjun. Hasta que se detuvo donde yo estaba, abrí mis ojos grande, ¡Él me descubrió!

Caminó a paso lento mientras que con las yemas de sus dedos acariciaba las mesas por donde pasaba, hasta detenerse en la mía.

—¿Me puedo sentar? —Asomé un poco mi cabeza por encima de la mesa—

—Piérdete.

—Gracias. —Tomó asiento en mi frente, solté otro quejido eh hice un puchero inconscientemente, era un caso perdido—

Volví a acomodarme en mi asiento, pero con mi ceño fruncido, ¡Hyeongjun es tan molesto!

—¿Me estabas esperando? —Preguntó con una sonrisa y sus ojitos brillantes—

—No seas ridículo. —Escupí para luego volver a ver la comida con asco. Noté como el chico bajó la mirada y su sonrisa desapareció, hice un gesto de apatía. Se supone que no debía decir más nada, más al ver su carita triste, no pude evitar sentirme mal, cosa que casi nunca pasaba conmigo, tampoco era que quería ser un idiota— A la próxima me voy si me haces esperar. —Solté con más calma pero sin mi tono desinteresado, pude ver su sonrisa de nuevo, rodé los ojos, más, coloqué mi mano en mi boca queriendo ocultar un poco la pequeña sonrisa que tenía—

—Entonces hay próximo.

—Piérdete. —No supe que más contestar, más él tampoco insistió, pero con sólo ver de nuevo esa sonrisa, supe que se estaba burlando de mí mentalmente. El chico comenzó a comer de aquel plato que ni siquiera me había dado cuenta que lo traía, su comida era la misma que la mía, a diferencia que él la comía con emoción, mientras yo sólo opté por comer aquella cosa por educación a no dejarlo comer solo, sólo eso—

El frío me empezó a atacar a eso tal vez de las tres de la madrugada, mis pies se encontraban helados, al igual que mis manos, mi nariz dolía un poco debido también al frío, intenté buscar una posición cómoda dentro de la incómoda cama, la sabana ...

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El frío me empezó a atacar a eso tal vez de las tres de la madrugada, mis pies se encontraban helados, al igual que mis manos, mi nariz dolía un poco debido también al frío, intenté buscar una posición cómoda dentro de la incómoda cama, la sabana no me daba el calor que quería. Solté un quejido y me levanté para ir al baño, odiaba que tenía que salir de mi cuarto para ir al pasillo del otro lado.

Caminé con pereza al baño, pero al llegar a éste noté que estaba cerrado, al parecer había alguien. Me apoye de la pared y cerré mis ojos, sentía mis manos doler debido al frío, mi labio inferior titireteaba, odiaba la época navideña y más si caía nieve, pues al parecer estaban empezando a caer los copos por lo que vi por la ventana. Escuché como quitaron el seguro y a continuación la puerta se abrió, dejando ver a Hyeongjun.

—¡Mini!

—¡Ah! —Solté un quejido. ¿Porqué me cruzaba tanto con él? ¡Ah, cierto! Él está en el mismo piso que yo— Piérdete.

—¿Tienes frío? —Vi como estaba más forrado que yo, alrededor de su cuello tenía una pequeña manta color verde, también tenía medias en sus pies, su nariz estaba un poco roja la punta, pero como siempre tenía una sonrisa dejando ver su linda dentadura—

—Déjame en paz. —Rodé los ojos con fastidio— ¡Oye qué...!

Mis palabras quedaron en el aire al sentir como llevó mis manos a su boca dejando que su cálido aliento proporcionara el calor que necesitaba. Solté un gemido de satisfacción, sus manos también estaban calientes, tal vez él también había hecho lo mismo con sus manos, cerré mis ojos y dejé que él siguiera dándole calor a mis manos.

Escondí mi nariz en su cabello, de repente ya estaba envuelto en un cálido abrazo, su cuerpo estaba caliente, necesitaba de ese calor, sentía como me acariciaba delicadamente mi espalda y como acurrucaba su cabeza en mi pecho, solté un suspiro y una pequeña sonrisa salió de mis labios.

—¿Mejor? —Asentí plácidamente y posicioné mi mejilla en su cabeza sintiendo lo cálido que era—

Abrí mis ojos de golpe y lo empujé como pude lejos de mí, ¿Porqué me había dejado abrazar por él? ¿Porqué él tenía sus brazos enroscados en mi cintura? Hice un puchero, ¡Yo dije que lo iba a alejar porque él es un fastidioso!

—¿Te sientes mejor? Tus labios ya no tiemblan. —lo observe reírse, ¿Porqué él siempre ríe?—

—¡Piérdete! —Sentí un suave beso en mi mejilla que me dejó sin aire, estaba estático, ni siquiera lo empujé por la sorpresa. Dejó la manta que él tenía en su cuello para dármela a mí—

—Que tengas bonita noche Mini. Si vuelves a sentir frío, puedes decirme. —Lo miré todavía en mi estado de impresión, pude ver su espalda— ¡No estás solo Mini!

Gritó al estar lejos de mí. Me abracé a mí mismo, e inconscientemente reí al ver la manta alrededor de mi cuello.

No estás solo Mini.

Resiliencia (Minisong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora