➼VIII

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Maldecía su existencia por décima vez en el día

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Maldecía su existencia por décima vez en el día.

Él sabía que su jefe no lo iba a presionar hasta que él empezara a escribir, más allá de eso, no lo haría si no se enterase de que tenía nuevas ideas para canciones.

Usualmente le contaba a su roommie, Nami, cuando estaba escribiendo una canción y ella avisaba en la oficina aquello y de ahí le ponían una fecha límite para tener absolutamente todo listo, le daban el tiempo de un mes o si las cosas se complicaban dos meses.

Pudo salvarse de eso esta vez, empezó a escribir hace ya algunos días y como no tenía a Nami a su lado para decirle entonces ella no le diría a nadie más y tendría todo el tiempo del mundo para terminarla sin presiones.

Pero no sabe cómo terminó diciéndole a su manager sobre la canción.

Esta vez no tenía tanto tiempo, sino cinco días porque querían esa última canción para su próximo álbum.

Sería simplemente guitarra acústica y su voz para que no tardase tanto con los acordes de los otros instrumentos pero aún con eso se sentía sumamente presionado, ya tenía una idea de qué trataría la canción pero ponerlo en palabras explícitamente era ridículamente difícil.

Escribió en un papel sus vagas ideas y sentimientos que quería expresar en la canción, escribió un poco más de la mitad pero de ahí no arrancó más.

Habló con William y Mir, ninguno pudo ayudarle ya que no entendían la forma de expresarse del chico y mucho menos el japonés.

Si hablamos de lo que está haciendo ahora es mordiendo su lápiz mientras mira ansioso su celular.

Tenía un chat abierto del cual solo una burbuja de mensaje podía verse.

El fué el primero que dijo que no le escribiera por estupideces pero ahí lo ven rompiéndose la cabeza para pedirle ayuda a Jung Hi.

No.

No era una estupidez, era su trabajo.

Pero Jung Hi también podría estar ocupado.

Se golpeó la cabeza contra el escritorio lo suficientemente frustrado. Su mente siempre estaba tan llena, necesitando expresar sus sentimientos y pensamientos de alguna forma y la música siempre fué esa manera pero desde que decidió empezar seriamente una carrera como cantautor todo se había jodido.

Antes simplemente era libre de escribir lo que quisiese cuando quisiese, ahora hasta tenía miedo de la mínima idea que corriera por su mente porque sabía que le iba a costar noches de desvelo rompiéndose la cabeza para terminar su trabajo y entregarlo cuanto antes.

Su cabeza empezó a doler, quizás por el golpe, se regañó, no por golpearse sino por permitirse sentir dolor cuando eso no era tan importante como su trabajo.

No se dió cuenta que tanto estaba apretando y mordiendo el lápiz hasta que lo rompió y notó las múltiples marcas que en este quedaron.

Tomó rápidamente su celular y escribió rápido algo simple.

Annoying alpha || Love UnholycDonde viven las historias. Descúbrelo ahora