Cuatro

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-¡Jungkook!.- gritaba Taehyung por los pasillos.- ¡Jungkook!

No había rastro de nadie allá abajo, ¿Dónde estará? ¿Estará vivo? ¿estará bajo agua? las preguntas se acumulaban en su mente y no lo dejaban pensar con claridad, su pecho le apretaba y le cortaba la respiración.

Al dar vuelta por una esquina, donde la luz se había apagado por completo, Tae corrió por el pasillo abriendo las puertas a sus costados, gritando el nombre de Jk. Algo duro hizo que tropezara y cayera de bruces sobre el agua congelada.

En ese momento, para la suerte de ambos, la luces volvieron a tintinear y se prendieron, fue cuando Tae vio, sentado en el suelo, con la mirada perdida y aun con las esposas puestas, a Jungkook.

-Jungkook.- alcanzó a decir Tae antes de abalanzarse sobre él y besarlo desesperadamente.- Pensé que habías muerto, pensé que no te volvería a ver.

Jungkook correspondió los besos pero no dijo nada, estaba como ausente, como congelado, con la mirada perdida.

-¿Qué te pasa? ¡Salgamos de aquí!.- Tae trato de levantarlo del suelo, pero era imposible, era mucho más grande que el.

Tae comenzó a sentirse más nervioso cuando vio como el agua subia rapidamente por el estomago de Jk, tomo su cara entre sus manos y le dijo:

-Se que tienes miedo, pero si no te mueves vamos a morir. Estoy contigo en esto, no estás solo, vamos a salir de esta.-Beso sus labios con fuerza.- Por favor Jungkook reacciona, por favor...

las lágrimas comenzaron a salir por los ojos de Tae, sus manos tiritaban bajo las mejillas de Jk y este lo miraba perdido. Si él no se movía, Tae tampoco, no iba a dejar que muriera solo y de una manera tan cruel, en ese instante decidió que estaba dispuesto a morir con el.

Cuando las lágrimas de Tae caían y desaparecian en el agua bajo ellos, Jk reaccionó. Como si hubiera despertado de un trance, comenzó a gritar y a aferrarse de manera violenta al cuerpo de Tae. El agua subía rápidamente y sin piedad, ya había alcanzado a la altura de sus hombros y ambos luchaban por moverse rápidamente hacia la salida, pero habían demorado mucho y el agua los alcanzó.

Quedaron bajo el agua, suspendidos en el tiempo, Tae había asumido su destino y había dejado de nadar, solo estaba ahí, flotando. Jk en cambio, luchaba por mantenerse a flote, en un momento sintió una corriente de agua cerca de su mejilla y la siguió, agarrado de la manga de la camisa de Tae, arrastrándolo. La corriente lo llevó a una escalera hacia el piso superior, donde si subían por ahí, podían salir de esa tumba acuática. Jk arrastró el cuerpo de Tae que se mantenía rígido, y lo lanzó hacia las escaleras, este se dio cuenta y lo ayudó a subir por ellas. Salieron del agua a la superficie con desesperación, respiraron una gran bocanada y tosieron todo el agua de sus pulmones, estaban vivos.

Tirados en el suelo del pasillo, se besaron con desesperación, felices de poder sentir sus labios una vez más. Se levantaron, aún sin creer que habían sobrevivido y corrieron por las escaleras hasta llegar a la proa. No estaban listos para ver lo que estaba pasando en cubierta.

Al llegar, la gente chocaba una con otra, tratando de subirse en los últimos botes que quedaban, ya no había orden, todo era desastre y desesperación, personas caían por la borda en pánico, gritaban, lloraban. Tae trato de buscar por todos lados algún barco en donde al menos, Jk pudiera subirse y salvarse, era imposible, parecía que no habían suficientes para todos a bordo.

Tae logra divisar un barco enla esquina del barco más cercana y toma del brazo a Jk, ambos corren hacia él pero al llegar este cae violentamente al mar, no alcanzaron siquiera a que los pasajeros dentro de él notaran de su existencia.

-Vamos a morir...Vamos a morir....- dijo desesperadamente Tae.- Después de todo, vamos a morir igual.

Ahora era Tae el que entraba en desesperación, comenzó a gritar por auxilio, a llorar descontroladamente y a tiritar como un niño asustado.

El barco comenzó a inclinarse, nadie iba a presagiar que el barco más grande jamás construido en la historia, iba a hundirse y peor aún, iba a partirse en dos.

No había escapatoria, no había más barcos de emergencia, no había otra forma de salvarse de ese frío y cruel destino, los objetos arriba de la proa se deslizaban hacia la derecha cada vez más rápido y con más violencia, llevándose consigo a personas que caían de una manera mortal hacia el agua congelada.

Jk, tomó con sus manos mojadas la cara de Tae y lo miró a los ojos.

-Ya no tengo miedo Tae.- le dijo.- Ya no tengo miedo porque estoy contigo.

Tae lo beso en un beso largo y profundo, un beso que no se habían dado antes, un beso de despedida.

-te amo.- le dijo Tae entre beso y beso.- eres el hombre que más amé en mi vida.

-Te amo.- le dijo Jk.

El tiempo pareció ir más lento, los muchachos se fundieron en un abrazo cálido y se aferraron uno con el otro, sus pies comenzaron a levantarse y la gravedad hizo su trabajo, cayeron sin obstáculos y de manera rápida, el golpe fue tan fuerte que murieron en el instante que tocaron el agua.


El último vals - Four shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora