El murmullo del mar se podía escuchar desde la ventana, las olas golpeaban al barco de una manera tan suave que pareciera que acunaba a todas las personas en su interior, la luz de la luna entraba por la pequeña ventana de la habitación e iluminaba una parte del piso alfombrado.
Taehyung daba vueltas en su catre, las náuseas no habían abandonado su cuerpo desde que pisó el barco, y ya acostado, aumentaban cada vez más. Finalmente optó por sentarse un momento y respirar hondo, sentía que la pequeña habitación se movía de manera desproporcionada. Afuera todo era silencio, la noche había reinado sobre la embarcación y después de la gran cena, todos fueron a sus camas, embriagados por la experiencia de estar en el barco más grande jamás construido.
Imposible de conciliar el sueño, Taehyung se levantó de su cama, se vistió y se dirigió hacia la proa, a respirar un poco de aire fresco.
El aire frío del mar le dio la bienvenida y le desordenó el cabello castaño, caminó despacio apoyado en el barandal del barco, admirando la belleza de las estrellas que brillaban con intensidad. Estaba deseoso por un cigarrillo, se tocó los bolsillos de su abrigo y no encontró cerillas. Al mirar a su alrededor, se dio cuenta del joven acostado en las bancas fumándose un cigarro, se le acercó y amablemente le preguntó si tenía fuego, el joven de ojos celestes le regaló una caja de cerillas indicando que tenía una de sobra. Taehyung le dio las gracias y volvió al barandal, prendiendo su tabaco.
Con el cigarro prendido en los labios admiro el mar, era una noche tranquila, solo se escuchaba el océano azotándose contra el barco. De repente, el murmullo tranquilo de la noche se ve interrumpida por pasos acelerados, Taehyung ve como una chica pelirroja, con un bello y costoso vestido rojo corre hacia la baranda más cercana, la ve subirse y sollozando, se pone del otro lado, frente al mar, a punto de lanzarse.
Taehyung estuvo a punto de soltar su cigarrillo y detenerla, pero pareciera que el chico de la banca se le adelantó, ya que rápidamente se puso frente a la chica y le ofreció su mano. El joven de pelo castaño sabía que si se quedaba más tiempo podría tener problemas, quizás la chica estaba loca y se podría lanzar hacia el mar e incriminar a todos los presentes. Así que cuando vio que la joven, después de unos minutos eternos de charla, acepta la mano del chico y vuelve a pisar la proa, Taehyung dio media vuelta y se adentro dentro del barco.
Era todo más hermoso de noche. Los pasillos estaban vacíos y de vez en cuando se escuchaba algún ruido proveniente de las habitaciones. Taehyung se deslizaba por los distintos pasillos del barco, sin rumbo fijo, genuinamente curioso sobre que estaría esperándolo a la vuelta de la esquina. Pasó por las terrazas desiertas, donde todo estaba en orden para ser usado al otro día, pasó por el área de juegos para niños, por el comedor, por el bar, solo encontrándose con almas solitarias como él.
Ya entrada la madrugada, el cansancio se apoderó de su cuerpo y, aburrido de la charla que estaba teniendo con un hombre mayor y adinerado en el bar, se disculpó con él y se dirigió a su habitación. El camino era largo y tenía que pasar por el gran salón donde se celebraban las fiestas, fue ahí, en esa noche de luna llena, cuando la vida de Taehyung cambió para siempre.
Al pasar frente a la gran puerta del salón, escuchó una suave melodía que lo obligó a detenerse. El sonido dulce de un violín lo hechizo, lo transportó a un lugar mágico donde las notas musicales lo rodeaban y le acariciaban el cuerpo. Curioso por saber de dónde provenía la melodía, abrió despacio la puerta del salón y lo vio.
Un joven alto, de pelo rebelde, estaba en un escenario improvisado en medio de la sala y con él, un violín sobre su hombro. La luz de la luna proveniente de los grandes ventanales del salón se posaban suavemente en su rostro, mostrando sus bellas facciones, iluminando sus ojos que brillaban con intensidad. El joven se veía inmerso en la música que estaba creando, ignorando todo a su alrededor, e ignorando al joven de pelo castaño que había ingresado al lugar y lo miraba desde la oscuridad.
El joven desconocido paró en seco al darse cuenta que lo estaban observando y miró a Taehyung como si fuera un espectro.
-Lo siento mucho... no quise asustarte.- le dijo Tae mientras se acercaba a él para que la luz lo ilumine.- Te escuche desde afuera, tocas maravillosamente.
-Gracias.- dijo el joven de pelo azabache, guardando sus cosas rápidamente.
-¿Eres parte de la banda o...?.- Taehyung no pudo terminar la frase, el chico guardó el violín en su estuche y caminó rápidamente hacia la salida.- ¡Espera!
El joven era rápido, ya bajaba las escaleras que lo dirigían a las habitaciones de las personas con menos recursos, Taehyung lo siguió. Después de un tiempo zigzagueando por los pasillos, el joven se detuvo, dio media vuelta y lo miro a los ojos, tenía cara de preocupación.
-¿Estoy en problemas? .- le dijo con un hilo de voz.
-¿Qué? .- dijo Tae casi sin aliento.
-¿Eres policía o algo así?
-¡No! Soy pasajero, soy pintor.- dijo mientras trataba de recuperarse apoyado en la pared.- Corres rápido.
-¿Por qué me sigues entonces?
-¡No lo sé! ¿Será porque me dejaste hablando solo?
El joven lo miró extrañado por un momento pero no se movió, Taehyung se sintió nervioso al ver sus grandes ojos de venado.
-Soy Kim Tae-hyung.- le dijo mientras le extendía la mano.
-Jeon Jung-kook.- dijo el joven estrechandola temerosamente.- perdón por huir de ti.
-Me di cuenta... ¿porque huías? ¿Eres un criminal?
-Soy inmigrante.- dijo el chico levantando los hombros.-No tengo mis papeles al día, subí al Titanic casi por suerte divina porque no me revisaron. Soy Coreano.
-Qué coincidencia, yo también soy coreano pero nací aquí en Londres.- dijo Tae, su voz denotaba entusiasmo.- ¿Te apetece una copa de vino? yo invito.
Tae vio en los ojos de Jungkook desconfianza, pero algo en él hacía que su mente actuara por impulso, como si necesitaba algo de ese violinista desconocido, algo en él lo llamaba a acercarse.
En un movimiento rápido agarró el estuche del violín del muchacho y corrió escaleras arriba, muriéndose de la risa al escuchar los lloriqueos del joven detrás de él.
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El último vals - Four shot
Hayran KurguEs acaso la historia de Rose & Jack, ¿La única historia de amor existente en el titanic? Si miras con atención, verás en la proa a dos muchachos en la flor de su juventud, descubriéndose y enamorándose. Taehyung, una promesa del arte de la época y...