Sí le pidieran a Takemichi una cantidad exacta no podría ni responder, él es del tipo que disfruta vivir el momento y sabe que contar es algo que solo los lunáticos hacen; sin embargo, tal vez si que debió contar los años en los que fue pareja de Hina. Saber la fecha exacta en la que le pidió matrimonio, y la cantidad de días desde su muerte.
Ni siquiera pudo probarse su vestido, aquel por el que Mitsuya pasó noches sin dormir; tampoco logró apreciar lo fantástico Hanagaki que luce de traje. Al menos lo utilizará en su funeral, puede que su espíritu pueda verlo; quiere creer que así sucederá. Sus amigos lo ven con lastima pero poco importa, lo único que le interesa es cumplir el sueño de Tachibana; si tiene que lucir como un traumado entonces lo hará.
Solo hay un problema, para que ella pueda verlo tendrá que acercarse a su ataúd; contrario a lo que la mayoría piensa. Él llorón carece de la fuerza suficiente para poder encarar a la realidad, nadie lo culpa; sí tú prometida es asesinada por motivos desconocidos es imposible no sentirse destrozado.
Se quebrará frente a ella, gritará y llorará cual niño sin poder contenerse; es consciente de que no lo juzgarán pero tampoco quiere ser una molestia para la familia de Hinata. Hacer una escena es lo que menos merecen en momentos como este, prefiere guardarse sus lagrimas para si mismo; lo que es inútil porque igual salen sin su permiso.
Avanza a pasos lentos hacia su pesadilla, mientras más cerca está más puede apreciar esa pálida piel; tan carente de vida. Al llegar a su destino ocurre lo que temía, estalla en llanto; causando un sentimiento de impotencia en todos a su alrededor. No existe consuelo para esto.
Hanagaki se disculpa por ser un inútil que no pudo estar en ese momento para salvarla, diciendo que sí pudiese retroceder el tiempo lo haría cuantas veces haga falta; tragándose sus mocos debido al intenso lamento. Draken quiso decir algo, conoce bien esa perdida; lo vacío que te deja saber que nunca podrás ver a esa persona de nuevo. Sin embargo, sabe que lo mejor es dejarlo expulsar todo; ya después irá para ofrecerle una mano.
Unos pasos se escuchan debido al silencio que los sollozos del pelinegro dejan, solo Ken nota ese sonido pero le resta importancia; la prometida del héroe era bastante sociable así que no le sorprende que venga otra persona para mostrar sus respetos. De otra forma no tendría ese ramo de flores, probablemente para los padres de la difunta.
Pero al ver esa cabellera blanca sabe que algo no anda bien, bajando la mirada se encuentra un tatuaje que le es familiar; y al darse cuenta un escalofrió recorre su espalda. No puede ser, debería estar con Bonten, al lado de sus secuaces enfermos. Lejos de su bienestar ¿Por qué está aquí? Prometió alejarse, dejarlos tranquilos.
Takemichi siente una presencia ponerse a su lado, quizás está robándole la oportunidad a sus familiares para despedirse de ella; apenado trata de limpiar su rostro y moverse con lentitud. Alza la mirada y puede jurar que los latidos de su corazón: se detuvieron.
Era Mikey, él mismo que hace más de diez años se fue sin dar explicaciones; luce tan desgastado que no puede evitar preocuparse por su salud. Aunque pronto empieza a preguntarse el porqué de su repentina aparición, fue muy claro cuando se fue; quería recorrer su propio camino. Uno del cual no sabe mucho; era lo mejor.
- ¿Mikey-kun? -pregunta para verificar su identidad, el otro asiente por lo que nuestro llorón lo recorre con la mirada por simple curiosidad; se encuentra un inmenso ramo de flores.
Sus ojos se iluminan, quizás había venido para agradecerle a la chica por todo; no eran tan cercanos y nunca intercambiaron más de un par de palabras. Pero conociendo a su antiguo líder, quien miraba a sus amigos como una familia; no es de sorprender que venga al funeral de una vieja conocida. Manjiro lo ve directo a los ojos y nuestro protagonista le devuelve la mirada expectante.
- Escuche que estas soltero de nuevo -.
Esa tarde Sano regreso con el rostro lleno de moretones y el corazón roto. ¿Qué hizo mal?
- - - Corto
Él más corto pero igual disfrute escribirlo, la verdad estaba estancada con esta temática.
A mí no me gusta leer cosas tristes, o demasiado dramáticas; sufro mucho y no me gusta sufrir. Hoy descubrí que tampoco me gusta escribir drama, porque también sufro.
Entonces vino esta imagen de un Au de Twitter.
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Y mi cabeza se iluminó, la verdad no leí el AU pero siempre que me topaba esa imagen me daba risa
Por cierto, Mikey no mató a Hina, el prometió no dañarlos. Ella murió por Hanma, quien la asesinó en venganza por Kisaki. Un loquillo el Hanma.
