Capítulo 8 : Sed de ti

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Seulgi y Lisa llevaban días planificando una salida a la disco nueva que se inauguraría el sábado. Lisa se había pasado el día quejándose de lo aburrida que estaba, así que Seul le propuso ir al lugar nuevo que abrirían cerca de la casa de su tía, para callarla un rato. El objetivo era este, pero no resultó como ella esperaba pues su amiga se emocionó y terminó hablando más.

La gran noche había llegado, después de tanta espera, por fin irían a bailar y a tomarse unos tragos. La chica de cabello corto llegó al punto de encuentro primero, se sentó en aquella parada de autobús esperar. Ese día se había puesto un vestido negro corto y una chaqueta de mezclilla larga encima, sí, ella adora los colores oscuros. Estaba mirando a la gente pasar, cuando pudo distinguir a una joven muy familiar. A lo lejos venía Kang usando un short negro muy ajustado y una camisa mangas cortas gris, le dio un grito a la más alta para que fuera hasta la esquina donde estaba ella, para ir hacia su destino.

Al acercarse, las luces neón señalaban al lugar, pero había una fila de personas enorme. Por suerte Seulgi conocía a uno de los guardias de entrada y pudieron entrar sin complicación. La barra estaba llena de gente y la música que sonaba era muy pegajosa.

-Lisa: Viste Kang como era buena idea venir-dijo gritando para que su amiga la pudiera escuchar.
-Seulgi: Claro, tú siempre te sales con la tuya.
-Lisa: Ese es un don de nacimiento.
-Seulgi: Vamos a buscar unas cervezas Manoban, muero de sed- y fueron directo a la barra y esperaron ser atendidas.

Las chicas se daban alguno que otro trago mientras bailaban al ritmo de la música. Seulgi y Lisa eran muy buenas bailarinas y llamaban bastante la atención de las demás personas.

********

-Jennie: Irene por favor, acaba de terminar, ¡vamos a llegar súper tarde!
-Irene: Voy Jennie, es que no sabía que ponerme, ya salgo, espera tranquila y callada por favor.
-Jennie: Bae es increíble la paciencia que hay que tenerte, primero te tengo que rogar para que salgas de fiesta conmigo, ¡¿y ahora me haces esperar por una hora en tu casa?!
-Irene: Tranquila...te lo compensaré-dijo mientras se le caía de la mano uno de los tacones que acababa de coger para ponerse.
-Jennie: Más te vale Joohyun.
-Irene: Ves, ya estoy aquí-dijo llegando a la sala de su casa donde esperaba su amiga.

Irene se había puesto un vestido rojo a juego con sus tacones, le quedaba pegado al cuerpo y le daba un toque maduro; y Jennie usaba uno de color negro un poco más largo que el de su amiga, pero muy elegante.

-Señora Bae: ¡Recuerden tener cuidado y no llegar tarde...Jennie le prometí a tu madre que dormirías hoy aquí!
-Jennie: Sí señora Bae, no se preocupe.
-Irene: Mamá nos vamos ya, besos.

Y cerraron la puerta. Jennie detuvo a un taxi y subieron las dos.

-Irene: Ya verás que en media hora estamos allí, no tenías que volverte loca.
-Jennie: Espero que me lo compenses con algo bueno.
-Irene: No lo olvidaré, tranquila.

Continuaron su viaje charlando de cosas triviales hasta que el taxi llegó a la disco. Las muchachas pagaron y casi mueren de un infarto cuando vieron la cantidad de personas en la entrada.

-Chen: Joohyung están esperándote adentro-dijo un chico muy apuesto que estaba en la puerta parado.
-Irene: ¿Chen? ¿Trabajas aquí?
-Chen: Sí Joohyun, deprisa entra por aquí-le dijo haciéndole señas para que no fuera a meter el pie y entrara rápido por donde el señalaba.
-Irene: Gracias Chen, luego hablamos.

Ambas entraron por la puerta enorme con luces rojas y azules que conducían al interior de aquel lugar. En cuanto una cachetada de música extremadamente alta, golpeó sus caras, Jennie se volteó de frente a su amiga para hablarle.

La delgada línea entre el amor y el odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora