Your voice... so sweet - Part 1

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Si uno supiera que las sirenas existen, ¿irías a verlas cada que tuvieras la oportunidad? ¿aún así con todas la historias sobre ellas? Sobre su canto manipulador para arrastrarte al mar y dejarte morir. Quién sabe que harán con tu cuerpo una vez frío. Algunos dicen que se comen lo que matan, otros que simplemente lo hacen por diversión, incluso hay quiénes dicen que lo hacen para quitarte las piernas y usarlas en ellas.

Independientemente de la historia que la gente contara. Una humana ya sabía la verdad, o parcial de ella. No sabía si todas las sirenas eran igual de agradables, o sí simplemente ella era esa excepción.

El canto sí era manipulativo, todo dependiendo de las intenciones que la sirena pueda tener pero, también servía para comunicación con todo lo exterior al mar, no eran agresivas; al menos no con las criaturas marinas. Solo con algún que otro barco hostil abordando los mares, sí que contaban con todo un arsenal violento.

Ocurrió todo en alguna fecha, en alguna hora. La primera vez que se encontraron.

La humana, de nombre Dahyun, normalmente iba a la orilla de la costa a pasar el tiempo con el mar. Nunca entraba a nadar, sólo se quedaba a la orilla viendo como las olas se mecían. Tenía sus auriculares puestos a veces o sólo un libro entre las manos que hojeaba mientras pasaban las horas.

Por otra parte la sirena ya la había visto alguna vez. Antes de hundirse en el Arrecife que era su casa, cuando regresaba de hacer algún que otra hipnosis con su canto para mecer y hudir la conciencia de algún otra persona terrestre. Veía a través del agua cómo la humana siempre estaba ahí, sentada. Y así cómo si la humana cantara para ella, como ella enamoraba a todos, se quedó atrapada, pero fue por solo una mirada.

Un tiempo más tarde después de la misma rutina dónde la veía, decidió asomarse. Ver más allá de lo que las olas podían ofrecerle a la vista.

Y con mucho coraje y el temor como un tren apunto de embestirla, decidió salir y presentarse frente a ella.

A pesar de la sorpresa de Dahyun acerca de ver una sirena por primera vez, fue un encuentro agradable. La sirena nunca habló, sólo la miró y Dahyun igual. Se acercó un poco más a la orilla y la sirena comenzó a cantar.

Como se menciona antes, no era que hablara el mismo idioma, simplemente pronunciaba un canto suave y bajo, dónde sólo ellas dos podrían escucharlo. Y a pesar de no pronunciar ninguna palabra, solo un leve coro de su voz, la humana entendió todo lo que dijo. Sobre como la veía por debajo del oceano y lo mucho que había querido acercarse a conversar.

Dahyun, sorprendida, intentó platicar un momento con ella y así sucedió. Fue breve y muy rápido. Le contó sobre lo que estaba escuchando ella por sus audífonos y lo que había estado leyendo, mientras la sirena le contaba un poco sobre como era su recorrido para llegar ahí.

Se despidieron como pudieron y cada quién tomó el camino a casa.

Así habían pasado los días. La humana llegaba a la misma hora de siempre y hacía su rutina habitual ahí, con la diferencia de que la sirena ahora estaba ahí, esperándola. Y pasaban las horas en compañía de la otra, conociéndose o simplemente conversar sobre lo que había alrededor, sobre las profundidades del mar o lo más llamativo de tierra firme.

¿Habrá alguna forma de desencantarse mutuamente de los mundos que no pueden visitar?

Porque imaginar es peligroso, sacude el deseo de hacerlo realidad.

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variety ; au's | saida | ᵗʷⁱᶜᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora