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Surprise

Algo era diferente en Sana. Dahyun no pudo ubicar lo que era, pero no era necesariamente algo malo. Sana era una brillante bola de calor, todas sonrisas y toques suaves. Desde el momento en que Dahyun llegó a casa, Sana estaba en sus brazos, abrazándola y besando su mandíbula. Sentada en su regazo después de la cena y acariciando su costado.

"Eres terriblemente cariñosa", comentó Dahyun cuando se apartó de otro beso.

Sana tarareó y golpeó sus dedos contra la clavícula de Dahyun. "Tengo algo para ti."

"¿Ah sí?"

Sana asintió y se retiró del regazo de Dahyun. Ella desapareció solo por un momento antes de regresar con un pequeño regalo de caja empaquetado. Dahyun se tomó un momento para apreciar el costoso papel y el arco intrincadamente envuelto. Su mente rápidamente buscó una razón para este regalo. Cumpleaños, aniversarios... nada. Y no había ningún indicio de agresividad pasiva en los suaves ojos de Sana. Solo un tierno cariño mientras veía a su esposa tomar el regalo.

"No va a saltar sobre mí, ¿verdad?" Dahyun bromeó mientras se tomaba su tiempo para desenvolver. Sana se rio suavemente y se encogió de hombros.

"Quizás sea bueno que estés sentada".

Dahyun levantó una ceja y levantó la tapa de la caja con escepticismo. Nada saltó hacia ella, pero cuando finalmente miró dentro, la vista todavía le aceleró el corazón.

Un chupete verde claro. Lo tomó entre dos dedos, sin darse cuenta de cuán pequeños eran hasta este momento. Las lágrimas llenaron sus ojos y miró a Sana. "¿De Verdad?"

Sana asintió y le limpió la lágrima que tenía. Dahyun cayó hacia delante, la caja olvidada mientras presionaba su rostro contra el estómago de su esposa. Levantó la camisa de Sana y besó la piel, tarareando una melodía. Lo primero de muchos por venir. Canciones, cuentos, toques. Y amor. Mucho amor.

"Hola, bebé", ella respiró, las manos agarrando las caderas de Sana. "Te hemos estado esperando".