-Reencarnación🦋 (Derieri x Lector)

Capítulo 8

Una Derieri aburrida se encontraba sentada en el suelo, su espalda estaba apoyada contra una pared y su cuerpo estaba envuelto en su capa. —Mm...— Dejó escapar como un tipo suspiró de aburrimiento, había rentado una habitación para pasar la noche.

Mientras tanto ___ estaba acostado en una cama. Aún seguía débil pues perdió sangre, estaba despierto mirando hacia arriba, al oír a Derieri habló. —Si estas tan aburrida, ¿por qué no vas a algún lugar para quitarte el aburrimiento?— Preguntó él.

Ella respondió tranquilamente. —Aburrida o no, solo quiero descansar, me harías favor si te silencias— Habló la rubia con su lenguaje bastante raro.

Al escucharla respondió. —Ya ya, tranquila, mejor dormiré...— Comentó este. —...— Un sonido de silencio invadió la habitación. Segundos después el hombre volvió a hablar. —¿Oye como llamarás al caballo?— Preguntó él intentando molestarla.

Derieri suspiró cansada al oírlo. —Voy a romper tus huevos— Ella se levantó de dónde estaba para ponerse a lado de ___.

Él al mirarla a lado suyo tragó saliva. —¡Ya ya solo bromeo!, no te tomes tan enserio lo que digo...— Él colocó sus manos hacia el rostro de ella intentando alejarla sin tocarla.

Derieri se sentó a la orilla de la cama. Había una pequeña vela prendida en el mueble, por lo que la habitación estaba un tanto iluminada, no mucha pero si de manera decente. -30 30- Dejó salir aquella palabra de sus labios.

Al parecer él no entendía lo que dijo. —¿30 30?— Preguntó él confuso.

Ella bajó su mirada para mirarlo. —Caballo, 30 30— Ella apenas sabía expresarse. Ella se quedó en silencio por unos momentos. —Que tonto nombrar un caballo, es... tonto— Se había quedado en silencio para acomodar las palabras "correctamente".

___ aún seguía un poco débil, pero tenía energía como para estar despierto y moverse. —¿Por qué no?— Pregunta como si intentará defender el caballo. —Todo ser vivo merece tener un nombre, es tu caballo como dices tú, así que has lo que quieras— Terminó su pequeña platica filosófica, aunque el nombre del caballo era algo... raro.

La rubia dejó salir el aire de sus pulmones suavemente. —La razón es tuya— Responde con su voz inexpresiva.

Tenía bastantes dudas sobre ella, pero no quería preguntar, sabía que Derieri lo mandaría al demonio si preguntaba algunas cosas. —Bien, gané— Hubo un silencio, él miró como Derieri se levantaba para volver a acostarsa en el suelo. —Me siento mal al verte en el suelo- Exclamó él, ella no respondió ni volteó a ver. Pasaron unos minutos y ___ volvió a hablar. —Supongo que es genial ser buscada por Miles de cazarrecompensas como yo— Habló sarcásticamente.

Ella abrazaba sus piernas mientras miraba hacia la puerta. —Si creíste que iba a reírme pues que bien, no funcionó— Responde esta con los ojos cerrados.

Un poco avergonzado responde. —Al menos ríete sin ganas— Responde él. -Además... eres muy fuerte, puedes vencer y matar a quie- -

—NO MATARÉ A NADIE— Interrumpió al instante Derieri molesta mientras se levantaba para mirarlo. —No más... muertes...— Murmuró ella un poco triste mirando hacía abajo recordando las dos guerras santas, aquellas dos guerras no tenían sentido, su familia, conocidos, compañeros y su amor murieron a causa de un capricho no justificable.