Te encontré Amore Mio

Capítulo 9

Todo había sucedido de forma tan rápida.

En cuanto Kagome vió la noticia sobre el avión. Había movido cielo y tierra por saber que había pasado con Inuyasha.
La desesperación la invadió.

Había llamado a varios medios para saber exactamente la ubicación de dónde habían enviados a los heridos del accidente.
Momentos después, la madre de Inuyasha, Izayoi, se comunicó con ella. Comentándole que junto a su esposo estaban tomando un vuelo desde Italia para poder llegar a Tokio.
Casi al instante después, Sesshoumaru llamo diciéndole que él también estaba en camino hacía Tokio.

Luego de hacer varias llamadas y comunicarse con diversos contactos, había encontrado la ubicación del hospital donde fue enviado InuYasha.

Se cambió en un tiempo record, mientras Rin le alistaba una bolsa con todos sus documentos.

-Kagome, el taxi ya está afuera.-  Dijo Rin apareciendo desde la cocina.

Tanto a Rin como a las gemelas les había impresionado y afectado esta noticia.
Las gemelas estaban llorando y abrazándose en el sofá.

-Mami, No quiero que le pase algo malo a mi Tío InuYasha.- Dijo Towa, la cual estaba abrazada a Setsuna.

-No digas eso Towa, El tío Inu es muy fuerte. Él Tiene que estar bien.- Setsuna se limpió las lágrimas con la manga de su pijama.

-Tranquilas Niñas, todo estará bien, el tío Inu va a estar bien- Dijo Rin tratando de consolarlas.

Kagome salió como un rayo, lista para irse.

-Me voy, lamento no poder quedarme. Prometo que se los compensaré. - Kagome abrazo a las gemelas y a Rin.

-Ve con Cuidado Kagome, y por favor mantente en comunicación con nosotras.- Rin también la abrazó.

-Lo prometo- Salió de la casa.
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En cuestión de minutos había llevado a el Hospital internacional de San Lucas, ubicado en la cuidad de Chuo, Tokyo, Japón
El hospital era toda una locura, iban entrando y saliendo paramédicos y médicos.
Logró acercarse a una enfermera.

-Disculpe, estoy buscando a Inuyasha Taisho. ¿Sabe algo sobre él?.- Las palabras salían demasiado rápido de boca.

- InuYasha Taisho está siendo intervenido en la sala de operaciones.  Por el momento no puedo darle mayor Información señora Taisho. Pero si desea puede esperar en la sala de espera, cuando tengamos noticias saldrá el doctor Moushi a buscarla.- La enfermera se retiró para poder ayudar a más pacientes.

Kagome simplemente agradeció y decidió esperar. Pidiéndole a Dios, el universo, la vida, que InuYasha estuviera bien.
Pero...Acaso la enfermera había dicho ¿Señora Taisho?.
Eso era lo de menos en estos momentos.
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Luego de haber esperado cerca de 4 horas que resultaron ser de las más tediosas de su vida.
Un hombre de cabello negro amarrado en una colita y ojos azules oscuros se acercó a ella.

-Paciente InuYasha Taisho?.- Mencionó el hombre.

- Doctor, ¿cómo está InuYasha?- preguntó rápidamente.

- Kagome Higurashi ¿Verdad?. -

- Sí, sí, por el momento todavía no han llegado la familia de Inuyasha, así que yo estoy en representación de ellos.- le dijo.

- InuYasha ya me había hablado de tí Kagome- Ella lo vió con duda. -Inuyasha es mi mejor amigo.

- Ya veo- ella necesitaba saber cómo estaba InuYasha

- En cuanto a la condición de Inuyasha, tengo malas noticias. - Se retiró los lentes. - Verás InuYasha afortunadamente, mantuvo la calma y siguió las instrucciones de la azafata. Por ello, solamente tiene alguna lesiones, menores en el cuerpo.
Pero me temo que debido al impacto InuYasha tuvo un golpe en la cabeza que lamentablemente lo dejó en un estado de coma.

- ¿Coma?- tuvo que sostenerse que sentía que se desmayaba.

- Lo lamentablemente mucho. Inuyasha es mi mejor amigo, pero sé que estará bien. Es un persona fuerte, que no deja vencer tan fácilmente. - Dijo Miroku tratando de animarla.

-Gracias Doctor Moushi, yo...- No estaba muy segura de Preguntar.- ¿Puedo verlo?.

- Claro, déjame y te acompaño a la habitación .-

Ambos caminaron hasta el 4to piso, entrando a un área exclusiva. Sin duda se habían ocupado que InuYasha recibiera el mejor trato.
Entraron a la habitación 102, y Kagome tuvo que mantener la falta, para no lanzarce y abrazarlo.

- Te dejo a solas, permiso.- Dijo el doctor.

Kagome solamente asintió y se empezó a acercar a Inuyasha.
No podía creer que hace solo una horas antes él estaba tan fuerte, tan lleno de vida, hablando sobre el nuevo proyecto de la empresa.
Y ahora estaba en una cama de hospital.

Sin darse cuenta, había tomado la mano de Inuyasha y las lágrimas empezaron a adornar su rostro.

- Pronto estarás bien InuYasha, eres una persona muy fuerte. Me lo has demostrado durante todo este tiempo de trabajo.- Dijo mientras tomaba asiento en una silla que estaba al lado de la cama.

Y sin darse cuenta, poco a poco empezó a caer dormida al lado de él.
Estaba tan cansada, pero valía la pena si sabía que estaba a su lado.

- Yo te voy a cuidar InuYasha-. Murmuró antes de caer dormida.