CAPÍTULO Ⅳ
-su comienzo-
5 de diciembre, 2019
El primer día de novios la verdad se sentía raro, aunque para ambos solo era una relación por chat más como cualquier otra con un final no muy lejano.
Siguieron conociéndose cada vez un poco más y sin darse cuenta llegaron a saber todo el uno del otro, desde sus miedos, hasta su mayor sueño, compartían gustos, confesaron sus secretos, sus imperfectos, sus puntos débiles, su lado tierno, su lado perverso, sus metas, sus necesidades, sus planes.
Y mientras se entregaban abiertamente se sentían bien porque no existía miedo o pena alguna, y creo que allí estaba su magia.
Se pasaban el día con el móvil en las manos.Siempre existía un tema de conversación, un motivo por el cual siempre sonreír. Eran tan felices que las personas que les rodeaban empezaron a sospechar y siempre comentaban cosas negativas y que la verdad, dolían, pero ellos no hicieron caso porque sabían que era lo que estaba pasando en realidad, algo diferente, algo maravilloso, mágico, bello, algo sencillamente inexplicable.
El primer mes fue sin duda el mejor mes de sus vidas, pero había que confesar que envuelto muy adentro de toda esa felicidad se ocultaba un dolor extremadamente fuerte que les abrazaba cada noche en la que, al menos ella, siempre lloraba.
Nunca habían sentido nada igual, es que los 801 kilómetros que los separaban no disminuían.
Ya cumplieron un mes,
Y no se han podido ver.
Ella sigue llorando
No sabe que hacer,
Él por su parte hace todo
Por mantener la relación en pie,
A veces los esfuerzos son en vano,
Pues solo se necesitan ver
