CAPÍTULO Ⅴ

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CAPÍTULO Ⅴ
-los peores días de su vida-

        Solo hace ocho días de su primer aniversario. La mente de ambos todavía no les permite concebir sueño, ya olvidaron lo que era una noche de paz. Siguen hablando como si nada intentando envolverlo todo en un papel de regalos para ocultar aquel sentimiento que no era visible a los ojos.

    Ella aunque le duele solo quiere que él sea feliz con alguien más, con otro alguien que le pueda dar todo lo que necesita y echándole la culpa a la distancia se convence a sí misma que no es capaz de darle tales cosas. Quiere que él le sonría a alguien y no a una pantalla, quiere que pueda recorrer las calles de su ciudad tomado de las manos de otra chica, quiere que realmente sea feliz y nadie mejor que ella para saber como obtener esa felicidad, o al menos eso pensaba, y sigue pensando hasta lograr tomar una decisión :
     "No puedo seguir con esto. Lo siento, pero debemos terminar. De mas esta decirte que conmigo siempre puedes contar porque más que novia fui amiga y espero que eso no cambie."
    Dijo ella, como quien está seguro de lo que dice y es sabio y maduro para que no le afecte teniendo la recompensa espiritual de saber que hizo lo mejor, pero fue inevitable no llorar, llorar y volver a llorar, sin ningún consuelo, sin nadie que la entendiera, sin ninguna ayuda, solo se tenía a ella para salir adelante, ella era la que secaba sus lágrimas antes de salir y le sonreía al mundo como si no pasara nada cuando en su interior todo estaba destruido, solo ella sabía el porqué de sus lágrimas en plena tarde de amigos, el porqué de sus desvelos, de sus ojeras, de cómo su mente pensaba tanto noche tras noche en las que recordaba como era feliz hace un mes antes...hace dos meses antes... y así pasó el tiempo y cuando ella al fin estaba mejorando:

   "-*Cuba, cuarentena total como consecuencia del ataque del fuerte virus Covid-19*."

    Y fue allí cuando se dió cuenta que no había dejado de amarlo ni un poco, fue en ese momento cuando se apoderó de ella el miedo de perderlo, pero esta vez para siempre. Fueron en esas noches interminables de absoluta oscuridad, tristes, agobiantes en las que su único consuelo era escribirle poemas sin coherencia y con faltas de ortografía para nunca enviárselos. Pasaban los meses y en lo único que pensaba era en él, en como estará, si todavía la quiere, si se acuerda de ella, si la piensa aunque sea un poco, o tan sólo saber si no se ha contagiado del virus, pero no tenía ningún tipo de comunicación con él y lo único que podía hacer era autodestruirse con sus pensamientos, los pensamientos de ella: la chica que sufre en silencio, que lo llamaba cada noche, pero colgaba antes de que el móvil diera su primer timbre.

    Ella siempre hablaba con Dios y le decía que por favor lo sacara de su mente porque solo le ocasionaba daño. Ella recordaba aquellos mensajes que hicieron surgir todo, recordaba las horas que parecían minutos cuando hablaba con él, ella recordaba lo feliz que era y lo único que sucede ahora es la aparición de ese brillo en los ojos que luego se esparce por nuestras mejillas al recordar precisamente eso, que todo no es más que un simple recuerdo.

    Y sin esperarlo, sin buscarlo, sin haber intercedido, el propio destino lo puso nuevamente en su camino después de tanto tiempo sin saber nada en lo absoluto de él...

Amor a DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora