Un pequeño error en el mundo virtual

El fallo

Estaba probando un nuevo tipo de realidad virtual la cual era mucho más inmersiva, había que vestirse un tipo de body que estimulaba cada nervio desde el óptico hasta la ultima fibra sensible de la piel, para ello el cuerpo permanecía en modo de semitrance. El cuerpo se dormía pero la mente estaba muy despierta. La experiencia debía programarse para despertar el cuerpo después del tiempo deseado, por lo que programaba sesiones de dos a tres horas. Muchas personas lo hacían en las noches para aprovechar las horas de sueño o para tener un sueño más profundo después de la experiencia.

No era mi primera vez navegando en esta realidad virtual, sin embargo no estaba preparada para lo que estaba por pasar. A pocos minutos de estar en la sala empece a notar como empezaban a surgir ciertas fallas, algunas muy discretas y tenues como texturas que no se encontraban donde correspondían por lo que no les preste demasiada atención. A la distancia vi unos perros jugando y me acerque para jugar con uno de ellos pero al momento de tocar a uno de ellos mi avatar fue modificado. En ese instante note que estaba en cuatro patas y no me podía levantar. Mire mi cuerpo, estaba peludo y tenía una cola, no lo podía creer me había convertido en un perro.

De repente note algo en los demás perros, se veían amenazantes, sabían que no era un programa como ellos,por algún motivo se volvieron hostiles y me persiguieron, por lo que empece a correr, no podía creer lo rápido que podía hacerlo y lo ágil que ahora era. Trate te perderlos entre unos arbustos pero solo gane poco tiempo, a lo lejos mire una persona en una casa, la alcance y me coloque detrás de ella. Al notar mi situación me protegió y asusto a los demás perros. Me sentí aliviada voltee hacia ella y la mire con un rostro de gratitud.

Ella era un poco morena, cabello negro, cuerpo atlético, no sabría como era ella en realidad pero en su personaje era el de una mujer muy bella.

Me pregunto si me encontraba bien, a lo que respondí que si. Desafortunadamente son pude articular palabra alguna, solo un ladrido salió de mi boca. Me acarició y me hizo sentir bien que incluso empecé a mover la cola. Me sorprendió lo bien diseñado que era este avatar, ¿era parte de juego? ¿o quizá ya había algo de perra en mi ser? instintivamente me flote en ella y le lamí la mano. No podía creer lo natural que me salía actuar como perro.

Ella me vio con extrañeza y me invito a entrar en su casa. Debes estar cansada y sedienta dijo mientras pedía al programa un tazón y una alfombrilla. La verdad si me encontraba sedienta por lo que empece a lamer agua del tazón y después me tumbe sobre la alfombra. Ella me se sentó a lado mio y me volvió a acariciar la cabeza y yo le agradecí con giros sobre mi.

- Me llamo Liliana, me dio mucho gusto haberte encontrado hermosa. Dijo ella

Se cuestionaba como un avatar programado se podía meter en ese tipo de lio o si era un tipo de misión del juego, me miró y pregunto si acaso hay un persona detrás de ese perro. No pensé que su intuición fuera tan buena a lo que respondí si con varios ladridos y saltos.

Ella miró con una cara pensativa.

- No sabía que se podía elegir ese tipo de Avatar, ¿Sueles hacerlo a menudo?

Hice un chillido negando la pregunta

- ¿Fue accidental?

Ladré emocionada.

- Entonces ¿Cuanto tiempo te queda en el juego?

Ya había pasado una hora pensé por lo que quedan dos horas y ladré dos veces.

Ella se sentó en el sofá y me dijo:

- Dos horas. Podría acompañarte aquí hasta que se terminé tu juego. O podrías acompañarme al parque ya que quería ver todas las modificaciones que les hicieron. Tal vez sea una experiencia interesante dada tu situación. Abrió el menú, selecciono una correa y esta apareció.