CAPÍTULO 10: "Primer beso"

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Comencé a sentirme enferma, literalmente enferma. Me puse de pie y me tambaleé hacia mi baño, donde vomite lo que parecía ser varios litros de vodka.
Gemí y me sonrojé, me comencé a mover para sentarme, cuando me apoyé en las piernas de alguien. No me asusté, podía oler su loción. Sabía que era Eric.

— ¿Estás bien?—preguntó, con voz simpática. Pero no pude responderle, sólo me incliné sobre el inodoro y vomité otra botella de vodka. ¡Wow, eso es un desperdicio de dinero!

Eric, bendito sea, me frotaba pequeños círculos en mi espalda y sostenía mi cabello. Después de unos minutos, me sentí mucho mejor.

— ¿Quieres ir a la cama?—preguntó, mirándome preocupado.

Asentí con la cabeza.

—Sí, sólo quiero cepillarme los dientes.

Me esforcé por levantarme del piso del baño, pero estaba tan descoordinada que no funcionó muy bien. Eric sonrió y se inclinó, deslizando sus brazos debajo de mí y levantándome fácilmente, como si no pesara nada.

Me senté en la siguiente sección, junto al lavamanos. Tomé el cepillo de dientes y le puse pasta dental. Sonreí débilmente y cepillé mis dientes, asegurándome que todo el sabor a alcohol se había ido. 

— ¿A la cama?—preguntó, cuando había terminado. Asentí con la cabeza, y me levantó al estilo nupcial y me llevó de vuelta a mi habitación. Había quitado los cobertores y estaba a punto de dejarme en la cama, cuando recordé que todavía llevaba mi ropa de fiesta.

— ¡Espera! No quiero ir a la cama con esto—murmuré, mirando mis shorts y mi top, incluso todavía tenía mis joyas y los zapatos también.

Él asintió y me puso de pie, pero casi no podía mantenerme, y sentía como si mis piernas estuvieran estropeándose. Eric puso un brazo alrededor de mi cintura, sosteniendo, y me quitó los collares.

Quité el botón de mi top y lo comencé a sacar por mi cabeza, pero me enredé en el proceso y comencé a reír. Lo oí suspirar, mientras me empujaba para que me sentara en la cama y me quitó el top.

Cuando lo miré, vi que tenía una expresión divertida en su rostro. Me puse hacia atrás y me desabroché los shorts, levantando mis caderas mientras bajaban por mi trasero; él los tomó y los haló hacia abajo lentamente, mientras me acostaba en sujetador y bragas. Él mantuvo en el aire mis piernas, mientras me quitaba una por una mis sandalias.

—Bonito—ronroneó, mirándome con su sonrisa de marca registrada, pero no me importó; sólo me quedé ahí, riendo, hasta que mi estómago me sacudió de nuevo.

— ¡Oh, no!—jadeé, tratando de sentarme, sujetando una mano sobre mi boca.

Rápido como un rayo, me levantó me llevó de nuevo al baño, sosteniendo mi cabello de nuevo y frotando mi espalda mientras mi estómago se vaciaba.

Después de haber cepillado mis dientes de nuevo, se quitó su camisa y la puso sobre mi cabeza.

—Aquí hay otra para añadir a tú colección de camisas—dijo con una sonrisa fácil, mientras me levantaba, me llevó hacia la cama.

Él caminó hacia la puerta. Pensé que iba a salir y volver a la fiesta, pero no lo hizo, simplemente cerró la puerta y se quitó sus jeans, subiendo a la cama junto a mí. Todavía podía oír la fiesta en el exterior.

Eric envolvió sus brazos alrededor de mí y me movió hacia su pecho. No podía dejar de pensar en el tipo que me besó en la cocina. Antes de que supiera que estaba pasando, estaba llorando.

— ¿Cuál es el problema, Ángel?—preguntó, mirándome desconcertado.

— ¡Ese imbécil se robó mi primer beso!—gemí. Eric se echó a reír y me sentí aún peor. ¡No podía creer que se estaba riendo de mí! — ¡No es gracioso, Eric! El primer beso de una chica es importante para ella—dije, con rabia, golpeando su pecho.

Eric Secharia - Beside YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora