CAPITULO IV
Se acabó, pero hoy es el día que comienza mi vida, bendigo la sentencia que me abrió el cielo, yo rezo para que en la noche tu sombra avance, que ésta eterna ausencia nos abra las alas
En los sentimientos que cosechamos...
Tom sujetó fuertemente la mano de Fer, le sonrió y ambos emprendieron el recorrido, él la llevó al Big Ben y le tomó varias fotos que Fer con gusto posó con mucha pasión y profesionalismo, él reía con las divertidas poses que Fer realizaba, otras eran serias y dignas de un lugar en la revista Vogue, Fer miró el edificio como una inmensa ternura que parecía una niña pequeña viendo uno de sus nuevos juguetes lo cual enterneció al pelirrojo.
Un hombre estaba cerca de ellos vendiendo frituras Fernanda se acercó para comprar unas, Tom la tomó rápido de la mano.-No, Fernanda. Iremos a comer algo, cerca de aquí hay un restaurante genial, vamos yo invito la comida. -Dijo él tomándola del hombro-
-Claro que no, vamos, por favoooor
-No, vamos a almorzar, por favor, insisto...
-Está bien, pero en cuanto salgamos debes dejarme invitarte algo.
-Aaah, trato hecho. En el próximo recorrido tu invitas -Tom sugirió con una pequeña sonrisa en el rostro-
-Fernanda ascendió con la cabeza- Buena idea, ¿A donde tienes planeado que vayamos?
-Uuummm, ¿Te gusta la comida china? -Tom entré cerró los ojos haciendo mueca de dudoso-
-¡ME ENCANTA! -Exclamó-
-Perfecto, conozco un lugar maravilloso por aquí cerca, te va a fascinar.
-Bien, tú eres el guía.
Ambos rieron, la joven chica tomó a Tom del antebrazo mientras se dirigían al misterioso Restaurante en silencio, Thomas se sentía afortunado de llevar a una mujer tan increíblemente hermosa de su brazo, era inevitable sonreír, la sensación era como la de un joven tímido que acaba de declarar su amor, pero a Tom le era difícil decirle tal cosa a su joven Fernanda, -Me gustan tus oscuros ojos café- pensó el atractivo chico.
Llegaron al lugar, Tom pidió al chico de estatura baja con traje que se encontraba en la recepción del Restaurante una mesa para dos, el joven los dirigió a una mesa en la esquina, de manera que nadie los pudiera ver, tal como pidió Thomas.
-Es lindo, ¿No crees? -Tom se acercó a Fer y mostró muy abiertos sus iluminados ojos azules.
El elegante lugar tenía un exquisito piso de madera de Roble Oscuro, las paredes al parecer eran de color Rojo Vino, pero éstas tenían elegantes cortinas muy apegadas al tema Asiático, una que otra decoración china, antorchas artificiales de Bambú y las mesas eran como cualquier otra, pero lo que más llamaba la atención en el Restaurante eran las fotografías y pinturas de varios lugares del país oriental, así como animales y Dragones de papel muy bien elaborados colgados en el techo.
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THE LADY IN RED | TOM HIDDLESTON
ספרות חובביםLR| Fernanda Rose, 27 años trabaja como Directora de Traducción y doblaje en Londres, logrando en tan poco tiempo ser muy exitosa en su trabajo, una buena noche en un importante evento de celebración conoce a Thomas William o bien como todos suelen...