5. Demonio y ángel

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Nunca había odiado tanto el sonido de un timbre en toda mi vida

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Nunca había odiado tanto el sonido de un timbre en toda mi vida.

Al separarnos ambas estuvimos muy nerviosas. Yo intenté tapar el color rosado que se había colocado en mis mejillas y ella fue a abrir rápidamente. Yo la seguí cogiendo mis cosas.

—Chicos.

Un chico rubio y una chica de cabello morado eran los causantes de haber interrumpido nuestro beso. Deduje que eran los amigos que vivían con ella.

—Momo, tendrías que haber venido. La película estuvo...—la chica dejó de hablar al verme.

—¿Qué hace ella aquí?—preguntó el chico.

Yaoyorozu tardó unos segundos en contestar. Era demasiado obvio que ambas estábamos muy nerviosas.

—Hemos decidido empezar un proyecto juntas—les explicó—Ella es Kendo, pero ya se iba.

—Un placer.

Levanté la mano en forma de saludo dedicándoles una sonrisa nerviosa.

—Jirou, él es Kaminari—se presentó la chica tras señalar al rubio—¿Ya te vas? Puedes quedarte a cenar si quieres.

La idea no me desagradó, pero no iba a aguantar estar una hora en una mesa hablando con ellos ignorando el hecho de que casi me besaba con Yaoyorozu.

Lo mejor era irme y pensar. Quería hablar con ella, pero ahora no era el momento adecuado.

—Lo siento, la verdad es que tengo cosas que hacer ¿Nos vemos mañana?

Yaoyorozu me dedicó una leve sonrisa y asintió.

—Nos vemos mañana.

—Bien, un placer.

Ella me abrió la puerta y salí. Al hacerlo me apoyé en la pared más cercana. Mi corazón latía con fuerzas, creo que nunca había estado tan acelerado.

Ahora quería besarla. Quería besar a mi rival. A Momo Yaoyorozu. Además, íbamos a hacer un proyecto juntas. Gracias universo por esta oportunidad.

Tuve que moverme de allí cuanto antes, así que me dirigí a casa.

—Hola.

Me sorprendí al encontrarme a Neito en la entrada.

—¿Qué haces aquí?

—Quería ver qué tal te había ido con Yaoyorozu.

Él me dedicó una sonrisa inocente y yo arqueé una ceja. No me lo creía.

—No te creo.

—Está bien, solo quería oír como decías que tengo razón.

—¿Por qué iba a hacer eso?

Evité su mirada y abrí la puerta de mi apartamento. Él entró detrás de mí y cerré empezando a quitarme los zapatos.

—Porque te gusta Yaoyorozu. Yo tenía razón. Todo este tiempo.

Rivales de moda | MomoKendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora