Capitulo 4

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Rose

Bueno al menos no tendré quejas sobre el espacio, ahora tengo de sobra, claro que solo traje como el veinte por ciento de mi ropa, casi nada de libros y los cuadernos necesarios para hacer los deberes que me dejaron algunos maestros y estudiar para los exámenes. 

Acomodo mi laptop en el escritorio y observo todo satisfecha del orden que logré, así que decido salir de mi hermoso cuarto.

- ¿Qué se supone que estás haciendo?

- Ah... nada, limpiando el agua que escupiste al casi morir ahogada.

- Suena raro y tonto si lo dices así.

- Yo diría que es algo asqueroso y gracioso, agradezcamos que no se rompió el vaso.

- Sí – me quedo observando el suelo, ni cuenta me había dado que lo tiré – más bien que es un vaso resistente.

Asiente recostándose sobre el trapeador para observarme como si fuera la cosa más rara en el mundo ¿Qué le sucede? Bien no le daremos importancia, volteo para irme.

- ¿A dónde vas?

- A la tienda por comida.

- Estás consciente que aquí tenemos comida y postres ¿Verdad?

Asiento lentamente mirando a un lado, porque lo deduje, pero no quería comerme la comida de alguien más y abusar de la hospitalidad de su mamá.

- Puedes comer mis snacks si lo deseas.

- ¿Y deberte algo? No gracias

Okey, eso salió más agresivo que bromista, acabo literalmente de tirar su amabilidad al suelo, que insensible. Él se queda mirándome como si estuviera loca y ríe mientras agita su cabeza de forma negativa, como si no tuviera solución.

- No quería ser descortés, de verdad agradezco tu amabilidad, yo... lo siento.

- Orgullosa – sonríe de lado y regresa su mirada hacia mí - si no querías no tenías por qué disculparte, las personas normales no lo hacen por cosas tan simples

- Entonces no soy tan normal que digamos, si no quieres mi disculpa pues la retiro.

- Tranquila extraña, todos tenemos algo que aprender en esta vida, eso la hace interesante.

Tiene un buen punto todos tenemos algo que aprender en esta... ¿Acaba de llamarme orgullosa? Frunzo el ceño lo que le provoca una risa suave, por eso no me disculpo.

- Tú eres un...

- Lo siento - ¿Es bipolar o qué? Deja el trapeador a un lado y se acerca - Si la he ofendido de forma alguna, pido que me otorgue su perdón, my lady.

Sip, es bipolar me respondo observándolo como a algo raro. Mantiene una sonrisa coqueta pero sincera al tiempo que hace una pequeña reverencia, bufo por su ocurrencia y decido continuarle en teatro.

- Os otorgo mi perdón noble caballero

- ¿Aún retiras tus disculpas?

- No, no la retiro, aunque tal vez debas acostumbrarte, digamos que me cuesta no ser sarcástica.

- Gracias por el consejo - sonríe de lado – Quizás igual debas acostumbrarte a mi lado "egocéntrico".

- Ya me había dado cuenta de eso

Río en respuesta a su mirada de "era un chiste", después el incómodo silencio entra en escena, odio estos momentos, aparto la mirada sonriendo con los labios juntos.

El Resurgir de los GuardianesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora