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Corea Bajo el Dominio Colonial Japonés, 1920-1930

La amistad con Donghae significaba poesía y Hyukjae estaba ansioso por escribir sobre ello.
En ocasiones Hyukjae no veía a Donghae por días y cuando se reunían de nuevo se aparecía con un bolso lleno de dulces y un pedazo de papel.

Hyukjae aceptaba los dulces y los desenvolvía mientras Donghae leía el poema que había compuesto.
Las mejillas de Donghae se pintaban de rosa y tosía de vez en cuando, esforzándose por terminar de leer una frase.
Hyukjae esperaba pacientemente, sabía que esto era una hazaña para Donghae.

“Tienes... una sonrisa que opaca al sol, tus palabras...pueden ser pocas, pero son dulces”, Donghae frunció el ceño, pero Hyukjae le sonrió para animarlo a que continuara. “Tus manos…aunque son pálidas saben la manera correcta de sostener un pincel…”

Hyukjae asintió, esperando por más.

Donghae tosió y arrugo el papel. “Eso es todo.”

“¿Por qué arrugaste el papel?” Hyukjae le pregunto y extendió la palma de su mano para que Donghae le diera el pedazo de papel.

“Te estás riendo de mí”, Donghae le acuso.

Hyukjae levanto una ceja, pero se rio.

“Es horrible”, Donghae comenzó.

“Lo es”

“¡No se supone que estés de acuerdo!”

Hyukjae continúo riéndose y aunque su estómago empezó a doler era una sensación agradable.
Era feliz.

🌸

Donghae caminaba hacia la casa de Hyukjae robando dulces de diferentes lugares. Sin embargo, un grupo de hombres que recorrían las calles con sus manos en sus katanas lo descubrieron.

Primero, pensó que podía escapar porque era rápido para correr, pero estos hombres fueron más rápidos y lo atraparon, después lo llevaron a una casa que estaba decorada con unas letras grandes japonesas que no fue capaz de leer. Lucho con ellos para escapar e incluso los mordió, pero todo fue en vano, los hombres eran fuertes. Además lo habían golpeado repetidas veces, pero Donghae no era alguien a quien podían derrotar fácilmente.

Continúo forcejeando a pesar de recibir muchos golpes en la cara.

Lo arrastraron por un pasillo, pasaron por puertas deslizantes y lo aventaron enfrente de alguien. Vio los pies de la persona y cuando estuvo a punto de lanzarse por una ventana, los hombres lo detuvieron.

Donghae tenso su mandíbula, la repulsión que sentía por los nobles volvía a aparecer, gruño de frustración y cuando se liberó del agarre de los hombres empezó a actuar por impulso. Tomo la katana de la persona enfrente de él.

“Mmm…interesante”, dijo la persona enfrente de él en Coreano.

Donghae miro fijamente a la persona que acababa de hablar. Era atractivo, con cejas delineadas y ojos grandes, su cabello era tan largo que lo tenía amarrado en una coleta. Cuando sonrió había algo en el gesto que lo hacía intimidante.

Donghae se sintió nervioso.

“Todos cálmense”, la persona ordeno.

Un Camino De Flores 🌸 Haehyuk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora