Una Flama En Su Corazón

Culpa

Ray se encontraba mirando a todos los presentes de ese barco. Ya habían pasado cuatro días desde que estaba ahí presente, él estaba en la cubierta apoyado en las barandillas de ese barco mirando el agua la cual hacia suaves movimientos y el poco viento se hacia presente. 

—Estaremos varados hasta que el viento comience a correr —una rubia bajo del mástil de la vela quejándose

Ray solo la miro de reojo, y volvió su vista al océano tranquilo, se sentía culpable; Él no era así, no traicionaría a nadie pero esa vez, era distinto; esa vez tenia que elegir entre salvar a Chris y al Abuelo por entregar a Emma o dejar que se hundiera el barco con todos en ellos

"¡MALDITO BASTARDO!" la voz de Emma resonó en su cabeza "¡CREIA EN TI!" esa exclamación hizo que su expresión cambie y se vuelta una de pena

—¿La culpa perdura?— una persona le hablo haciendo que Ray mirara hacia atrás, encontrándose con un moreno y alto azabache

—No es eso —suspiro —... Bueno tal vez... — hablo sin mas mirando ese océano.

—Entonces ¿Por que la entregaste?— cuestionó

El pelinegro suspiro —Quería... —Él se había quedado en silencio al oír un griterío atrás suyo, al darse vuelta se encontró que a Emma la estaban sacando de calabozo que la habían encerrado —Emma... —murmuro con sorpresa.

Ella se estaba moviendo hacia todos lados para que la suelten, pero en un momento se detuvo y sus ojos verdes se colocaron en una persona, en un momento piso al guardia que la estaba sacando y al otro le dio un cabezazo. Se dirigió rápidamente hacia ese azabache y al tener sus manos atadas le dio un cabezazo con fuerza, haciendo que él caiga —En verdad eres un imbécil —comento la pelirroja viendo con odio al azabache —Un maldito traidor — en ese momento tres de perteneciente de esa tripulación la había agarrado, aunque después de un rato los tres quedaron en el suelo junto a otros piratas que intentaron detenerla. —No me subestimen, no solo el hecho de ser mujer, me hace ser débil — comento al ver a toda la tripulación de ese barco

—¡Que excelentes palabras para definirse Emma! O debería decir ¿Capitana del flecha roja?— el color rojo de ese cabellos hizo que Emma arrugue su ceño

—En verdad ¿que desperdicio haces con tu tripulación Nat?— cuestiono Emma mirando como el pelirrojo sonreía y levantaba su mentón mostrando su nariz con elegancia

—¿Creías que tuve tiempo para hacer algo por ellos? ¿Por que creías que te buscaba?— cuestionó el pelirrojo sonriendo.

—El creer que alguien me buscaba nunca esta escrito. Y menos alguien como tu. ¿No eras educado y mandabas cartas antes de raptar a alguien? —cuestiono con su ceño fruncido

—Pensé que seria una cálida bienvenida —comento él viendolos a todos —¿Quien es él?— cuestionó haciendo que ella vea al azabache

Ella suspiro —¿Eso? —miro al pelinegro —solo una rata traidora  —comentó sin mas —Dile a tus hombres que me desaten de una vez— comento la pelirroja al mirar al capitán de ese barco

—Descuida todavía no termina tu bienvenida, solo falta que arrojes a alguien por la borda —

—con mucho gusto —comento al ser desatada por uno de la tripulación.

Con su vista busco a esa persona a esa chica de cabellos oscuros quien estaba mirándola con sorpresa, aunque solo a los pocos minutos fue tirada, al agua, Emma palmeo sus manos al ya estar lista y miro al pelirrojo

—Pensaba que ibas a tirar al traidor de tu compañero —comento Nat al apoyarse en una barandilla

—Tengo otro castigo para él. —Sonrio la pelirroja